Los precios dumping de China pone ‘contra las cuerdas’ a empresas peruanas por competencia desleal

El gigante asiático ha inundado el mercado peruano con prácticas de subsidios y precios bajos en sectores como el textil, cerámico y siderúrgico, lo que ha provocado pérdidas millonarias a los productores locales y el cierre de algunas plantas. Mientras, el gobierno de Dina Boluarte evita incomodar al gobierno chino

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China, el país ‘depredador del mundo’ que pretende ‘conquistar económicamente la tierra’ usando su poder en Perú (Infobae)

Un informe del Semanario de Hildebrandt en sus Trece, detalla cómo las principales empresas peruanas enfrentan una creciente competencia desleal proveniente de China. Este fenómeno ha afectado a sectores clave como el siderúrgico, textil y cerámico, entre otros, debido a las prácticas de dumping que abaratan los precios de los productos chinos a niveles imposibles de igualar para los productores locales.

Uno de los casos más destacados es el de ‘Aceros Arequipa’, la siderúrgica más grande de Perú, que ha recurrido al Indecopi para frenar la importación de tubos de acero chinos, los cuales llegan al país con precios 23% más bajos que los fabricados localmente. Según ‘Aceros Arequipa’, China emplea una política agresiva de subsidios para inundar mercados como el peruano con precios artificialmente bajos. En palabras de Robert Venero, abogado de varias empresas peruanas afectadas, la estrategia de China busca eliminar a la competencia local para luego aumentar los precios y recuperar la inversión.

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Desde el año 2000, la producción de acero chino creció 700%, impulsada por subsidios estatales, según empresas peruanas. - Cortesía Corporación Aceros Arequipa S.A., Tubos y Perfiles Metálicos S.A.C. y Precor S.A.

El impacto ha sido severo en la industria local. Antes de la llegada masiva del acero chino, una tonelada de tubos de acero generaba una ganancia de 23 dólares, pero ahora este margen se ha transformado en pérdidas de entre 30 y 171 dólares por tonelada. Las siderúrgicas peruanas temen por su futuro, y algunos ya miran con preocupación el caso de la empresa chilena ‘Huachipato’, que suspendió sus operaciones tras sufrir pérdidas millonarias por la competencia china.

En paralelo, el sector textil también ha sufrido un golpe devastador. La importación de telas chinas ha aumentado de manera considerable, especialmente en productos como el poliéster, que se comercializan a precios hasta un 41% más bajos que los locales. Esto ha provocado una disminución del 63% en la producción nacional de telas de poliéster y una caída del 60% en las ventas del sector. ‘Tecnología Textil’ y ‘Tejidos San Jacinto’, dos de las empresas más grandes de Gamarra, solicitaron al Indecopi en 2021 la imposición de tasas antidumping. En respuesta, el organismo regulador dictó medidas, pero los productores chinos encontraron rápidamente formas de eludirlas:

Los productores chinos comenzaron a modificar el producto que exportaban. En lugar de vender telas de poliéster de hasta 180 centímetros de ancho, por los que Indecopi ya había impuesto medidas antidumping, comenzaron a exportar telas con un ancho superior a 200 centímetros, lo que les permitió seguir vendiendo a precios bajos sin infringir directamente las regulaciones. Esta estrategia obligó a Indecopi emitir una nueva resolución estableciendo derechos antidumping para todos los tamaños telas con anchos superiores a los 180 centímetros.
FOTO DE ARCHIVO: Empleados trabajan
FOTO DE ARCHIVO: Empleados trabajan en la línea de producción de telas filtrantes en la fábrica de filtros prensa Jingjin en Dezhou, provincia de Shandong, China 25 de agosto de 2022. REUTERS/Siyi Liu/Foto de archivo

El sector cerámico, representado por empresas peruanas como Celima, también ha sufrido las consecuencias de los precios bajos del porcelanato chino. En agosto del año pasado, ‘Celima’ cerró una de sus plantas en San Juan de Lurigancho, afectando a 400 trabajadores. “Pueden subvaluar sus productos porque la mano de obra allá es mucho más barata, pero en el sector cerámicos han ido más lejos”, señala un empresario al mencionado medio. Y es que el grupo chino Wang Kang construyó en Chilca una nueva fábrica que produce 36 millones de metros cuadrados de cerámica al año, lo que convirtiéndola en la más grande del Perú. Esta inversión de 70 millones de dólares ha intensificado la competencia en un mercado ya golpeado por el dumping.

En 2022, la empresa china ‘Tengda Cerámica’ también inauguró una planta en Ica sobre terrenos agrícolas, lo que ha generado críticas debido a la falta de permisos ambientales. “La planta de Tengda fue construida sin tener aprobado el Estudio de Impacto Ambiental ni el PIan de Participación Ciudadana”, denunció Ia Sociedad Nacional de Industrias a finales del año pasado. Además, se ha mencionado que uno de los asesores de esta empresa es Nicanor Boluarte, el hermano de la presidenta Dina Boluarte, lo que ha añadido más controversia a la situación.

Las importaciones chinas de porcelanato
Las importaciones chinas de porcelanato y cerámico provocó el cierre de una plata de Celima en SJL | Foto: Celima

El gobierno Boluarte deja sola a las empresas peruanas en esta polémica

Este panorama está llevando a muchos en el país a cuestionar la eficacia de las políticas de defensa comercial frente a la creciente competencia extranjera, mientras que algunos sectores piden más protección a nivel gubernamental.

Según un trabajador de Precor, en una conversación con Teresa Mera, la viceministra de Comercio Exterior del Perú, le indicaron que el gobierno no podía tomar medidas proteccionistas directas contra China, ya que no querían confrontar políticamente a ese país. “Nos recomendaron apelar al Indecopi como una alternativa más táctica”, señaló el trabajador, quien prefirió mantenerse en el anonimato.

La presidenta de Perú, Dina
La presidenta de Perú, Dina Boluarte (d), recibe al presidente de China, Xi Jinping, este jueves en el Palacio de Gobierno en Lima (Perú). EFE/Paolo Aguilar

Sin embargo, Alejandro Indacodrea, economista y director del Instituto Peruano de Economía (IPE), recalca que los Tratados de Libre Comercio firmados por Perú obligan a recurrir al Indecopi y no a medidas proteccionistas directas contra China, señalando que la economía peruana está integrada al mundo y que el organismo es el encargado de defender a los productores locales de la competencia desleal.