Sicarios se burlan del Estado de Emergencia en Lima: múltiples asesinatos en solo 24 horas deja tres muertos y un herido

Lima Metropolitana atraviesa una de las etapas más violentas de los últimos años. En pleno estado de emergencia —decretado por el gobierno de Dina Boluarte con la promesa de desplegar a las Fuerzas Armadas para apoyar a la Policía Nacional (PNP)—, la criminalidad no da tregua. Las extorsiones y el sicariato continúan cobrando vidas a plena luz del día y en espacios públicos, dejando en evidencia la ineficacia de las medidas implementadas hasta ahora.

Solo en las últimas 24 horas, al menos tres trabajadores han sido atacados a balazos en distintos puntos de la capital: un conductor de mototaxi en Los Olivos, un chofer y su esposa en Santa Anita, y un trabajador de construcción civil en El Agustino. Los crímenes, todos con características de impactos de bala por arma de fuego, se suman a los 520 homicidios registrados hasta el 26 de marzo por el Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef), del Ministerio de Salud (Minsa).

En el distrito de Santa Anita, en Lima, sujetos armados interceptaron la unidad y dispararon contra el conductor, Elvis Roldán Cabezas, quien recibió dos impactos de bala. Su pareja, Rosa Carmen Castro Fabián, que lo acompañaba en el asiento del copiloto, sufrió una herida en el abdomen y, pese a los esfuerzos médicos, falleció poco después.

El hecho ha desatado el pánico entre los transportistas, luego de que los presuntos extorsionadores enviaran mensajes a un grupo de WhatsApp conformado por conductores de la misma línea, exigiendo el pago de 30 soles diarios por unidad a cambio de “protección”. Como advertencia, amenazaron con continuar los atentados y aumentar el monto en 10 soles por cada nuevo crimen si no se cumplían sus demandas.

En las últimas horas, se conoció un video que los propios atacantes difundieron en redes sociales. Las imágenes muestran el momento exacto del atentado, grabado desde la parte posterior de la motocicleta. En el video, un segundo sujeto —el sicario armado— dispara varias veces contra la combi en movimiento, mientras el conductor y su esposa viajaban junto a cuatro pasajeros. El ataque fue directo, certero y sin ninguna medida de disuasión en la zona.

La publicación del video vino acompañada de un mensaje amenazante en el que los criminales, identificados como parte de la organización DSA (Delincuentes, Secuestradores, Antitrenaragua), se jactan del crimen e instan a otros transportistas a “alinearse”, bajo amenaza de correr la misma suerte. La grabación incluye símbolos ocultistas, referencias a Hitler, Baphomet, imágenes del Papa manipuladas y figuras utilizadas anteriormente por la banda como marca de autoría.

Según información de la Policía, la organización DSA estaría vinculada a una facción disidente del “Tren de Aragua”. Parte de sus miembros fueron detenidos hace semanas en Cerro Candela, donde se encontró un búnker con imágenes y símbolos que rendían culto a Christopher Fuentes González, alias Maldito Cris, abatido por la PNP el año pasado. Incluso, se halló un altar con sus fotos y supuestas cenizas.

Las autoridades han iniciado una investigación para dar con los responsables del crimen, mientras que los conductores de la línea 505 exigen mayor presencia policial y medidas urgentes para frenar la ola de extorsiones que continúa poniendo sus vidas en peligro.

Un nuevo crimen vinculado a mafias extorsionadoras enluta al sector transporte en Lima. Esta vez, la víctima fue Juan Carlos Sánchez Oviedo, conductor de mototaxi de la empresa Edmursa, conocida como “Los Rayos”, quien fue asesinado la tarde de este miércoles en el distrito de Los Olivos.

El ataque ocurrió en plena vía pública, frente a testigos. Según las imágenes captadas por cámaras de seguridad, uno de los sicarios se hizo pasar por pasajero, abordó el vehículo de Sánchez Oviedo y, al llegar a una calle previamente elegida, pidió detenerse. Al bajar, el sujeto disparó al menos tres veces contra el conductor y luego huyó en una motocicleta que lo seguía de cerca.

Vecinos de la zona reportaron los disparos y vieron cómo el asesino escapaba en dirección a la Panamericana Norte.

El crimen ocurrió apenas dos días después de que conductores de esta misma empresa paralizaran sus actividades en protesta por amenazas de extorsionadores. El lunes pasado, denunciaron haber recibido mensajes intimidatorios exigiendo pagos a cambio de no atentar contra sus vidas. Pese a la advertencia y a la suspensión parcial del servicio como medida preventiva, no se tomaron acciones efectivas para protegerlos.

Esta vez, la víctima fue Fernando Castilla Cerna, un trabajador de construcción civil de 41 años, quien fue perseguido y asesinado a balazos por un sicario en plena vía pública del distrito de El Agustino.

El crimen ocurrió la tarde del miércoles en la calle La Cantuta, una zona donde se vienen ejecutando obras de remodelación vial. Las cámaras de seguridad registraron cómo un hombre de gorra roja y vestido de negro se acercó a la víctima mientras trabajaba con otros dos compañeros. Aunque en un primer momento su arma se trabó, logró disparar y desató una persecución a lo largo de toda la calle, sin importarle la presencia de vecinos, negocios abiertos e incluso un colegio cercano.

Castilla intentó huir, herido, mientras el agresor lo seguía disparando. Varios de los proyectiles impactaron contra viviendas y un restaurante donde aún quedaban clientes. Finalmente, el trabajador cayó frente a una panadería, donde el sicario lo remató con dos disparos más en el pecho y abdomen. Fue trasladado aún con vida al Hospital Hipólito Unanue, pero murió horas después.

De acuerdo con fuentes policiales en el lugar, la principal hipótesis del crimen estaría relacionada con enfrentamientos entre facciones de supuestos gremios de construcción civil que se disputan el control de obras públicas en la zona. Castilla habría sido un dirigente activo vinculado a la obra en ejecución en la avenida San José con Primavera.

“El sicario disparó sin importarle nada. Se escucharon al menos seis balazos. Incluso una bala rompió la vitrina del restaurante donde estaban mis hijos jugando minutos antes”, relató un vecino, aún conmocionado.