La economía circular como solución para los problemas ambientales en el Perú

De acuerdo con el Ministerio del Ambiente (Minam), en Perú se generan alrededor de 23 mil toneladas de residuos sólidos urbanos al día, de las cuales apenas un 1.9% se recicla formalmente

Guardar
(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde hace décadas, empresas y organizaciones buscan minimizar la contaminación a través de la reducción y reutilización de residuos, evitando que materiales valiosos terminen en rellenos sanitarios o en el ecosistema. El impacto que esto ocasiona va más allá de lo ambiental, también tiene un efecto económico y social al promover modelos de negocio sostenibles y generar empleo en sectores como el reciclaje y la reutilización de materiales.

De acuerdo con el Ministerio del Ambiente (Minam), en Perú se generan alrededor de 23 mil toneladas de residuos sólidos urbanos al día, de las cuales apenas un 1.9% se recicla formalmente. La mayor parte de estos desechos terminan en botaderos informales o contaminando ríos y mares, afectando la biodiversidad y la salud pública. Solo en Lima Metropolitana y Callao, se estima que cada ciudadano genera 750 gramos de basura diariamente, contribuyendo al problema de la disposición final de residuos.

Actualmente, consumimos más recursos naturales de los que el planeta puede regenerar y, de seguir a este ritmo, necesitaríamos el equivalente a tres planetas para el año 2050. Por ello, la sostenibilidad y la economía circular son fundamentales para las empresas que operan en un mundo cada vez más interconectado, conscientes de su impacto ambiental y de su dependencia de materias primas cada vez más críticas.

Implementar estrategias de economía circular, que abarquen desde el ecodiseño orientado a minimizar el consumo de recursos naturales y facilitar su separación hasta el máximo aprovechamiento de los residuos como subproductos, representa una oportunidad para generar valor desde una perspectiva.

Ante este panorama, existen iniciativas valiosas que buscan revertir la situación. Por ejemplo, el programa Perú Limpio impulsa campañas de concientización y promueve la segregación en la fuente. Además, empresas y emprendimientos han comenzado a incorporar el modelo de economía circular, apostando por empaques biodegradables, productos reutilizables y procesos productivos más eficientes.

Es necesario adoptar de medidas concretas para reducir el impacto ambiental y fomentar la economía circular. Para lograr una transformación real, es fundamental abordar tres aspectos clave:

Primero, la educación ambiental debe ser prioritaria. Enseñar desde la escuela sobre la importancia de la reducción de residuos y el reciclaje permite formar generaciones más conscientes. En este sentido, iniciativas como las eco escuelas o los programas de reciclaje en colegios deben ampliarse y fortalecerse.

Segundo, es urgente mejorar la infraestructura para la gestión de residuos. A nivel nacional solo existen 77 rellenos sanitarios para la gran cantidad de basura producida, la falta de plantas de reciclaje y de una logística eficiente para la recolección diferenciada dificulta la recuperación de materiales reutilizables. Un avance significativo sería la implementación de incentivos fiscales para empresas que promuevan el reciclaje de materiales y reduzcan su huella ambiental.

Finalmente, es esencial que la responsabilidad sea compartida. No basta con que el Estado implemente normativas o que las empresas adopten buenas prácticas. Cada ciudadano juega un papel fundamental al optar por productos sostenibles, reducir el uso de plásticos de un solo uso y separar correctamente los residuos en casa.

En un país donde el crecimiento económico y el desarrollo sostenible deben ir de la mano, avanzar hacia un modelo de cero desechos es una meta inaplazable. La clave está en la colaboración entre el Estado, la sociedad civil y el sector privado, apostando por un futuro donde los residuos no sean un problema, sino una oportunidad para innovar y construir un Perú más sostenible.