Perú necesitará 64 años para alcanzar la categoría de país con ingresos altos, según el Banco Mundial

El Banco Mundial ha considerado que “el sistema político peruano se ha convertido en parte del problema y no de la solución”, debido a que la caída de la capacidad institucional y la inestabilidad política dificultan la implementación de cualquier programa de reformas

Guardar
Para superar estos desafíos y
Para superar estos desafíos y acelerar el crecimiento económico, el informe del Banco Mundial enfatiza la necesidad de reformas estructurales audaces. Estas incluyen cambios en las regulaciones laborales, mejoras en la eficiencia del Estado y el fortalecimiento de las instituciones públicas. Créditos: difusión

La economía peruana enfrenta un panorama desafiante que podría extenderse por décadas si no se implementan reformas estructurales impostergables. Según el informe titulado “Perú: Aprovechando las oportunidades para el crecimiento y la prosperidad”, elaborado por el Grupo Banco Mundial en colaboración con el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), el país tardaría 64 años en alcanzar la categoría de ingreso alto bajo las condiciones actuales. Sin embargo, con reformas clave, este objetivo podría lograrse para 2045, reduciendo el tiempo a menos de un tercio.

El informe fue presentado en la Conferencia Internacional: Hacia un crecimiento transformador en el Perú, donde se analizaron los principales obstáculos que enfrenta la economía peruana. Entre ellos, destacan la desaceleración del crecimiento económico, la baja productividad, la alta informalidad laboral y las disparidades regionales. Según el Banco Mundial, el crecimiento económico del país se ha desacelerado significativamente desde 2014, con un promedio de apenas el 3 % anual, y actualmente el crecimiento potencial se sitúa en un modesto 2,1%.

“La capacidad institucional y un flujo constante de inversión privada son cruciales para fomentar las inversiones a largo plazo y las innovaciones necesarias para aumentar el suministro de metales. De este modo, Perú puede impulsar el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en más de 1 punto porcentual entre 2024 y 2050 y alcanzar la categoría de ingreso alto tres años antes (2042)”, relató.

El Banco Mundial subraya que
El Banco Mundial subraya que la transición energética global representa una oportunidad única para Perú, especialmente en el sector minero. Créditos: "Perú: Aprovechando las oportunidades para el crecimiento y la prosperidad", del Banco Mundial

Un estancamiento económico con raíces estructurales

El sólido desempeño económico de Perú durante la década de 2000 ocultó profundas deficiencias estructurales que han salido a la luz en los últimos años. Según el informe, el crecimiento de la productividad, un motor clave para el desarrollo económico, se ha paralizado desde 2013. Además, la inversión total se ha estancado, y el 90% del crecimiento económico desde 2014 ha dependido exclusivamente del consumo.

El mercado laboral también refleja estas dificultades. La tasa de empleo informal, que ya era alta, aumentó drásticamente durante la pandemia, alcanzando alrededor del 77%. Esto ha limitado las oportunidades de mejora en el capital humano, cuya contribución al crecimiento ha sido mínima desde 2002. Asimismo, la pobreza no ha mostrado avances significativos desde 2014, y las mejoras en el mercado laboral han sido limitadas.

El informe también señala que la capacidad institucional y la inestabilidad política han dificultado la implementación de reformas necesarias. Según el Banco Mundial, el sistema político peruano se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo, en lugar de ser una herramienta para la solución de problemas.

El informe también señala que,
El informe también señala que, aunque la convergencia regional en términos de crecimiento económico no ha sido una fuerza determinante, las exportaciones de commodities y los ciclos de precios siguen moldeando la geografía económica del país.

La riqueza en pocas manos

El informe señala que la riqueza total de Perú aumentó considerablemente en las últimas décadas. El rápido aumento se produjo entre 2002 y 2013, impulsado por el auge del mercado de productos básicos y la abundancia de riqueza no renovable de Perú, especialmente los minerales. Sin embargo, el crecimiento de la riqueza general a lo largo de un período más prolongado se sostuvo, principalmente, gracias a un aumento constante del capital humano, medido como el valor total actualizado de los ingresos laborales futuros que se prevé generar a lo largo de la vida de la población activa actual.

A pesar de los avances, la riqueza per cápita de Perú sigue siendo inferior a la de los países de ingreso mediano alto, cuyo nivel duplica el de Perú. Esta diferencia se atribuye principalmente a una brecha significativa tanto en el capital producido como en el capital humano, que en estas naciones de ingreso mediano alto es 1,8 veces mayor que en Perú. Si bien el país tiene una ligera ventaja en el capital natural, este factor por sí solo no es suficiente para compensar las brechas en el capital producido y el capital humano.

“Es fundamental reconocer que, si bien un mayor bienestar en los países de ingreso alto se vincula con una mayor riqueza, los recursos naturales por sí solos no son la única base de la prosperidad. También se necesitan niveles más altos de capital producido y humano”, dijo el Banco Mundial.

El análisis del Banco Mundial
El análisis del Banco Mundial subraya que la baja productividad en Perú está vinculada a la falta de adopción de tecnologías, la escasa innovación y las barreras persistentes en el mercado. Créditos: "Perú: Aprovechando las oportunidades para el crecimiento y la prosperidad", del Banco Mundial

Regulaciones laborales y barreras al crecimiento empresarial

Uno de los principales desafíos identificados en el informe es la rigidez de las regulaciones laborales en Perú. Los altos costos de despido y la distribución obligatoria de utilidades elevan los costos no salariales de los trabajadores formales a aproximadamente el 70% de su sueldo, lo que coloca al país como el tercero más alto en la región en este aspecto. Estas regulaciones, junto con un sistema contractual dual, dificultan la asignación eficiente de mano de obra y capital, limitando la capacidad del país para diversificar su economía hacia sectores como las manufacturas de alta tecnología.

El informe también destaca que la informalidad empresarial es otro factor que frena el crecimiento. Muchas empresas informales no perciben beneficios significativos al formalizarse, más allá de un mejor acceso al crédito. Según el Banco Mundial, cerca del 50% de estas empresas no reconocen ventajas en términos de reducción de sobornos, acceso a mercados o infraestructura. Además, las empresas informales menos productivas suelen evitar la formalización debido a los costos asociados y la falta de incentivos claros.

“La tasa de empleo informal aumentó levemente entre 2014 y 2019, y luego de manera más drástica durante la pandemia, hasta llegar a alrededor del 77 por ciento. Esto exacerbó la situación —ya precaria— del mercado laboral”, refiere el documento.

Crecimiento de las agroexportaciones. A
Crecimiento de las agroexportaciones. A pesar de los desafíos, el informe destaca que Perú cuenta con un enorme potencial para acelerar su desarrollo. Créditos: "Perú: Aprovechando las oportunidades para el crecimiento y la prosperidad", del Banco Mundial

Potencial económico y oportunidades en el sector minero

A pesar de estos desafíos, el Banco Mundial subraya que Perú cuenta con un enorme potencial económico. El país posee vastas reservas de minerales como cobre, oro, plata y zinc, que son esenciales para la transición energética global. Actualmente, Perú es el segundo mayor exportador de cobre a nivel mundial, después de Chile, y un importante productor de pescado, frutas y hortalizas.

El informe enfatiza que la transición hacia una minería climáticamente inteligente podría ser una oportunidad clave para atraer inversiones a gran escala y garantizar la sostenibilidad ambiental. Este enfoque permitiría a Perú aprovechar la creciente demanda mundial de minerales críticos para la energía verde, al tiempo que fortalecería los ingresos fiscales y contribuiría al desarrollo económico.

“A pesar de la desaceleración económica general registrada en la última década, la agroindustria siguió teniendo éxito. En los últimos 20 años, el sector agrícola de Perú experimentó un auge impresionante en las exportaciones de cultivos de alto valor agregado, impulsado por la inversión y la innovación del sector privado. Entre 2000 y 2022, el valor total de las exportaciones agrícolas se multiplicó por 15, y la variedad de cultivos de exportación se diversificó considerablemente”, agrega.

El auge de los precios
El auge de los precios de los commodities y la liberalización del comercio en la década de 2000 beneficiaron principalmente a las regiones costeras y del sur, donde se concentran las industrias mineras más rentables. Créditos: "Perú: Aprovechando las oportunidades para el crecimiento y la prosperidad", del Banco Mundial

Disparidades regionales y desafíos de desarrollo

El desarrollo económico de Perú también está marcado por profundas disparidades regionales. Según el informe, las regiones del sur del país, favorecidas por el auge de la minería y la liberalización del comercio en la década de 2000, han experimentado un crecimiento económico más acelerado en comparación con otras áreas. Sin embargo, esta concentración de riqueza ha incrementado las desigualdades espaciales.

A pesar de estas disparidades, el informe señala que ha habido una convergencia en términos de pobreza. Desde principios de la década de 2000, los municipios con tasas de pobreza más altas han logrado mayores reducciones en comparación con aquellos con menores niveles de pobreza. Sin embargo, casi uno de cada tres peruanos aún vive en pobreza moderada, y uno de cada 20 en pobreza extrema.

“La elevada concentración de trabajadores en empleos de baja calidad y baja remuneración es un obstáculo para la reducción de la pobreza y el desarrollo económico. Incluso después de la recuperación posterior a la crisis de la COVID-19, los resultados del mercado laboral de Perú se mantuvieron en los niveles de una década atrás”, continúa.

El informe señala que liberar
El informe señala que liberar el potencial productivo de las mujeres podría ser una fuente clave de crecimiento.Créditos: "Perú: Aprovechando las oportunidades para el crecimiento y la prosperidad", del Banco Mundial

Reformas necesarias para un crecimiento transformador

El Banco Mundial concluye que Perú necesita una nueva generación de reformas audaces para superar sus desafíos estructurales y acelerar su crecimiento económico. Entre las medidas propuestas, se destaca la necesidad de mejorar las instituciones, aumentar la eficiencia del Estado y fortalecer los servicios públicos, especialmente en las regiones más rezagadas.

Además, el informe subraya la importancia de liberar el potencial productivo de las mujeres como una fuente adicional de crecimiento. Si la participación femenina en la fuerza laboral alcanzara niveles similares a los de los hombres para 2032, el PIB per cápita podría ser un 17,7 % más alto en 2050.

En definitiva, el informe del Banco Mundial y el CIES plantea un diagnóstico claro: Perú tiene el potencial para convertirse en un país de ingresos altos, pero para lograrlo será necesario implementar reformas estructurales profundas que impulsen la productividad, reduzcan la informalidad y promuevan un desarrollo más equitativo en todas las regiones del país.

El informe concluye que, si
El informe concluye que, si bien el camino hacia la categoría de país con ingresos altos es largo, Perú tiene las herramientas y los recursos necesarios para lograrlo en un plazo más corto, siempre y cuando se implementen las reformas necesarias para desbloquear su potencial económico. Créditos: "Perú: Aprovechando las oportunidades para el crecimiento y la prosperidad", del Banco Mundial