Línea 100 recibió más de 9.000 llamadas falsas solo en enero 2025: situación afecta la atención inmediata a víctimas

La alta cantidad de llamadas malintencionadas durante enero ha afectado la capacidad de la Línea 100 para brindar orientación a mujeres, niños y adultos mayores que enfrentan violencia en sus hogares

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Línea 100 recibió más de 9000 llamadas malintencionadas solo en enero del 2025 | Video: TV Perú

La Línea 100, un servicio fundamental para la atención de casos de violencia familiar y orientación a víctimas, ha registrado un aumento alarmante de más de 9,000 llamadas malintencionadas solo en el mes de enero del 2025. Este tipo de llamadas está afectando gravemente la labor de los operadores, quienes deben priorizar casos de emergencia y brindar orientación a quienes enfrentan situaciones de violencia.

Impacto de las llamadas malintencionadas

La Línea 100 atiende las 24 horas del día, los 365 días del año, y se ha consolidado como una herramienta clave para la protección de mujeres, niños, adultos mayores y cualquier persona víctima de violencia. Sin embargo, las más de 9,000 llamadas malintencionadas recibidas hasta ahora este año han interrumpido el flujo de comunicaciones efectivas. Este tipo de llamadas ocupa líneas telefónicas y recursos humanos, dificultando que los operadores puedan atender las emergencias reales.

Jaqueline Giraldo, coordinadora de la Línea 100, explicó que las llamadas malintencionadas no solo retrasan la atención de los casos urgentes, sino que también dificultan la posibilidad de ofrecer información o acompañamiento a quienes realmente lo necesitan. Las comunicaciones efectivas son aquellas en las que las personas buscan orientación para denunciar situaciones de violencia. Este tipo de llamadas impide que podamos atender a quienes realmente necesitan ayuda,” destacó Giraldo.

MIMP denuncia llamadas mal intencionadas
MIMP denuncia llamadas mal intencionadas a la Línea 100. (Foto: Composición)

Tipos de llamadas malintencionadas

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha clasificado las llamadas malintencionadas en varias categorías: llamadas silentes, perturbadoras y falsas. Cada una de estas categorías representa un tipo de comunicación que obstaculiza el trabajo de los operadores, quienes deben invertir tiempo y recursos para verificar o atender estas llamadas en lugar de centrarse en las emergencias reales.

El MTC ha establecido que las personas que realicen este tipo de llamadas serán sancionadas, buscando desincentivar este comportamiento irresponsable que pone en peligro la atención a las víctimas de violencia.

Atención a emergencias y orientación

La Línea 100 no solo se dedica a recibir denuncias, sino que también ofrece orientación y asistencia directa a las personas en situaciones de violencia. Además de brindar apoyo telefónico, la línea puede derivar casos al Programa Nacional Aurora, que envía equipos especializados, compuestos por abogados, psicólogos y trabajadores sociales, para atender directamente los casos en el lugar donde ocurren.

Ministerio de la Mujer. (Foto:
Ministerio de la Mujer. (Foto: Andina)

Giraldo enfatizó que el servicio está disponible en todo el país, y las personas pueden comunicarse desde cualquier parte del Perú, ya sea desde Arequipa, Cuzco o Tacna, y recibir la orientación necesaria.

Un llamado a la responsabilidad ciudadana

Las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía para que se abstenga de realizar llamadas malintencionadas que dificulten la atención de los casos reales. “Cada llamada falsa o perturbadora retrasa la atención de emergencias y puede poner en peligro la seguridad de quienes realmente necesitan ayuda,” subrayó Giraldo.

Es fundamental que las personas que estén experimentando violencia o que conozcan situaciones de abuso en su entorno se comuniquen de manera efectiva con la Línea 100 para recibir el apoyo necesario. El servicio continúa trabajando para asegurar que todas las personas que necesitan orientación o asistencia puedan obtenerla sin obstáculos.

La Línea 100 sigue siendo un recurso vital para la protección de quienes sufren violencia en el Perú, y su eficiencia depende de la colaboración de todos para garantizar que las emergencias sean atendidas de manera rápida y adecuada.