El niño de 12 años que ingresó a San Marcos visitó el Centro Nuclear de Huarangal

La energía nuclear dejó de ser solo teoría . En su visita al Centro Nuclear de Huarangal, un joven estudiante recorrió laboratorios y la sala de control del reactor RP-10, aprendiendo sobre aplicaciones científicas clave en salud, industria e investigación

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Luis Alexander Pimentel Lyakh visitó
Luis Alexander Pimentel Lyakh visitó el Centro Nuclear de Huarangal y recorrió las instalaciones del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN). (Andina)

Luis Alexander Pimentel Lyakh, el prodigio de 12 años que logró ingresar a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para estudiar Ingeniería Nuclear, continúa explorando su pasión por la ciencia. Recientemente, visitó el Centro Nuclear de Huarangal, en Carabayllo, donde fue recibido por el presidente del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), Rolando Páucar Jáuregui, así lo informó la agencia de noticias Andina.

Durante su recorrido, el joven estudiante conoció de cerca las instalaciones y el trabajo que realiza el IPEN en el campo de la energía nuclear. Exploró la sala de control del reactor RP-10, el laboratorio de irradiación y el laboratorio de biología molecular. En estos espacios, interactuó con especialistas y aprendió sobre las aplicaciones de la tecnología nuclear en distintos ámbitos, como la salud, la industria y la investigación científica.

Los profesionales del IPEN compartieron con él conocimientos clave sobre protección radiológica, los procesos de irradiación empleados para la conservación de alimentos y la esterilización de insumos médicos. También recibió información sobre los estudios de biología molecular que se desarrollan en el instituto. Esta experiencia le permitió reforzar su interés por la ciencia y su vocación por la Ingeniería Nuclear, el campo en el que decidió especializarse a pesar de su corta edad.

En el reactor RP-10, especialistas
En el reactor RP-10, especialistas del IPEN explicaron las aplicaciones de la energía nuclear en salud, industria e investigación científica. (Andina)

Un camino de aprendizaje y nuevos desafíos

Luis Alexander tomó la decisión de postular a San Marcos no con un objetivo fijo, sino con la intención de medir sus conocimientos. Así lo explicó en una entrevista con Agencia Andina, donde detalló que se preparó durante apenas dos meses para el examen de admisión. En ese proceso, contó con el apoyo constante de su hermana Emita, quien se convirtió en su principal compañera de estudio.

Sin embargo, sus aspiraciones no terminan en la universidad. Aunque su ingreso a una de las casas de estudio más prestigiosas del país representa un gran logro, Alexander ya mira más allá. Su próximo objetivo es participar en olimpiadas internacionales de matemática y física, disciplinas en las que ha demostrado gran habilidad. Además, en el futuro considera la posibilidad de estudiar medicina, lo que muestra su interés por ampliar sus conocimientos en distintas áreas del saber.

A pesar de su alto nivel académico, sigue siendo un niño con intereses propios de su edad. Le apasionan los deportes como el fútbol y la natación, y disfruta de su tiempo libre explorando su afición por los drones. Su familia destaca la importancia de equilibrar su formación intelectual con actividades recreativas que le permitan desarrollarse integralmente.

Durante su visita, conoció los
Durante su visita, conoció los laboratorios de biología molecular y de irradiación, donde aprendió sobre la conservación de alimentos y la esterilización de insumos médicos. (Andina)

El apoyo incondicional de su familia

El éxito de Luis Alexander no sería posible sin el respaldo de su familia. Su madre, Olga, originaria de Ucrania, habla con orgullo sobre el entusiasmo incansable de su hijo por el aprendizaje. “Me siento muy orgullosa, es mucha emoción, orgullo y alegría. Mi hijo disfruta de aprender, siempre ve programas en internet de cosas novedosas, de biología, ingeniería”, expresó.

Su padre, Rolando, también destaca la importancia del apoyo familiar para mantener el equilibrio entre el estudio y la niñez. “Siempre ha sido dedicado y le gustan mucho los estudios. Le gusta bastante su colegio, le encantan los drones, le encanta la natación, el fútbol. Es un niño de su edad que disfruta de su niñez”, comentó.

La educación de Alexander no ha estado enfocada únicamente en su desarrollo académico, sino también en fortalecer su curiosidad y motivarlo a seguir aprendiendo. Su familia ha sido clave en ese proceso, permitiéndole acceder a recursos y experiencias que nutran su conocimiento y despierten nuevas inquietudes en él.

Acompañado por expertos, amplió su
Acompañado por expertos, amplió su conocimiento en protección radiológica y en los procesos de irradiación que se desarrollan en el IPEN. (Andina)

Un futuro prometedor

La visita al Centro Nuclear de Huarangal representa un paso más en el camino de Luis Alexander Pimentel Lyakh hacia una carrera en la ciencia. La oportunidad de conocer de cerca el trabajo del IPEN y compartir con expertos en energía nuclear le permitió ampliar su visión sobre el impacto de esta disciplina en diversos sectores.

Mientras continúa con sus estudios en San Marcos, su determinación y curiosidad seguirán marcando su camino. Su historia es una prueba del talento que puede encontrarse en las nuevas generaciones y de cómo el apoyo familiar y el acceso a oportunidades pueden impulsar el desarrollo de jóvenes con habilidades excepcionales.

Por ahora, Alexander sigue siendo un niño que, además de desafiar los límites académicos con su inteligencia, disfruta del juego, la exploración y el aprendizaje. Entre libros, experimentos y momentos de esparcimiento, su futuro promete estar lleno de logros y descubrimientos.