El auge de la inversión inmobiliaria en Perú: tecnología, medio ambiente y nuevas tendencias de compra que redefinen el mercado

En los últimos años, el mercado inmobiliario en Perú ha experimentado una drástica transformación, impulsada por la combinación de avances tecnológicos, la creciente preocupación por el medio ambiente y un cambio en las preferencias de los compradores. De acuerdo a un análisis de Ciudapolis, el perfil del comprador peruano ha evolucionado notablemente, sobre todo, en los últimos 18 meses.

Los consumidores ya no buscan únicamente una vivienda para uso familiar, sino que ahora consideran factores como la rentabilidad a largo plazo. De acuerdo con Jorge Loza, fundador de Ciudapolis, el impacto de las megaobras de infraestructura en el mercado inmobiliario ha sido contundente, por lo que estas tendencias están redefiniendo el desarrollo urbano y las estrategias de inversión en el país.

“El cliente actual no solo quiere una casa bonita, sino que también evalúa el potencial de inversión del terreno”, explica Loza en diálogo con Infobae Perú.

Este cambio de mentalidad ha llevado a muchos a adquirir propiedades en zonas estratégicas, como Huaral y Chincha, donde grandes proyectos de infraestructura, como el megapuerto de Chancay y el tren de cercanías, han incrementado el valor de los terrenos de manera exponencial.

En Huaral, los terrenos que hace algunos años se adquirían a 10 dólares por metro cuadrado ahora superan los 50 dólares por metro cuadrado, lo que representa un incremento de cinco veces en su valor. Este fenómeno también se observa en Chincha, donde el desarrollo del tren de cercanías y la mejora de las carreteras han generado un aumento en la demanda de terrenos.

Loza destacó que la clave del éxito para los desarrolladores inmobiliarios radica en elegir ubicaciones estratégicas que se beneficien de estas obras de infraestructura. “Es fundamental identificar terrenos que no solo sean atractivos para los compradores, sino que también ofrezcan un alto potencial de revalorización a futuro”, afirmó.

Otro aspecto relevante señalado por Loza es la creciente migración de compradores hacia zonas fuera de Lima. Según explicó, la falta de espacios adecuados en la capital, sumada a los altos costos de los terrenos y departamentos, ha llevado a muchas personas a buscar opciones en provincias cercanas.

En Lima, los terrenos amplios son prácticamente inaccesibles para la mayoría de los compradores, con precios que pueden superar el medio millón de dólares por 500 metros cuadrados. Además, la tendencia hacia la construcción vertical ha reducido el tamaño de los departamentos, mientras que el costo por metro cuadrado sigue en aumento. En distritos como San Isidro, Miraflores y San Borja, el precio del metro cuadrado puede superar los 3.000 dólares, dejando fuera del mercado a gran parte de la población.

En contraste, zonas como Huaral y Chincha ofrecen terrenos más amplios, con un clima favorable, menor contaminación y la posibilidad de desarrollar viviendas con espacios abiertos, biohuertos y áreas comunes. “La gente busca alejarse del ruido, la inseguridad y el estrés de la ciudad para vivir en un entorno más saludable y en contacto con la naturaleza”, señaló Loza.

El fundador de Ciudapolis también destacó la importancia de incorporar elementos sostenibles en los proyectos inmobiliarios. Según explicó a Infobae Perú, sus desarrollos incluyen características como paneles solares, sistemas de ahorro de agua y áreas verdes diseñadas para fomentar el bienestar de los residentes.

Loza subrayó que el contacto con la naturaleza no solo mejora la calidad de vida, sino que también tiene beneficios comprobados para la salud. “Estar en un entorno tranquilo, lejos del ruido y la contaminación, regula el sistema nervioso y contribuye a la longevidad”, afirmó. Además, mencionó que los biohuertos permiten a las familias cultivar alimentos sin pesticidas, promoviendo una alimentación más saludable.

En términos de demanda, Loza señaló que el sector residencial sigue liderando el mercado inmobiliario, mientras que las oficinas y espacios comerciales han perdido protagonismo desde la pandemia. Según explicó, el auge del teletrabajo y la implementación de tecnologías como la inteligencia artificial han reducido la necesidad de espacios físicos para muchas empresas.

En cambio, la demanda de viviendas sigue en aumento, especialmente en países como Perú, Chile, Colombia y Ecuador, donde el sector residencial representa más del 40% de la demanda inmobiliaria. Sin embargo, Loza advirtió que la oferta actual no es suficiente para cubrir esta demanda, lo que plantea un desafío tanto para los desarrolladores como para las autoridades gubernamentales.

El acceso a los créditos hipotecarios es otro tema crucial en el mercado inmobiliario. Según Loza, aunque las tasas de interés se han mantenido relativamente estables, el sistema actual fomenta el endeudamiento a largo plazo, lo que puede afectar la calidad de vida de los compradores.

Loza explicó que muchas personas no son conscientes de los costos reales de un crédito hipotecario. Por ejemplo, un departamento de 70 metros cuadrados que cuesta 200.000 dólares puede terminar costando el doble después de 25 años de pagos, debido a los intereses y otros cargos asociados.

Como alternativa, Loza sugirió considerar opciones más económicas, como la compra de terrenos en condominios, que permiten construir viviendas más amplias a un costo menor. “Con una inversión inicial similar, es posible adquirir un terreno de 250 o 300 metros cuadrados y construir una casa que cueste la mitad de lo que cuesta un departamento pequeño en Lima”, afirmó.

Finalmente, Loza destacó la importancia de la educación financiera para tomar decisiones informadas en el mercado inmobiliario. Según explicó, el sistema actual está diseñado para beneficiar a los grandes empresarios, mientras que los consumidores carecen de la información necesaria para maximizar sus recursos.

“El sistema educativo no enseña conceptos básicos de finanzas, lo que lleva a muchas personas a endeudarse sin considerar otras opciones”, señaló. Como ejemplo, mencionó estrategias como el apalancamiento financiero, que permiten invertir en propiedades sin recurrir a créditos bancarios.