Arañas venenosas en casa: cuáles son y qué hacer ante una mordedura

El Ministerio de Salud (Minsa), a través del Hospital Nacional Cayetano Heredia (HNCH), reportó un incremento significativo en los casos de mordeduras de arañas venenosas durante el verano. Según informó la institución, en el 2024 se registraron 120 casos en el HNCH, muchos de ellos derivados de otros centros de salud a nivel nacional.

Este aumento ha llevado a las autoridades a reforzar las recomendaciones para actuar de manera rápida y evitar alcanzar dicha cifra en el presente año, ya que durante el verano es común notar una mayor actividad de arañas en diferentes entornos. Este fenómeno tiene varias explicaciones relacionadas con el comportamiento biológico de estos arácnidos.

Las arañas son animales ectotérmicos, lo que significa que su actividad depende de la temperatura ambiental. El aumento de las temperaturas favorece un mayor metabolismo. Los machos, en particular, se vuelven más activos en su búsqueda de hembras para aparearse. Esto los lleva a moverse más frecuentemente y a salir de sus escondites habituales a cazar con mayor frecuencia para satisfacer sus necesidades energéticas.

Entre las especies de arañas venenosas que representan un mayor riesgo para la población se encuentran la araña casera (Loxosceles laeta) y la viuda negra (Latrodectus). Según detalló el Minsa, la araña casera, también conocida como “araña de los rincones”, es de tamaño pequeño, con un cuerpo que mide entre 8 y 12 milímetros (0,3 y 0,5 pulgadas) de largo, aunque con las patas extendidas puede alcanzar hasta 45 milímetros (1,8 pulgadas). Su color pardo y la característica mancha en forma de violín en su cefalotórax la hacen fácilmente identificable.

La mordedura de esta especie puede provocar necrosis en la piel, es decir, la muerte de los tejidos en la zona afectada, así como otros efectos sistémicos graves. Por su parte, la viuda negra, reconocida por su cuerpo negro brillante y la marca roja en forma de reloj de arena en su abdomen, genera síntomas como dolor progresivo, sudoración excesiva y adormecimiento en el área de la mordedura. En casos más severos, el dolor puede extenderse hacia el abdomen, la espalda baja o el pecho, lo que subraya la necesidad de buscar atención médica inmediata.

La Dra. Elvia Ximena Tapia Ibáñez, especialista en Toxicología, explicó que “es fundamental acudir de inmediato a un centro de salud para una valoración y tratamiento adecuado”; mientras que el Dr. Moisés Torres Maure, jefe del Servicio de Emergencia del HNCH y especialista en toxicología clínica, enfatizó la importancia de no intentar capturar ni matar al arácnido en caso de mordedura. En su lugar, sugirió tomar una fotografía del animal para facilitar su identificación por parte de los especialistas. Este procedimiento permite determinar con mayor precisión el tratamiento necesario.

Según informó el Minsa, el hospital cuenta con los recursos necesarios, incluyendo sueros y antídotos, para tratar envenenamientos de este tipo. Esto garantiza una respuesta eficaz ante emergencias toxicológicas y contribuye a proteger la salud de la población.

Además de las indicaciones para actuar en caso de mordedura, el Minsa ha emitido una serie de recomendaciones para prevenir el contacto con arañas venenosas. Entre estas medidas se incluye mantener los espacios limpios y libres de acumulación de objetos, especialmente en rincones oscuros y poco ventilados, donde estas especies suelen refugiarse. También se aconseja sacudir la ropa y los zapatos antes de usarlos, así como revisar las camas y otros muebles antes de acostarse o sentarse.