
La publicación del informe ‘Perú: Evolución de la Pobreza Monetaria 2014-2023′ por parte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) permitió revelar cómo es que la contracción de la economía en el Perú afectó a la educación de los sectores más afectados de la ciudadanía durante el año 2023.
El documento realiza una segmentación de la población de 15 años a más en cuatro grupos: Pobre, Pobre Extremo, No Pobre y Vulnerable. Cada uno presenta estadísticas diferentes de acceso a la educación superior (universitaria y de postgrado) y es notoria la diferencia entre los ciudadanos que viven en situación de pobreza extrema en comparación con aquellos considerados ‘No Pobres’.
El 35,2 % de los ciudadanos mayores de 15 años y que además están en la categoría ‘No Pobres’ tuvieron acceso a educación superior durante el año 2023; aproximadamente cinco veces más que los datos reportados sobre acceso a este nivel educativo que la población en pobreza extrema (6,6 %)

La población en situación de pobreza tuvo un mayor acceso a la educación superior, que alcanzó al 14,1 % de este grupo de la ciudadanía. Sin embargo, la cifra sigue siendo considerablemente menor al sector de ‘No Pobres’. La población vulnerable (no pobre, pero con posibilidad de caer en pobreza) se ubica en un 21,1 %.
Ciudadanos en extrema pobreza estudian menos años
La información revelada por el informe del INEI también realiza un análisis de la cantidad de años de estudio en promedio que tiene la ciudadanía con base a su situación de pobreza. En este caso, se divide a la población en seis grupos: Pobre (8,5 años), Pobre extremo (7,2 años), Pobre no extremo (8,8 años), No pobre (10,4 años), Vulnerable (9,1), y No vulnerable (11,2 años).
Por otro lado, también se hace una diferencia sobre la cantidad de años que estudian -en promedio- los ciudadanos que viven en zonas urbanas y rurales. En este caso, por ejemplo, se indica que “los pobres del área urbana llegaron a estudiar 9,3 años, y los pobres del área rural 6,3 años. Mientras que la población no pobre del área urbana logró estudiar 10,9 años; y en el área rural, 7,3 años de estudio”, según INEI.

En el caso de los ciudadanos en extrema pobreza, incluso en este segmento se pueden ver diferencias claras en el acceso a la educación. Aquellos que viven en un contexto urbano, por ejemplo, en zonas urbanas los pobres extremos acceden en promedio a 8,7 años de educación (segundo de secundaria), mientras que este mismo sector en zonas rurales apenas logra tener 6 años de educación, por lo que apenas logran finalizar su educación primaria.
“En el año 2023, la asistencia a educación inicial de los niños de 3 a 5 años de edad en situación de pobreza alcanzó el 78,6 %; mientras que, la asistencia de los niños no pobres fue de 84,3%, siendo mayor en 5,7 puntos porcentuales”, se indica en el documento.
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