
En Uruguay, el sistema de seguridad social necesita de nuestra atención y del celoso cuidado de la clase gobernante, juntamente con nuestros representantes y las organizaciones representativas de empleadores y trabajadores. La múltiple atomización de entidades entre estatales, paraestatales y privadas ha generado un universo de “compartimientos estancos” donde las pasividades tienen tratamientos distintos dependiendo a la entidad que se referencien y hasta las propias entidades son objeto de tratamientos diferenciados en su estructura/financiación.
Existen actualmente 6 entidades que se ocupan del cometido jubilatorio/pensionario, 3 de naturaleza paraestatal y 3 de naturaleza estatal:
- Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias (CJPB): de naturaleza paraestatal, ampara trabajadores, directores, administradores, socios y síndicos, con carácter rentado de bancos públicos y privados; empresas de intermediación financiera, autorizadas por el poder ejecutivo; banco de seguros del estado; compañías de seguros; bolsa de comercio, empresas administradoras de crédito; empresas prestadoras de dinero; cooperativas de ahorro y crédito; empresas que presten servicio de transporte de valores; entidades gremiales de la actividad de intermediación financiera con personalidad jurídica de patronos trabajadores, jubilados, pensionistas; empresas propiedad de las instituciones, entidades y empresas afiliadas que desarrollen actividades que integren la unidad técnico-económica de las mismas -incluidos los fondos de inversión y los fideicomisos-; la propia caja y la corporación de protección del ahorro bancario.
- Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios (CJPPU): de naturaleza paraestatal, ampara abogados, agrimensores, arquitectos, bibliotecólogos, ciencia política, ciencias antropológicas, ciencias biológicas, ciencias de la comunicación, ciencias históricas, contadores, economistas, lic. (cc.ee.), diseño, educación, educación física, enfermera/o, estadística, filosofía, física, fisioterapia, fonoaudiología, geografía, geología, humanidades, ingenieros agrónomos, ingenieros civiles, ingenieros industriales, laboratorio clínico, letras, lingüística, marketing, matemáticas, médicos, neumocardiología, nutricionistas, odontólogos, oftalmología, parteras, procuradores, procuradores sin título, psicología, psicomotricidad, psicopedagogía, químicos farmaceúticos, químicos industriales, radiología, relaciones internacionales, relaciones laborales, sociología, tecnología odontológica, trabajo social, traductores públicos, turismo y veterinarios.
- Caja Notarial de Seguridad Social (CNSS): de naturaleza paraestatal, ampara escribanos, empleados de escribanía, empleados de caja notarial y empleados de la asociación de escribanos del uruguay.
- Caja Militar o Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas (SRPFFAA): de naturaleza estatal, ampara al personal militar retirado o a causahabientes del personal militar retirado.
- Caja Policial o Dirección Nacional de Asistencia y Seguridad Social Policial (DNASSP): de naturaleza estatal, ampara al personal policial retirado o a causahabientes del personal policial retirado.
- Banco de Previsión Social (BPS): de naturaleza estatal, ampara trabajadores dependientes de la actividad privada, trabajadores del sector público, trabajadores no dependientes, jubilados y pensionistas.
Del análisis de estas distintas entidades, surgen diferencias en cuanto a su forma de administración, estructuración y financiación que no son menores ni carecen de relevancia. Mientras que la CJPB y la CNSS cuentan con directorios honorarios, la CJPPU y el BPS cuentan con un directorio remunerado, el SRPFFAA cuenta con 1 Director y 1 Subdirector remunerados y la DNASSP cuenta con 1 Director y 2 Coordinadores remunerados. Esto sin contar los diversos mandos altos y medios que se repiten en todas estas entidades: gerentes generales, gerentes o jefes de área, asesorías técnicas, etc.
Todas estas entidades tienen su financiación mediante los distintos aportes de sus poblaciones activas (y en determinados casos, aportes especiales sobre sus poblaciones pasivas), no siendo suficientes estos para afrontar sus gastos operativos ni los gastos originados en las prestaciones que deben cubrir. Es por ello que se han buscado otras formas de obtener el dinero faltante.
Las distintas cajas paraestatales han realizado inversiones de distintos tipos: inmobiliarias, ganaderas, forestales, financieras. Dependiendo de que entidad sea, tendrán unas u otras inversiones. La CNSS cuenta con los 4 tipos de inversiones, la CJPPU cuenta con 2 tipos de inversiones (inmobiliarias y financieras) y la CJPB cuenta con 2 tipos de inversiones (forestales y financieras), pero a su vez la Ley Nacional Nº 20.208 le permite tomar préstamo con organismos multilaterales que integre la R.O.U. y emitir deuda soberana (tomaron préstamo del FONPLATA el 17/09/2024 por U$S 25.000.000 a tasa 5,97% y emitieron títulos de deuda pública el 17/10/2024 por U$S 80.000.000 a tasa 3,15%). ¿No resulta paradójico que solo 1 caja paraestatal y no las 3 puedan tomar préstamos o emitir títulos de deuda?
Las distintas cajas estatales no tienen dentro de su giro el poder realizar inversiones, apenas el BPS participa de una AFAP (situación que se verá más adelante), por lo que el dinero que falta para cumplir con su operativa es obtenido de distintos ingresos estatales: Rentas Generales o Impuestos Especiales. El I.A.S.S. (Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social) ha recaudado en 2024 $16.696.862.186, siendo contribuyentes de este impuesto jubilados, pensionistas y beneficiarios de otras prestaciones de retiro, sean de instituciones públicas o privadas.
Se generan situaciones raras y entrecruzadas: mientras que las cajas estatales terminan siendo financiadas por rentas generales (impuestos de todo tipo) o impuestos específicos (IASS que también pagan los beneficiarios de las cajas paraestatales), las cajas paraestatales, en determinadas situaciones, terminan también recibiendo financiación estatal de rentas generales cuando necesitan un salvataje (ver el último caso de actualidad de la CJPPU). ¿Acaso no hay un traspaso de fondos estatales a todas las cajas? ¿No debería ser entonces una cuestión absoluta de Estado la Seguridad Social? Se terminan dando soluciones “a medida” dependiendo la caja de que se trate, cuando deberían adoptarse soluciones más genéricas y que se perpetúen en el tiempo, tomando de cada caja lo mejor y descartando lo peor.
¿Qué se podría hacer para tener un mejor manejo de la Seguridad Social? La clase política y el gobierno no dan una solución absoluta y general, mantienen las mismas estructuras existentes y solo solucionan los problemas que se generan, no pensando a largo plazo. Se debe generar una superestructura de Seguridad Social, emulando la superestructura existente en la Educación Pública ANEP.
Es hora de que exista un nuevo organismo estatal, pasando a ser un organismo que aglutine en él las 3 cajas paraestatales y las 3 cajas estatales, pues la Seguridad Social es un asunto de Estado y Política Nacional (debiéndose para ello realizar los cambios constitucionales/legales pertinentes e indemnizaciones, de corresponder).
Este nuevo organismo debería centralizar en un solo Consejo Directivo Central los diversos directorios y direcciones hoy existentes en las diversas cajas, pasando además a tener asesorías y jefaturas únicas, en vez de las múltiples y repetidas que hoy tenemos (de 6 a 1 asesoría letrada, notarial, contable, financiera, informática, etc.). Pasar a tener sede en 1 o 2 edificios como mucho y no usar los 6 inmuebles que actualmente ofician de sede de cada caja, pasando a tener otros recursos que explotar en cumplimiento del cometido de seguridad social. Además, debería permitirse que este nuevo organismo pueda tomar préstamos ante organismos multilaterales, que integre la R.O.U. y que pueda emitir títulos de deuda pública. Y permitirle también realizar y gestionar las diversas inversiones Inmobiliarias, Ganaderas, Forestales, Financieras, que en una cartera centralizada podrán potenciarse y efectivizarse.
Pero el asunto de la Seguridad Social no se circunscribe en las cajas estatales y paraestatales. Existen las denominadas AFAP (Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional), que son entidades que reciben un porcentaje de los aportes a la seguridad social de los trabajadores e invierten esos fondos, generando rentabilidad para los trabajadores y las propias entidades.
Las AFAP son 4:
- República AFAP S.A.: de capital estatal, con participación del Banco de la República Oriental del Uruguay, Banco de Previsión Social y Banco de Seguros del Estado.
- A.F.A.P. SURA S.A.: de capital privado Grupo SURA S.A. de Colombia, anteriormente Afinidad AFAP.
- INTEGRACION A.F.A.P. S.A.: de capital privado Banco Bandes Uruguay S.A., CABAL y FUCAC.
- AFAP Itaú S.A.: de capital privado Banco Itau Uruguay S.A..
Evidentemente, las rentas producidas por la AFAP estatal luego volverán al Estado por ser sus participantes entidades públicas. ¿Pero qué ocurre con las rentas producidas por las AFAP privadas? Esas rentas no son volcadas a las arcas estatales, sino que son volcadas a las distintas entidades privadas que las integran, y ninguna de ellas deja de lucrar con el dinero de los trabajadores, por más que les retribuyan una parte de la ganancia que obtienen mediante los aportes de los asalariados.
¿Resulta justo este sistema? ¿Acaso debe ser la Seguridad Social un negocio lucrativo para los privados? ¿No sería más beneficioso para la Seguridad Social que la totalidad de las rentas generadas con los aportes de los trabajadores que se invierten se destinen en un 100% a las prestaciones que sirve la Seguridad Social? Debe darse un profundo debate de si es legítimo que entidades privadas lucren con el dinero de los trabajadores, cuando el Estado debe luego desembolsar dinero público para salvar las distintas cajas.
Que exista una única entidad de tipo AFAP y que esta sea la integrada por instituciones públicas llevaría a un sistema en el que todas las rentas generadas por inversiones de los dineros de los asalariados sean destinadas a la propia seguridad social, generándose así un verdadero círculo virtuoso donde el dinero de los trabajadores quedará para los jubilados y pensionistas.
La inspiración de los primeros sistemas de seguridad social es la solidaridad intergeneracional, donde la clase activa y aportante contribuye con sus dineros al financiamiento de la clase pasiva no aportante. Este sistema es el que el mundo ha conocido y sobre el que se ha venido funcionando, no debiendo nunca habernos apartado de él al permitir que los privados lucren con los dineros destinados a nuestros jubilados y pensionistas, atentando contra el derecho a tener asegurado el pan para toda la vida.
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