
Milei bucea en las profundidades del voto popular. Va a fondo. Rastrea en las oscuridades, en los bordes del socavón social. Tensiona, transgrede, provoca. Es una estrategia audaz pero empieza a volverse nítida.
Abajo en lo más hondo la vida raspa, fatiga, duele. Allí sobreviven los resilientes en la desesperanza y los resentidos a fuerza de abandono y desolación. Hasta allí pretende bajar, el presidente anarcocapitalista, hasta dónde no llega el medio mundo electoral.
En la segunda etapa de esta seguidilla de desdoblamientos comiciales va hacia el voto desesperado que no calcula, el que demanda desde la urgencia, el que no tiene remilgos ni repara en legalismos ni ñoñerías.
De eso se trata. Milei no está para dejarse trabar por demandas de institucionalidad. Está lanzado a ofrecer soluciones vistosas, ya, ahora mismo. Nada visibiliza más esa pulsión que la arremetida hacia el canuto.
El mismísimo lunes postelectoral en plena resaca de la victoria, Milei salió fuerte a instalar la idea de que quienes eludieron el peso del impuesto inflacionario encanutando verdes merecen un reconocimiento, un homenaje. Jugó al límite. Aseguró que no es de su incumbencia cómo se consiguieron esos dólares, que no está para perseguir delincuentes sino para liberar a los argentinos. Le bajó el precio a los contribuyentes. Necesita conquistar a los que sobreviven en la informalidad. A los evasores seriales ya los tiene.
“Lo lamento por el que no pudo escapar…Quizás no tuvo el talento o las agallas para salir del sistema…el que pudo hacerlo no hizo nada malo ... .Al que pudo safar no lo tengo que castigar porque pudo huir…”.
Más allá de los objetivos a los que apunta la “dolarización endógena” en orden a mover la economía auspiciando el ingreso los dólares crocantes y sonantes, las medidas anunciadas gatillan un fuerte impacto emocional.
Bajo el pomposo título de “Plan de Reparación Histórico del Ahorro de los Argentinos”, el Gobierno toca un nervio sensible porque visibiliza y expone uno de los reflejos más entrenados por el argentino promedio de este tiempo: el resguardo de valor.
El ministro Caputo usó la palabra más ajustada: reivindicación. De eso se trata. De remonetizar la economía, reivindicando el canuto.
Al hurgar en la entretela de los colchones, se emiten guiños de heroica legitimidad al nunca bien ponderado “canuto”. Milei lo dijo, celebró la astucia de los que lograron escapar al Estado recaudador, a los que burlaron la legalidad impositiva para hacerse de una reserva tan verde como oculta.
El “Tus dólares, tu decisión” de Adorni va en el mismo sentido. La comunicación oficial consiente y empodera, le otorga estatus al canuto.

“Canuto” en el lenguaje de los argentinos remite al ahorro que se oculta, a esa reserva de dinero, que los desconfiados y precavidos guardan en físico para usar en un momento adecuado.
El lunfardo consagró la palabra “canuto” y las feroces restricciones de las últimas décadas convirtieron al bulto del billete escondido en un clásico de la argentinidad.
“La cosa está brava, hay que hacer canuto por si se viene la noche”.
“Tené cuidado, que si metés todo en el canuto y no lo movés, te lo come la inflación”.
A esta altura del debate importa aclarar. No todos los dólares colchoneros son negros. Algunos son grises. No todo lo encanutado es recurso ganado en la informalidad.
Están los que llevaron a verde el dinero blanco para prevenirse de una devaluación, los que escondieron en latas de galletitas y alacenas sus escasísimos ahorros. No son todos, claro.
El plan “colchón” no solo alivia a los sectores medios altos, que supieron y pudieron hacerse de un canuto suculento, también es celebrado por la clase media en vertiginoso descenso que no se resigna a caer. También alivia a ese pequeño ahorrista, previsor y perseguido, al que interpela el mandato libertario con esta medida tan extrema como, para muchos, controvertida.
Resta saber si esta llamada del oficialismo logra movilizar la lógica tan arraigada en la cultura nac and pop que reza: “El canuto es el canuto”.
La expresión típica del habla popular reafirma un convencimiento: el canuto es sagrado, lo que se guarda no se toca, es plata que está fuera del sistema que no se invierte a la ligera y no se confiesa que se tiene.
Los especialistas en derecho tributario recomiendan esperar. Hace falta conocer la letra chica del anuncio y las leyes que garantizarán no exponerse a futuros sobresaltos.
Entusiasmadísimo el ministro de Economía avanzó con algunas inquietantes precisiones.
Se trabaja para aprobar una ley que suba el umbral de lo que es penal tributario y -más importante- se está reduciendo los años de prescripción para que la transgresión que supone salir a gastar un dinero oculto esté prescrita antes de un cambio de gobierno.
“Si querés mayor seguridad y que la ley pase vas a tener que votar a los que estamos promoviendo esto”, se sincera el Ministro.
Milei reaccionó al éxito en las urnas del domingo de gloria con irascibilidad. Lejos de aplacarlo, el maravilloso resultado que obtuvo LLA en las elecciones del domingo, lo encendió. En la mañana del lunes salió a asestar la estocada final a Macri. Un ex presidente abatido que solo logró expresar desilusión y enojo.
“Yo entiendo que él, para algunas cosas ya está grande y no entiende”, respondió Milei al ser consultado sobre la pieza de IA fake que mostró a Macri bajando a su candidata y llamando a votar a Adorni.
Después de la revolcada que Milei le propinó, Macri quedó atrapado sin salida.
“Revancha o reposera”, ironizaba en el día después de la debacle un connotado dirigente opositor que supo caminar por las veredas amarillas.
Macri tardó menos de cuatro horas en despegar hacia Madrid. Una fuga hacia las poltronas. Aquí quedó Ritondo a quién le comisionó acordar con LLA siempre en modo orgánico. Un imposible.
El resultado del domingo ayudó a ordenar el escenario político preelectoral de acuerdo a los designios del oficialismo. Parafraseando a Santiago Caputo se podría decir que todo marcha de acuerdo al plan. TMAP: Milei se quedó con la marca de la derecha, sacó a Mauricio Macri del medio. Hundió al PRO con su líder y fundador adentro.
Las escaramuzas de los últimos días, en cambio, otorgaron sobrevida política a Cristina Kirchner. Con la caída de Ficha Limpia y ausente en la campaña de CABA, CFK mantuvo su chapa como lideresa de la izquierda. Se prepara para seguir participando.
La decisión de Axel Kicillof de adelantar las elecciones obliga a oficialismo y oposición a buscar acuerdos y presentarse en unidad. La fragmentación de los espacios ideológicamente afines no le sirve ni a la LLA ni a el kirchnerismo.
Adorni fue claro, Milei también. La tabula rasa funciona como una suerte de indulgencia plenaria. Para entrar al reino de las Fuerzas del Cielo se impone un acto de contricción y dejar de lado egos y personalismos. Desde este domingo el acceso al firmamento libertario solo está permitido a los incondicionales.
El 7 de septiembre el electorado de la provincia de Buenos Aires concurrirá a votar en ocho secciones de manera simultánea. En cada una de ellas se elegirán legisladores provinciales y concejales para los municipios.
La “madre de todas las batallas” se librará en la Primera y en la Tercera Sección Electoral.
Se trata de distritos populosísimos. Ambas jurisdicciones concentran más de 4 millones de habitantes cada una. Son muchos más grandes que varias provincias argentinas. Es inevitable que más allá de lo que se elige, la campaña se nacionalice. Por sus características la elección bonaerense impone pragmatismo.
CFK anunció que presentará su candidatura a diputada provincial en la Tercera. Está dispuesta a ponerle el cuerpo a un territorio que sigue autopercibiendo como propio.
En un comicio en el que los votos se traccionan desde abajo de la lista, el peso de los intendentes será decisivo. Tendrá que sortear, no obstante, la interna feroz con el gobernador Kicillof que afecta la integridad del peronismo.
LLA también está obligada a jugar fuerte y en unidad. Los armadores libertarios están trabajando para integrar a referentes del PRO en su propuesta. Después de la contundente derrota de los amarillos en CABA hay lista de espera en la Provincia para pasarse al violeta. Nadie se quiere quedar afuera.
No todo el antikirchnerismo juega alineado con los libertarios. Son varios los intendentes peronistas que están esperando una definición de Axel Kicillof. Si no rompe con Cristina están dispuestos a ir por afuera. Ya se trabaja en un posible armado que concentraría a todos aquellos que consideran que el liderazgo de CFK ya fue o no están dispuestos a jugar para ella. Las reuniones se suceden y la impaciencia con el gobernador crece.
Los jefes comunales exploran una posible tercera vía del PJ provincial en las que se anotarán los dirigentes que no están ni con Kicillof ni con Cristina. Julio Zamora, de Tigre, Fernando Gray de Esteban Echeverría, Juanchi Zabaleta de Hurlingham entre otros. Guillermo Britos, intendente de Chivilcoy, entre los más activos.
En ese contexto reaparece Facundo Manes quien se abre del radicalismo y presenta un nuevo espacio: “Para adelante”. La presentación se hizo en Casa de Sarmiento en Tigre. Es bien recibido en el muy amigable terruño político de Julio Zamora.
“El peronismo tiene que ir unido sino son todos ‘marritas’”, afirma un dirigente que conoce a fondo la política bonaerense. Se refiere a Ramiro Marra que jugó con lista propia en la capital y quedó afuera de todo.
Manes es solo uno de los legisladores nacionales que exploran una tercera vía. Hay una transversalidad en conversación que sostiene que la Argentina necesita una fuerza de centro en condiciones de generar una alternativa. Si bien han acompañado al oficialismo en varias iniciativas, hoy son clara oposición.
Son contundentes en sus definiciones. Consideran que “la marginalidad de la casta está en el poder”, que el Congreso está cancelado y que vivimos en una “vetocracia”. Hoy se perciben como árbitros entre dos tribunas: libertarios y kirchneristas. Y aseguran que por mejor que le vaya a LLA en octubre, no alcanzará el número necesario para imponer una Ley. Si lograrán consolidar el número que le permita proteger los vetos sin el auxilio de terceros.
Los que se inscriben en este espacio todavía no encuentran la respuesta a una pregunta que los atormenta. ¿Cómo pasar de ser árbitros a ser alternativa?
La política de este tiempo se juega en el plano comunicacional. En ese territorio los libertarios vienen ganando por lejos.
En declaraciones que quedarán para el historial de los disparates, Carlos Bianco, jefe de Gabinete y mano derecha de Axel Kicillof aseguró que “limitar la reelección indefinida de intendentes, legisladores y concejales es proscriptivo”. El tema, cuyo tratamiento en el Senado bonaerense fracasó esta semana, suma millas al litigio entre camporistas y kicillofistas.
Frente a las decadentes definiciones ideológicas del kicillofismo, la temeridad de Milei sigue brillando y conquista lealtades.
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