Los sectores que más podrían beneficiarse con Trump al mando y consejos para invertir de forma inteligente

Es probable que el próximo gobierno de EEUU ponga un énfasis particular en la infraestructura, un sector que históricamente ha sido un motor clave para la economía de es país, impulsando tanto la creación de empleo como el fortalecimiento de sectores estratégicos.

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El presidente electo de Estados
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump (EFE/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH)

Con la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el país atraviesa un proceso de reconfiguración política y económica, cuyo impacto ya se refleja en los mercados. Cada nuevo nombramiento en su gabinete provoca reacciones entre los inversores, quienes analizan el perfil de los funcionarios y las políticas que podrían implementar, ajustando sus estrategias en función de la dirección que tome la administración.

En este contexto, es probable que el gobierno de Trump ponga un énfasis particular en la infraestructura, un sector que históricamente ha sido un motor clave para la economía de EEUU, impulsando tanto la creación de empleo como el fortalecimiento de sectores estratégicos. Asimismo, se anticipa un enfoque proteccionista, destinado a fortalecer la economía interna. Estas políticas podrían contribuir a una apreciación del dólar en el mediano plazo.

Por eso, sectores como el de la construcción, con empresas como Caterpillar o General Electric, podrían beneficiarse en este segmento. Además, la continuidad de inversiones en infraestructura favorecería a compañías de defensa como Lockheed Martin Corp. También, organizaciones como Pfizer, actualmente con precios similares a los de 2020, podrían verse beneficiadas por este movimiento, aunque no estén directamente ligadas al sector.

Por otro lado, se espera que Trump estimule la expansión de energías tradicionales, como el petróleo y el gas, y revierta parcialmente las políticas en energías renovables de la administración anterior.

Los ETF como herramienta de diversificación

En este contexto, los Exchange Traded Funds (ETF) son una buena herramienta, ya que permiten invertir en sectores específicos sin la necesidad de adquirir acciones individuales.

¿Qué es un ETF? Es un fondo que no requiere gestión activa, ya que sigue un activo subyacente. Esto significa que, generalmente, no hay un managment detrás que tome decisiones, sino que el fondo replica el comportamiento de un índice, sectores o commodity específicos, como el petróleo, la salud, la energía o incluso el oro.

El ETF actúa como un fondo para diversos activos y se ajusta según el desempeño de estos. Un ejemplo: en lugar de comprar una acción en directo, como “el caramelo suelto”, optamos por un paquete completo. El ETF Sector industrial XLI, por mencionar uno, es ideal para quienes buscan exposición al mercado de infraestructura. Otra posibilidad es el ETF de energías tradicionales, que sigue el desempeño de empresas clave en el sector de exploración y producción de petróleo y gas. En esa línea, el ETF de energía como el XOP puede ser una opción a considerar.

Esta herramienta brinda a los inversores una forma de diversificar sus carteras sin complicaciones adicionales y sin necesidad de una gestión activa constante. Lo bueno de optar por ETFs sectoriales es que estos pueden aprovechar el crecimiento de ciertos sectores sin los riesgos de seleccionar acciones individuales, y así captar oportunidades en mercados amplios con una inversión consolidada.

El atractivo de las empresas tradicionales

Con la administración actual y el impulso de Trump al mercado, tener exposición en Estados Unidos mediante compañías tradicionales resulta atractivo. Empresas como Coca-Cola, Pfizer, Tesla y otras del sector financiero, que son clave en el mercado estadounidense, podrían ser oportunidad en este contexto. Otros casos son Exxon y Chevron.

Para los inversores en Argentina que estén interesados en empresas estadounidenses, los Certificados de Depósito de Acciones (Cdedears) representan una alternativa viable. Los Cedears permiten replicar el comportamiento de acciones extranjeras en el mercado local, y brindan la posibilidad de invertir en empresas como las antes mencionadas, desde Argentina y en pesos.

Esta opción ayuda a sortear restricciones cambiarias y protege al inversor argentino frente a la inflación. A fin de año, y con el estancamiento del tipo de cambio, estos instrumentos pueden aportar estabilidad y cobertura en un mercado que tradicionalmente experimenta más actividad en diciembre.

Para los inversores en general, más allá de la Argentina, ajustar sus carteras en activos en dólares se torna esencial ante posibles cambios en las tasas de interés. En renta fija, ir moviendo las duraciones puede brindar estabilidad frente a movimientos en las tasas. En renta variable, los fondos que replican índices de empresas de menor capitalización, como el Russell 2000, son opciones interesantes en un contexto de recortes de tasa y cambios de ciclo, ya que estas compañías se benefician de costos de financiamiento más bajos.

Las empresas de pequeña capitalización (Small Caps) también podrían ganar impulso con una política de tasas más bajas o la implementación de estímulos fiscales, como recortes impositivos y reformas regulatorias. Fondos como TRO (T. Rowe Price), especializados en estas compañías, permiten diversificar sin perder exposición al mercado de Small Caps, que, si bien podría experimentar una mayor volatilidad, también ofrece mayores oportunidades de crecimiento.

Su tensa relación con China y el ojo puesto en los semiconductores

En el sector tecnológico, la administración de Trump buscará impulsar la producción local de componentes esenciales como semiconductores, una industria actualmente con mucha demanda en el mercado. Se esperan políticas arancelarias con China que intenten reducir la dependencia de productos tecnológicos importados y, en su lugar, fomentar alternativas locales.

Es posible que empresas como Intel, que producen componentes de alto valor como semiconductores, se vean favorecidas con medidas que favorecen la manufactura interna frente a la importación.

Sin embargo, estas tensiones generan riesgos de inflación, dado que los aranceles incrementan los costos de los productos importados. Para contrarrestar la dependencia en proveedores chinos, las empresas de tecnología como Apple podrían verse incentivadas a reubicar su cadena de suministro en países como México o Vietnam, o incluso producir en EE.UU., aunque esto pueda conllevar costos adicionales.

Según estimaciones, cada punto porcentual en los aranceles a productos chinos podría reflejarse en un incremento similar en la inflación local. Sin embargo, a largo plazo, países emergentes como México e incluso Brasil salir favorecidos si EE.UU. continúa trasladando su cadena de suministro fuera de China. Esto generaría nuevas oportunidades de inversión en estos mercados.

El autor es Analista financiero y de inversiones