
Cada niño se desarrolla individualmente y a su propio ritmo, pero son los primeros mil días de su vida, entre la gestación del bebé y los tres primeros años de vida, los cruciales para su futuro; por eso los pediatras lo llaman “los mil días de oro”. En esa etapa se forma la mayor parte del cerebro y la velocidad con la que se desarrolla no se repite nunca más en la vida de las personas, por lo tanto, todo lo que ocurra o deje de ocurrir en este período de tiempo tiene un impacto duradero en su desarrollo futuro y en su capacidad para alcanzar su máximo potencial en la vida. Esos meses son clave, según los especialistas, para promover conductas saludables que sienten las bases para el desarrollo de sus habilidades las cuales marcarán su futuro.
Lograr que un niño o niña alcance su máximo potencial, no solo lo beneficia a él o ella y a su familia, sino también a su comunidad, pues serán adultos exitosos y productivos, con mayor capacidad para contribuir a la economía del país, y por ende, ser agente multiplicador de efectos positivos para las futuras generaciones.
De acuerdo con la publicación médica The Lancet (2016), el no dar las condiciones adecuadas para el desarrollo integral en los primeros años de vida tiene consecuencias importantes en la salud y la economía de las personas. La publicación refiere que 250 millones de niños y niñas menores de 5 años en el mundo (43% del total) se encuentran en riesgo de no alcanzar su máximo potencial en la vida, afectando negativamente su salud, nutrición y su capacidad de aprender y construir habilidades, incluso impactando en su productividad y en sus ingresos en el mercado laboral en el futuro, accediendo apenas a la cuarta parte del salario promedio anual.
Por tanto, la inversión en la primera infancia no es solo una estrategia para asegurar el bienestar de los niños y niñas y sus oportunidades, sino también es procurar el desarrollo del país. En ese sentido, desde Aporta, plataforma de impacto social de Breca, y el proyecto Volar se ha trabajado el documento “las diez claves para el desarrollo infantil temprano que todo cuidador debe saber”, que busca concientizar a los cuidadores de los niños y niñas en la importancia del Desarrollo Infantil Temprano (DIT) y compartir las principales recomendaciones que les permita elevar la calidad de vida de los infantes en el hogar.
En el Perú, según los datos reportados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 6.7 % de niñas y niños nacidos en los últimos cinco años tuvieron bajo peso al nacer, lo que afecta la nutrición y el correcto desarrollo infantil, esto aunado a que el 12.5 % de niños y niñas en el país tienen desnutrición crónica, alcanzando un 25.4% en las zonas rurales.
De estas cifras preocupantes nace la voluntad de concretar las “diez claves para el Desarrollo Infantil Temprano que todo cuidador debe saber” y se partió de las intervenciones efectivas sobre DIT y las experiencias del proyecto Volar de Aporta en los distritos de Antauta y Ajoyani, zonas de influencia directa del proyecto San Rafael de la empresa Minsur, en Puno, donde se trabajó con mamás, papás, maestras, madres cuidadoras y agentes comunitarias de salud, recogiendo información sobre conocimientos y cuidados, para fortalecer las capacidades de crianza y así asegurar el desarrollo óptimo de cada infante. El proyecto Volar está enfocado en cambiar las trayectorias de desarrollo de niños y niñas de sus zonas de influencia e inspirar políticas públicas en Desarrollo Infantil Temprano que permitan ampliar el alcance a todo el territorio nacional.
Un aspecto crucial para los infantes es la buena alimentación, que garantice la obtención de nutrientes necesarios para su desarrollo físico y cognitivo; sin embargo, la realidad del país pone a muchos niños en una gran desventaja. Las cifras advierten que la anemia afecta al 38,8 % de niñas y niños de 6 a 35 meses de edad y sigue ganando terreno, sobre todo en el área rural alcanzando el 48.7 %, limitando su desarrollo y sus posibilidades de un futuro exitoso. Si no abordamos con urgencia este tema, informando e incentivando a que se tenga una nutrición e higiene adecuada con los niños y niñas, tendremos un impacto negativo en su desarrollo, en sus capacidades físicas e intelectuales y, en consecuencia, en su calidad de vida.
Diversos estudios científicos confirman que los niños y niñas que crecen en entornos donde se trabaje de manera positiva las dimensiones de salud, nutrición, aprendizaje, atención receptiva y protección y seguridad, llegarán mejor preparados al inicio de la etapa escolar, serán más saludables y aprenderán mejor, por eso es importante que los que formen parte del crecimiento de los niños y niñas se informen, aprendan y apliquen todas las recomendaciones en cada etapa del Desarrollo Infantil Temprano, sólo así estarán formando mejores personas, ciudadanos y profesionales.

Últimas Noticias
Las finanzas del futuro
Argentina juega un papel crucial en la innovación y la consolidación de los servicios financieros en la región

Entre domicilios y cárceles: la reforma legal que Argentina necesita
La prisión domiciliaria y el desafío global de gestionar a los internos de alto riesgo

Educación o progresismo
El gobierno Nacional impulsa un proyecto de Ley de Libertad Educativa que genera debate entre sectores progresistas y conservadores

El ingeniero industrial del futuro
Tecnología, propósito y transformación

El doble filo del deseo
Del consumo a la política, la ilusión de una satisfacción imposible



