
Dado lo ocurrido en Europa durante el verano boreal, donde los jóvenes, sabiendo que no se mueren y hartos del encierro, han producido una marea de contagios, sería necesario alertar sobre lo imprescindible de los cuidados para no repetir tan nefasta realidad.
El virus sigue ahí, agazapado. Los estudios de los científicos de España, Francia e Italia son coincidentes en que los “contagiadores y súper contagiadores” son de una edad promedio de entre 20 y 50 años. Los niños casi no contagian y los adultos mayores tampoco, salvo que el estadio de su enfermedad sea muy avanzado. Por eso Francia, por ejemplo, ha establecido nuevas medidas de confinamiento, haciendo más rígidas las de los mayores de 65 (para protegerlos) y manteniendo abiertas el equivalente de nuestras guarderías y escuelas primarias.
Dado que la mortalidad estuvo y está centrada en mayores de 65 años y personas con comorbilidades, es natural la reacción del resto de la población. Acá estamos discutiendo cuál vacuna es la mejor y eso se resuelve con métodos científicos a partir de la aprobación de los órganos de control. Un aspecto central para cortar los contagios y recuperar la vida normal de nuestra comunidad, es definir a quienes debemos vacunar en los próximos seis meses.
Por supuesto los primeros deben ser los médicos y todo el personal del sistema de salud, el de seguridad y aquellos que estén en contacto masivo con la población. Pero además, es imprescindible que, al menos el 50% de la población económicamente activa quede inmunizada. Los 27 países de la Unión Europea procederán así. Por eso la Agencia Europea de Medicamentos (AEM), una vez que autorice algunos de los estudios en fase 3 que está monitoreando, procederá a comprar las dosis necesarias para cumplir ese cometido.
Nuestro pueblo podría evitar una segunda ola el próximo otoño-invierno, si la vacunación alcanza a los “vectores de contagio”. Los estadios deportivos de las zonas de veraneo podrían ser habilitados para que todos los ciudadanos puedan concurrir en forma voluntaria, ordenada y con distanciamiento a recibir la dosis pertinente, con un certificado que en el futuro deba ser exhibido para poder tener una vida absolutamente normal.
Otro efecto no menor de mi propuesta, es evitar nuevos impactos sobre la actividad económica y salvar y/o recuperar, miles de puestos de trabajo y tantas pequeñas y medianas empresas, a las que la pandemia y lo dilatado de la cuarentena, las llevó a una situación desesperante.
Como dijo José Martí: “gobernar, no es más que prever’'.
El autor fue vicepresidente de la Nación
Últimas Noticias
El Gobierno, encerrado en su microclima frente al real mensaje de Estados Unidos
La mirada externa apunta a la elección que viene, pero también al juego político de Milei para el segundo tramo de gestión. El oficialismo se enredó en la discusión sobre los dichos de Trump. Y se añaden límites del juego de Bessent. El cuadro incluye renovadas tensiones domésticas
La urgencia de medir el radón en Argentina
Este gas radioactivo de origen natural presenta riesgos para la salud, pero su medición sistemática no forma parte de las políticas sanitarias

El maleficio político de las buenas intenciones
Mientras sigamos creyendo que la intención basta, el país seguirá bajo el encanto de purificarse cíclicamente con meras palabras para nuevamente decepcionarse

El centenario del nacimiento de Félix Luna: radicalismo y peronismo
El célebre historiador dedicó buena parte de su producción a desentrañar el giro de la UCR y las consecuencias de las políticas de Juan Domingo Perón en el país
