
Desde el primer momento, como oposición, hemos acompañado las decisiones que dispuso el Poder Ejecutivo y lo hicimos en lo relacionado a las medidas sanitarias vinculadas al cuidado de la gente respecto del coronavirus, y así seguiremos haciendo.
Eso no implica que no continuemos manifestando las preocupaciones concretas como que los jubilados fueron expuestos a más de 10 cuadras de cola, o los sobreprecios en la adquisición de alimentos.
Creemos, además, que es muy lento el proceso de ayuda a monotributistas, autónomos, profesionales, comerciantes y a pequeñas y medianas empresas, lo que dificulta enormemente la cadena de pagos y el cumplimiento salarial con los empleados.
La presión tributaria existente en medio de una baja a cero en la producción de muchos rubros es, definitivamente, asfixiante. El Presidente se refirió a hacerle llegar ayuda a las categorías C y D de monotributistas, pero todavía no expresó cómo y ese grupo ya no puede esperar más.
Vale también señalar nuestra preocupación por nuestros compatriotas varados en el exterior. Entendemos los riesgos sanitarios, pero se trata de argentinos que tienen derecho a regresar a su país a la brevedad, a sus casas, con sus familias.
También es importante señalar nuestra preocupación respecto del ciberpatrullaje que de ninguna manera puede vulnerar derechos constitucionales.
El Presidente dio ejemplos de rubros esenciales como talleres mecánicos y gomerías, pero entiendo que sería fundamental sumar otros que tengan injerencia en el quehacer cotidiano así como en la subsistencia de muchos independientes que necesitan trabajar para llevar dinero a su casa. Sabemos que para hacer esto hace falta una toma de conciencia y control férreo en cuestiones de salubridad.
Este es el momento y las circunstancias en las que hay que ser muy responsables y equilibrar medidas, tal como hemos visto que otros países han tomado para sortear con éxito la pandemia.
Es importante la toma de conciencia por parte de toda la sociedad y sopesar las medidas para darle prioridad a la vida, tal como lo estamos haciendo.
Es por eso que resaltamos, una vez más, nuestra responsabilidad cívica pero así también nuestro rol de aportantes a la diversidad política. Las democracias no se toman vacaciones nunca y nuestro rol de control y contrapeso institucional debe estar más sólido y presente que nunca.
Es por eso que hemos visto con preocupación la liviandad con la que se han manejado los Decretos de Necesidad y Urgencia. Por lo tanto, marcamos lo trascendente que resulta el hecho de que el Congreso vuelva a funcionar respetando las medidas de seguridad e higiene pertinentes.
Aprovecho esta columna para hacerle llegar mis condolencias a todos los familiares y allegados de los fallecidos. Si bien siempre las pérdidas humanas son muy dolorosas, estar lejos de quienes las sufren de cerca hacen de estos momentos situaciones aún más delicadas.
El autor es diputado nacional (Cambiemos)
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