Regulaciones, abastecimiento y previsibilidad: el escenario actual del comercio exterior argentino

Fabricio Vázquez, despachante de aduana, comparte su mirada sobre la operatoria actual y los desafíos que enfrentan industrias como la del embalaje, los filtros de agua y los repuestos para motos

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Fabricio Vázquez es despachante de
Fabricio Vázquez es despachante de aduana (Foto: Movant Connection)

En el rubro del papel kraft —insumo indispensable para cajas que requieren resistencia y estándares sanitarios— el movimiento de importaciones suele funcionar como un termómetro de actividad. Al referirse a ese indicador, Fabricio comenta que “cuando empiezo a ver camiones entrando con este producto de Brasil, es una señal de que la actividad se reactiva”. En esta entrevista, repasa la situación cambiaria, la competitividad exportadora, la dinámica del abastecimiento y la realidad de sectores que dependen de la importación para sostener su actividad.

¿Cómo describirías la actualidad del comercio exterior?

Hoy hay tres o cuatro puntos muy relevantes. Uno es el giro de divisas al exterior. Desde el cambio de gobierno hubo una mejora importante: se pudieron regularizar pagos y eso alivió a muchas empresas. Igual, todavía hay cosas por ajustar, sobre todo en bienes de capital. Hoy podés girar un 30% anticipado, un 50% a la vista y queda un 20% diferido. Y es muy difícil que un proveedor financie ese 20% si no sos una multinacional. Para mí sería clave que se permita cancelar antes del arribo para no trabar las operaciones.

El otro punto es la competitividad exportadora. Lamentablemente el tipo de cambio quedó atrás y muchos clientes dejaron de exportar porque no pueden competir. Sé que para el gobierno es complejo mover el dólar sin que impacte en la inflación, pero la pérdida de competitividad es real. Argentina tiene potencial enorme para vender al mundo, desde materia prima hasta productos terminados, y sería bueno acompañar con reintegros u otros incentivos.

Hablemos del rubro embalaje de papel. ¿Qué particularidades tiene la operatoria?

En años anteriores, los fabricantes tuvieron que stockearse porque no sabían si las licencias iban a salir. Eso llevaba a depósitos llenos y mucha plata inmovilizada. Hoy hay mayor previsibilidad para compras, insumos y repuestos. No hace falta acumular tanto, y eso ordena bastante la operatoria.

El problema es que el mercado interno no está fuerte y se nota en la producción de cajas. Si no hay consumo, no hay fabricación. A eso se suma que la mayoría de los productos importados —ropa, electrónica, maquinaria— ya llegan en sus propias cajas. Es un año complejo para el sector: no es de los mejores, pero al menos se trabaja con reglas más claras.

¿De dónde proviene el papel?

Depende del tipo. El papel reciclado, usado para cajas que no van a cámara —ni carne, ni pollo, ni pescado, ni frutas— lo abastece el mercado interno. Todos los fabricantes locales pueden cubrir esa demanda.

En cambio, el papel para cámara, como el que se usa para cajas de papas fritas o alimentos congelados, viene mayormente de Brasil o Europa. Es un papel kraft que no absorbe humedad y es esencial para productos que requieren un estándar sanitario. Por suerte, está entrando sin restricciones: no hay licencias, ni DJAI, ni SIRA. Se trabaja más cómodo y con más holgura en tiempos.

Argentina tiene solo una fábrica que produce kraft, pero puede cubrir apenas un 10% del consumo. El resto se importa sí o sí. Cuando empiezo a ver camiones entrando con este producto de Brasil, es una señal de que la actividad se reactiva. Ese flujo es un termómetro que no falla.

En su momento incluso se evaluó importar recorte para sostener la fabricación de papel reciclado, porque el valor había bajado tanto que ya no era negocio para los cartoneros. Por suerte, ahora se estabilizó y no fue necesario traer recorte del exterior.

"El papel para cámara, como
"El papel para cámara, como el que se usa para cajas de papas fritas o alimentos congelados, viene mayormente de Brasil o Europa", comenta Fabricio, en relación a la importancia de una dinámica ágil de las importaciones de insumos (Foto: Shutterstock)

Pasemos al rubro de filtros de agua domiciliarios. ¿Cómo funciona esa operatoria?

Es un sector que viene creciendo y con buena proyección. Las empresas fabrican acá, pero importan materias primas: ABS de Brasil, carbón activado de México, componentes de Taiwán. A mí me gusta trabajar con empresas que producen, que tienen planta, que importan insumos y transforman. Siempre voy a conocer el proceso productivo porque entender cómo se hace un filtro, una carcasa o un cartucho te permite acompañar mejor al cliente.

Ese conocimiento es un plus. Si no entendés lo que el importador fabrica, sos un despachante más. Y hoy el cliente busca alguien que aporte más que un trámite.

¿Crees que conocer el proceso productivo debería ser una obligación del despachante?

Sí, pero si lo tomás solo como una obligación, no sirve. A mí me gusta sentarme con la planta, tomar un café, escuchar cómo fabrican, qué necesitan, qué se puede mejorar. En esas charlas muchas veces aparece la posibilidad de exportar o importar de otra forma. Estar al lado de los usuarios es lo que te permite aportar un valor real y no quedarte en lo básico.

Para cerrar la parte industrial: ¿cómo se encuentra el rubro de repuestos para motos?

Hubo un cambio importante con el tema del “CHAS", el certificado de homologación de autopartes de seguridad. Ahora el gobierno permite ingresar mercancía con ciertos certificados del exterior bajo responsabilidad del importador. Eso agilizó la operatoria y facilitó traer cascos, cubiertas y repuestos en general.

Durante los gobiernos anteriores era un rubro muy restringido. Traer un contenedor no garantizaba cuándo ibas a poder traer el próximo. Hoy hay previsibilidad: podés pedir un embarque y, cuando ves que estás a mitad de stock, iniciar el segundo sin depender de una aprobación que cambie de un día para el otro. Eso le devolvió dinamismo al sector.

¿De qué países provienen mayormente estos repuestos?

Principalmente de China, que abastece casi el 90% del mercado. El resto viene de Europa y Estados Unidos, pero en mucha menor proporción. Es similar en otros rubros: repuestos de autos, electrónica, insumos varios. China está cubriendo casi todo.