El comercio marítimo se desacelera y obliga a las navieras a reordenar rutas y capacidades

La caída de tarifas, la congestión portuaria y las tensiones comerciales obligan a los principales operadores globales a ajustar flota, frecuencias y estrategias para sostener la conectividad

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La combinación de tarifas deprimidas,
La combinación de tarifas deprimidas, tensiones geopolíticas, congestión en puertos y reconfiguración de alianzas obliga a operar con mayor flexibilidad y a redistribuir capacidades de manera permanente (Foto: Shutterstock)

La actividad del transporte marítimo de contenedores volvió a mostrar señales de enfriamiento durante el tercer trimestre del año, impulsada por la desaceleración del comercio entre Asia y Norteamérica, los episodios de congestión portuaria en distintas regiones y el impacto persistente de las disputas comerciales globales.

Los resultados presentados por dos de los operadores más grandes del mundo —uno con sede en el sur de Europa y otro radicado en Alemania— revelan un escenario de alta volatilidad que está redefiniendo redes, márgenes y expectativas para el cierre de 2025.

La empresa europea ubicada entre las tres mayores flotas globales reportó una contracción significativa en sus ingresos netos, afectada por una disminución de los volúmenes tarifarios y por el retroceso de las tarifas promedio por contenedor. Aunque la actividad mejoró en comparación con el segundo trimestre, cuando el comercio transpacífico prácticamente se paralizó por la escalada arancelaria entre Asia y Estados Unidos, el panorama general continúa marcado por la incertidumbre.

La compañía destacó que la “ralentización de la actividad marítima” fue determinante, junto con la continua inestabilidad en la región del Mar Rojo, donde los ataques a embarcaciones comerciales obligaron a múltiples navieras a modificar sus rutas.

En este contexto, el operador europeo se mantuvo como el único gran actor global que continuó prestando servicios regulares a través del Mar Rojo y el corredor de Suez, una decisión que implicó mayores costos operativos pero que permitió sostener conexiones estratégicas.

La reactivación parcial de ese corredor, tras un alto el fuego en Medio Oriente, abrió espacio para ampliar frecuencias y retomar parte de la capacidad que quedó suspendida durante el período más crítico del conflicto. Sin embargo, la compañía reconoció que las tarifas promedio cayeron más de un 19% interanual, lo que impactó de forma directa en sus márgenes.

A pesar de la presión sobre los resultados, la empresa avanzó en inversiones estratégicas: encargó nuevos buques de menor porte a astilleros del sudeste asiático, comprometió la incorporación de tripulaciones internacionales y registró en su país de origen una serie de megabuques de más de 20.000 TEU, considerados entre los más grandes en operación. Estas decisiones apuntan a reforzar su presencia en las principales rutas globales y a mantener un posicionamiento competitivo en un mercado donde la eficiencia de flota vuelve a ser un factor clave.

La industria marítima se encamina
La industria marítima se encamina hacia un cierre de año donde la eficiencia operativa, la gestión del riesgo y la adaptación a la volatilidad serán determinantes (Foto: Shutterstock)

Tensiones comerciales y reordenamiento del mercado

El operador alemán, ubicado entre los cinco principales del mundo, también presentó resultados afectados por la volatilidad del mercado. Aunque sus ingresos generales mejoraron por encima del desempeño del año anterior, las ganancias del grupo mostraron una caída marcada debido a la combinación de menores tarifas y mayores costos operativos. La compañía señaló que el margen operativo se redujo de manera sustancial, condicionado por los costos de transición y puesta en marcha de una nueva red conjunta que inauguró este año junto a otro gigante del norte de Europa.

Esa alianza, que busca integrar servicios y mejorar la conectividad este-oeste, permitió incrementar los volúmenes transportados en Asia más de un 19%, impulsando la utilización de la flota y la estabilidad de ciertos corredores. Sin embargo, la transición a la nueva red generó costos adicionales y exigió readecuar escalas, frecuencias y tiempos de conexión en múltiples puertos, lo que terminó afectando los resultados del trimestre.

La congestión en hubs estratégicos también presionó sobre el desempeño del operador, especialmente en rutas de alta demanda donde las operaciones enfrentaron demoras recurrentes.

La tarifa promedio del operador alemán retrocedió casi un 5% interanual, mientras que los volúmenes globales crecieron por encima del 6%, una señal de que la demanda se mantiene activa pero en un entorno de precios debilitados. La compañía ajustó sus proyecciones para el resto del año, recortando el rango esperado para su resultado operativo y anticipando que los desafíos logísticos continuarán afectando la rentabilidad.

Un cierre de año marcado por la eficiencia operativa

En conjunto, los resultados de ambas compañías reflejan la fase de ajuste que atraviesa la logística marítima global. La combinación de tarifas deprimidas, tensiones geopolíticas, congestión en puertos y reconfiguración de alianzas obliga a los principales actores del sector a operar con mayor flexibilidad y a redistribuir capacidades de manera permanente. Para exportadores e importadores, este escenario implica seguir de cerca la evolución de los costos y la disponibilidad de servicios, especialmente en rutas que concentran la mayor parte del comercio mundial.

La industria marítima se encamina hacia un cierre de año donde la eficiencia operativa, la gestión del riesgo y la adaptación a la volatilidad serán determinantes. Tanto las grandes alianzas como las estrategias de inversión en nueva flota muestran que el sector continúa moviéndose, aun en medio de un entorno incierto, para sostener la conectividad global y evitar nuevas disrupciones en las cadenas de suministro.