De la planta al mundo: el detrás logístico del fernet argentino

Daniel Prassel, director de operaciones en una multinacional de bebidas alcohólicas, explica cómo la planificación, la logística y el comercio exterior sostienen el crecimiento de una bebida icónica, símbolo de la identidad argentina

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Daniel Prassel es director de
Daniel Prassel es director de operaciones en una multinacional de bebidas alcohólicas (Foto: Movant Connection)

“Esta bebida tiene materias primas provenientes de todo el mundo”, cuenta Daniel. En esta entrevista, revela los desafíos de coordinar una cadena de suministro global, el rol de la logística en la expansión regional y la importancia de mantener vivo un ritual argentino.

El fernet es muy popular en el gusto argentino. ¿Cómo se gesta todo el proceso que permite que llegue al consumidor final?

La cadena de suministro completa es lo apasionante de esta posición. Involucra una enorme diversidad de temas: buscar proveedores en todo el mundo, planificar, comprar, importar, producir, y luego distribuir. Además, tiene una particularidad: requiere un año de maduración en bodegas subterráneas de roble, parte esencial del proceso productivo.

Esa planificación es clave para garantizar disponibilidad sin quiebres de stock, incluso con el crecimiento constante de la demanda. Desde Argentina abastecemos todo el Cono Sur —Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile—, mientras que el resto del mundo se abastece desde Italia. En los últimos cinco años el comercio exterior creció de manera sostenida y este año incorporamos Brasil, un mercado enorme y lleno de oportunidades.

¿Qué aspectos hacen tan desafiante tu rol dentro de la operación?

Atravesar toda la cadena de punta a punta. Desde buscar una materia prima en otro continente hasta entregar el producto en cualquier punto de Sudamérica. Lo veo como un músculo: la cadena de suministro tiene que estar entrenada y lista para responder rápido.

Un ejemplo que me marcó fue la pandemia. Pensábamos que las ventas iban a caer, pero ocurrió lo contrario. Tuvimos que sostener la operación en un contexto global paralizado, con escasez de insumos y personal, cuidando a la gente para que no se enfermara. Haber superado eso fue un punto de inflexión: si pudimos con eso, podemos con cualquier desafío.

¿Cuáles son los principales desafíos logísticos que identificás hoy?

El primero siempre es el servicio. Cumplir en tiempo y forma es vital: si un cliente no recibe el producto a tiempo, puede perder su propia venta, y eso repercute directamente en nosotros. La entrega es la cara visible de la empresa; es nuestra marca ante el cliente.

El otro gran desafío es la eficiencia operativa. La logística está entre los tres o cuatro mayores costos de una compañía, por lo que hay que optimizar transporte, rutas y recursos para mantener costos saludables sin afectar el servicio.

Por eso trabajamos muy coordinados con el área comercial. A veces un mismo cliente recibe entregas diarias, lo que resulta ineficiente. Dialogamos con ventas para consolidar pedidos y lograr un equilibrio entre rentabilidad y satisfacción del cliente. Esas “tensiones sanas” entre logística y ventas son parte del desafío cotidiano.

¿Qué particularidades tiene el transporte de un producto como este?

Son productos frágiles, en envases de vidrio, así que debemos cuidar mucho la flota de camiones. Usamos unidades modernas, con buenos amortiguadores, para compensar el estado irregular de muchas rutas del país.

También es clave el packaging: debe resistir los trayectos largos y proteger la calidad del producto. En ese sentido, la preparación y el tipo de flota son factores centrales para garantizar entregas seguras y eficientes.

Para Daniel, "la cadena de
Para Daniel, "la cadena de suministro completa es lo apasionante de esta posición. Involucra una enorme diversidad de temas: buscar proveedores en todo el mundo, planificar, comprar, importar, producir, y luego distribuir" (Foto: Shutterstock)

¿Se observan períodos de mayor o menor consumo durante el año?

Tiene una leve estacionalidad: en verano se consume un poco más, pero no llega a ser tan marcado como en otras bebidas. Eso es positivo desde lo operativo, porque nos permite mantener una planificación más estable durante todo el año.

¿Cómo se posiciona Argentina en términos de consumo frente a otros países?

Argentina tiene el consumo per cápita más alto del mundo. Esta bebida ya forma parte de la identidad nacional, como el mate o el dulce de leche. Es nuestro aperitivo típico, y el “fernet con cola” es, sin dudas, la bebida nacional.

En otros países se consume de otra manera, más como aperitivo solo. Pero eso está bien: la diversidad en la forma de consumo lo enriquece. El argentino, en cambio, es muy particular: mantiene costumbres y gustos clásicos, y las innovaciones solo funcionan si están pensadas para su paladar. Es un consumidor exigente, fiel y muy ligado a la tradición.

¿Cómo se gestiona la logística interna para abastecer a todo el país?

Argentina es muy extensa y eso representa un desafío, pero también una fortaleza. A diferencia de otros productos que se concentran en Buenos Aires, en este caso el consumo está distribuido casi 50 y 50 entre la región centro y el resto del país.

Eso permite optimizar la logística, reducir viajes vacíos y mejorar los costos. Córdoba, por ejemplo, tiene el mayor consumo per cápita del país, y además es parte de la historia del producto: allí se popularizó la mezcla con gaseosa y se consolidó el hábito que hoy forma parte de nuestra cultura.

¿Por qué creés que no prosperaron las versiones listas para tomar?

Porque esta bebida es un ritual. Cada persona la prepara a su manera: más fuerte, más suave, más o menos dulce. Cuando la servís vos, con tus amigos, la hacés tuya. Si la presentás en una lata ya mezclada, se pierde esa magia. Es otra cosa, otro producto. Parte del encanto está en la preparación.

¿Qué reflexión te deja la logística dentro del negocio?

La logística es trascendental. Es el último contacto con el cliente y también uno de los mayores costos de una empresa. Por eso hay que mirarla de cerca, optimizarla y mantenerla viva con proyectos de mejora continua.

Hoy, con herramientas como la inteligencia artificial, tenemos la posibilidad de analizar datos en tiempo real y optimizar las operaciones. La logística es transversal: conecta la importación de insumos, la producción y la entrega, tanto local como internacional.

Además, estamos exportando no solo un producto, sino un ritual argentino. Todo lo que representa el “fernet con cola” —la argentinidad, el compartir, la tradición— está cruzando fronteras. Es un gran momento para mostrarle al mundo lo que somos capaces de hacer.