Industria del mueble: calidad nacional, desafíos logísticos y oportunidades de exportación

Giuliana D’Angelo, responsable de comercio exterior en la industria del mueble, analiza cómo la innovación, la logística y la apertura de mercados están impulsando el crecimiento de la producción nacional

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Giuliana D’Angelo es responsable de
Giuliana D’Angelo es responsable de comercio exterior en la industria del mueble (Foto: Movant Connection)

En relación al abastecimiento en la producción de muebles, Giuliana señala que, si bien “entre un 70% y un 80% del abastecimiento proviene de la industria argentina”, en el caso de herrajes y tornillos, “son prácticamente un 95% importados”. Su mirada refleja la dependencia externa de ciertos insumos, los esfuerzos por modernizar los procesos productivos y el equilibrio entre industria local y comercio exterior.

¿Qué relevancia tiene el comercio exterior en la industria del mueble en Argentina?

Bueno, lo que es la industria del mueble es bastante nacional. Hoy te diría que entre un 70% y un 80% del abastecimiento proviene de la industria argentina. La producción se concentra principalmente en Santa Fe, en zonas como Cañada de Gómez y Esperanza. En el último censo, solo en Cañada de Gómez se registraron más de 110 empresas dedicadas al mueble.

Igual, con la apertura de importaciones desde Brasil hay más competencia, sobre todo en sectores como cocinas, placares y escritorios. Pero hay otros rubros dentro del mueble que siguen siendo netamente nacionales y con mucho potencial. Tenemos calidad e innovación, y se está invirtiendo mucho en maquinaria nueva para mejorar los procesos de fabricación.

¿Cómo se organiza el abastecimiento de insumos y repuestos para la producción?

En cuanto a importaciones, trabajamos con insumos y materias primas: herrajes, pinturas, bisagras, tornillos, filos para melaminas, masillas, entre otros. También traemos repuestos de maquinaria, porque casi todo el equipamiento de fábrica es importado.

Tener una maquinaria moderna y repuestos disponibles permite acelerar los tiempos de producción y ofrecer respuesta rápida.

¿Cuáles son las principales dificultades para el abastecimiento nacional?

La verdad es que hay muy poca producción local de algunos insumos, y eso genera dependencia del comercio exterior. Por ejemplo, los herrajes y tornillos son prácticamente un 95% importados.

En el sector posventa se lo ve seguido: a veces hay que enviar una cajita de herrajes porque el cliente no los consigue en ninguna ferretería del país. Simplemente no se fabrican acá.

El año pasado fue muy difícil. Algunos proveedores del exterior perdieron confianza en Argentina, lo que complicó las negociaciones y obligó a muchas empresas a parar la producción por falta de insumos.

"Hoy tener la etiqueta 'Industria
"Hoy tener la etiqueta 'Industria Argentina' pesa mucho: es sinónimo de tecnología, innovación y compromiso ambiental", sostiene Giuliana (Foto: Shutterstock)

¿Creés que sería viable desarrollar la fabricación local de algunos de estos componentes?

Sí, totalmente. Sería ideal poder producir más herrajes o tornillos en el país. Pero habría que analizar los costos y la capacidad instalada.

Dependerá de la inversión inicial, el costo de la materia prima y el tipo de maquinaria que se necesita. También hay que considerar si el proceso requiere mucha mano de obra o automatización.

No digo que no se pueda —porque se puede—, pero habría que evaluar si es rentable frente a lo que ofrecen países más industrializados en ese segmento.

¿Cómo se maneja la logística interna y la exportación de los muebles?

En mi caso, me toca trabajar con muebles “RTA” (Ready To Assemble), los que el cliente arma en su casa. Eso simplifica mucho la logística, porque se envían en cajas termocontraíbles, bien protegidas.

La logística es rápida y ordenada, aunque a veces aparecen dificultades, como cuando falta una caja o llega una de otro color. Ahí entra el equipo de posventa, que resuelve cada caso. La clave está en la planificación y coordinación logística, que permite responder ágilmente a los distribuidores.

¿Qué innovaciones o tendencias ves en la industria del mueble hacia el futuro?

Se está viendo una fuerte tendencia hacia la sustentabilidad y el diseño de alta calidad. Hoy tener la etiqueta “Industria Argentina” pesa mucho: es sinónimo de tecnología, innovación y compromiso ambiental.

El sector está invirtiendo en investigación, diseño y certificaciones, lo que nos abre puertas en nuevos mercados. Tenemos gran potencial exportador: ya hay interés en Costa Rica y Estados Unidos, y en algunos segmentos ni Brasil puede competir con nosotros.

Lo que necesitamos ahora es proyección y acompañamiento: políticas de financiamiento, estabilidad cambiaria y programas de innovación que nos permitan crecer.

No hay que ver las importaciones como una amenaza, sino como una oportunidad para mejorar. Si logramos innovar, incorporar tecnología y diferenciarnos en diseño, la industria del mueble tiene un futuro muy prometedor.

¿Cómo ves el panorama general del sector para los próximos años?

Lo veo bien. En 2024 la producción cayó alrededor de un 18%, pero las exportaciones crecieron entre un 40% y un 50%. Eso muestra que hay un mercado internacional receptivo y que Argentina puede competir en calidad.

Claro que hay que bajar costos logísticos y optimizar los envíos, pero con el formato en cajas tenemos más flexibilidad: incluso se pueden enviar unidades por e-commerce o vía aérea.

Si seguimos con planificación, innovación y acompañamiento, la industria del mueble argentina puede consolidarse como referente regional y exportar diseño al mundo.