La cadena detrás de los autoelevadores: gestión, logística y coordinación

Gisela Van Breedan, analista de comercio exterior en la industria de autoelevadores, explica cómo es el proceso integral de importación, la importancia de la logística y los desafíos del sector

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Gisela Van Breedan es analista
Gisela Van Breedan es analista de comercio exterior en la industria de autoelevadores (Foto: Movant Connection)

“Hoy el desafío para el rubro de los autoelevadores es volvernos más competitivos y más sólidos en el servicio postventa”, afirma Gisela. En esta entrevista, analiza la actualidad del comercio exterior en el sector, el impacto de la apertura de importaciones y la importancia de ofrecer un servicio integral que acompañe al usuario más allá del producto.

¿Qué implica ser analista de comercio exterior en la industria de los autoelevadores?

Ser analista de comercio exterior en este rubro implica conectar todas las etapas del proceso. Tenemos un nexo constante con la fábrica, con los proveedores, con los forwarders, con los despachantes y, finalmente, con quien recibe la mercadería.

El trabajo consiste en analizar cada situación que involucra una importación y actuar en cada instancia, resolviendo los imprevistos que surgen. Ser analista es justamente eso: observar, anticipar y encontrar soluciones en cada paso de la operación.

Estoy presente desde el momento en que se realiza la compra hasta que la mercadería llega al pañol. Intervengo en todo el proceso: recibimos la orden de compra lista para recolectar y ahí comienza la coordinación, la consolidación y la búsqueda de tarifas.

Analizamos el tiempo que necesita cada operación, si requiere una modalidad aérea o marítima, y una vez coordinado todo, embarcamos. Después hacemos el nexo con el despachante de aduana: primero con el forwarder, luego con el despachante, hasta que la carga llega al país. Nos ocupamos del trámite aduanero, de las presentaciones de documentación y de cualquier restricción que pueda tener la mercadería. Cuando se oficializa, recién ahí podemos retirar y llevarla al depósito. En resumen, gestionamos una importación completa, de principio a fin.

¿Cómo describirías la actualidad del comercio exterior en este sector?

Hoy el comercio exterior en la industria de los autoelevadores está atravesando una etapa de apertura. Ya no tenemos tantas restricciones ni trabas aduaneras como antes. La parte documental se simplificó mucho, y eso permite que las operaciones sean más ágiles.

El desafío actual pasa por mantenernos competitivos y sólidos en el servicio postventa, porque la apertura también trajo una mayor cantidad de proveedores y marcas nuevas. Eso nos exige reforzar nuestras propuestas, destacar las características del producto y demostrar que contamos con un servicio de acompañamiento que genera confianza en los clientes.

¿Qué papel ocupa la logística en estas operaciones?

La logística es fundamental. En la importación de autoelevadores todo empieza con un análisis de tiempos y costos. Hoy existe una gran oferta de transporte internacional, con forwarders que pueden anticipar tránsitos, calcular costos y proyectar entregas con precisión.

Gracias a esa información podemos estimar el costo final y el tiempo de arribo de cada equipo. La logística, en definitiva, es el eje que nos permite planificar y cumplir con los compromisos que asumimos.

Para Gisela, "ser analista de
Para Gisela, "ser analista de comercio exterior en este rubro implica conectar todas las etapas del proceso. Tenemos un nexo constante con la fábrica, con los proveedores, con los forwarders, con los despachantes y, finalmente, con quien recibe la mercadería" (Foto: Shutterstock)

¿Cuáles son los principales desafíos en términos de importación?

El principal desafío es seguir siendo competitivos. Hoy hay muchas empresas nuevas que ofrecen productos similares, y eso lo lleva a uno a fortalecer el posicionamiento. Se puede trabajar en campañas, en presencia de marca y en la fidelización de clientes.

La industria de los autoelevadores tiene algo particular: aunque parezca un nicho, abarca muchos sectores, desde el alimenticio hasta el farmacéutico y el logístico. Eso nos obliga a tener una gran variedad de equipos y a garantizar la disponibilidad de unidades que respondan a distintas necesidades operativas.

¿Qué tan importante es la coordinación entre todos los actores de la cadena?

Es clave. Cada actor tiene un papel fundamental, y la coordinación entre ellos es lo que garantiza que todo funcione correctamente. Desde el momento en que se levanta la carga, se genera el nexo entre el forwarder y el despachante, para preparar toda la documentación antes del arribo.

Una vez que la mercadería llega, el vínculo directo es entre nosotros —como importadores— y el despachante, para determinar los tiempos finales y asegurar que la carga llegue al depósito dentro de los plazos establecidos. Sin esa comunicación constante, la operación se vuelve mucho más difícil de sostener.

¿Qué aspectos evaluás al analizar la performance de un agente logístico?

Principalmente los tiempos y los costos. Se evalúan si los plazos comprometidos se cumplieron, si los costos finales se ajustaron a las propuestas iniciales y, sobre todo, la calidad de la comunicación.

Es muy importante tener un vínculo fluido para anticiparnos a cualquier imprevisto, especialmente en operaciones marítimas o aéreas, que son más complejas que las de courier. Una buena relación comercial permite resolver con rapidez y eficiencia cualquier situación que pueda surgir.