Guerra arancelaria y logística marítima: China anuncia “tarifas especiales” para buques de EEUU

Pekín aplicará desde el 14 de octubre un recargo escalonado por tonelada neta a embarcaciones de propiedad o bandera estadounidense, en respuesta a tarifas similares propuestas por el país norteamericano

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Para evitar el impacto, algunas
Para evitar el impacto, algunas navieras podrían elegir puertos alternativos en países vecinos (Vietnam, Corea, Japón) o reducir escalas dentro de China (Foto: Shutterstock)

El Ministerio de Transporte de China anunció este viernes la imposición de una “tarifa portuaria especial” a los buques estadounidenses como medida de represalia frente a unas tarifas similares impulsadas por Washington. La medida “anticíclica” entrará en vigor el 14 de octubre y se aplicará a embarcaciones estadounidenses —o con participación significativa de capital de EEUU— en escala en puertos chinos.

Según el comunicado oficial, la tarifa se calculará por cada viaje y se aplicará inicialmente a razón de 400 yuanes (unos 56 dólares) por tonelada neta. Luego se prevén alzas graduales: 640 yuanes en abril de 2026, 880 yuanes en abril de 2027 y 1.120 yuanes desde abril de 2028. En caso de que un buque realice escalas sucesivas en varios puertos chinos durante el mismo viaje, solo será cobrada en el primer puerto de arribo; y una embarcación no podrá ser objeto de esta tarifa más de cinco veces al año, precisó el Ministerio.

El anuncio chino se corresponde con una medida paralela tomada por la Oficina del Representante Comercial de EEUU (USTR), que en abril de este año ya había decidido aplicar recargos portuarios a buques chinos, construidos en China o bajo bandera china, como parte de una investigación bajo la Sección 301 sobre los sectores marítimo, logístico y de construcción naval de China.

Según la USTR, estas tarifas estadounidenses —que arrancan también el 14 de octubre— pretenden responder al intento de China por dominar esas industrias y proteger los intereses del comercio de EEUU frente a prácticas consideradas “injustificables” que limitan la competencia.

La escalada arancelaria entre ambas potencias coincide con un clima tenso en las negociaciones bilaterales. La medida china, en particular, podría complicar el ambiente previo al encuentro que los presidentes Xi Jinping y Donald Trump planean celebrar en Corea del Sur a finales de mes.

Impacto en logística marítima y comercio internacional

  • Aumento de costos para los armadores estadounidenses. Las nuevas tarifas implican un sobrecosto por tonelada neta que eleva el costo de cada escala en puertos chinos. Para flotas que operan rutas transpacificas, ese coste adicional puede trasladarse al flete o erosionar márgenes ya ajustados.
  • Desvíos de rutas y replanteo de escala portuaria. Para evitar el impacto, algunas navieras podrían elegir puertos alternativos en países vecinos (Vietnam, Corea, Japón) o reducir escalas dentro de China, alterando los planes de logística regional. Esto podría tensar la capacidad portuaria en puertos alternativos y generar congestiones.
  • Disrupción en cadenas globales. Dado que muchos equipos, componentes o productos finales viajan mediante rutas marítimas con múltiples escalas, el aumento de tarifas portuarias puede encarecer insumos intermedios o productos acabados. En sectores sensibles a costos logísticos —electrónica, automotriz, bienes industriales— podría reducirse la competitividad.
  • Efecto de represalia política. Más allá del costo económico puro, estas tarifas pueden convertirse en herramienta de presión institucional o de negociación. China, al usar esta “tarifa portuaria especial”, envía un mensaje claro de que responderá proporcionalmente a las medidas que considera discriminatorias.
  • Límite en frecuencia de grava. La restricción de que cada buque solo pueda pagar hasta cinco veces al año atenúa algo el golpe para navieras que hacen muchas escalas, aunque no anula el efecto en rutas intensivas.
Según el comunicado oficial, la
Según el comunicado oficial, la tarifa se calculará por cada viaje y se aplicará inicialmente a razón de 400 yuanes por tonelada neta (Foto: Shutterstock)

En el trasfondo, ambas partes recurren a medidas que escalan el conflicto comercial hacia el ámbito marítimo y logístico, tradicionalmente menos usado para represalias directas. El riesgo para el comercio internacional es que estos pasos de “arancel cruzados” generen efectos cascada: mayor incertidumbre para líneas navieras, redistribución de flujos globales y presión en cadenas de suministro ya tensas.

El contexto es particularmente delicado: Washington justifica sus tarifas como parte de un esfuerzo por frenar un dominio chino en sectores estratégicos marítimos, logísticos y de construcción naval, basándose en estudios y peticiones en el marco de la Sección 301. Por su parte, China las denomina “contramedidas necesarias” ante lo que considera una práctica violatoria del orden comercial internacional.

Para las empresas que operan rutas transoceánicas, especialmente aquellas con dependencia de las conexiones chinas, el escenario exige recalibraciones estratégicas de suministro y rediseño de rutas logísticas. El impacto real dependerá del volumen de barcos afectados, la elasticidad del sector naviero y la evolución política que surja de las negociaciones entre Washington y Pekín.