Cómo la estacionalidad redefine la gestión logística en las empresas manufactureras

Manuel Donatucci, responsable de logística en una empresa manufacturera de bombas y filtros de piscina, destaca la necesidad de planificar, adaptarse y digitalizar procesos para responder a los picos de demanda

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Manuel Donatucci es responsable de
Manuel Donatucci es responsable de logística en una empresa manufacturera de bombas y filtros de piscina (Foto: Movant Connection)

“La logística dejó de ser el patio trasero de las empresas para convertirse en el corazón del negocio”. Con esa frase, Manuel Donatucci resume una mirada integral sobre el rol estratégico del área en industrias estacionales. Desde la planificación anticipada hasta la incorporación de herramientas tecnológicas, su enfoque combina eficiencia, trazabilidad y liderazgo adaptativo en un sector donde cada temporada exige reinventarse.

¿Qué estrategias considerás clave para una buena logística en la industria de piscinas?

En un mercado tan cambiante, creo que lo principal es alinear la estrategia a la experiencia del cliente. No se trata solo de vender un producto, sino una experiencia de compra. Desde logística aportamos a esa vivencia cumpliendo con el nivel de servicio, la entrega a tiempo y la trazabilidad, que hoy son diferenciales reales. También el contexto nos obliga a ser más eficientes puertas adentro, optimizando recursos y procesos para mantener la competitividad. Creo que el enfoque en la experiencia del cliente, junto con la eficiencia operativa, es lo que nos permite mantenernos firmes en un entorno exigente.

¿Cuáles son los procesos críticos en abastecimiento y distribución dentro del rubro?

El abastecimiento es clave porque nuestra industria tiene una demanda altamente estacional: los picos fuertes llegan en verano y los niveles bajan mucho en invierno. Por eso, en temporada baja preparamos el escenario para esos tres meses intensos, asegurando stock, capacidad operativa y evitando quiebres que puedan afectar ventas.

En cuanto a la distribución, nuestro desafío pasa por trabajar desde el interior con transportistas chicos, lo que implica una gestión más artesanal. Muchas veces el dueño del camión es quien realiza la entrega, y eso genera diferencias de confiabilidad frente a un operador grande.

Para mitigar riesgos, contamos con una flota propia que da respaldo y flujo constante a la operación, funcionando como soporte ante imprevistos del día a día.

La estacionalidad parece exigir una gran planificación. ¿Cómo se organiza esa preparación?

Totalmente. La planificación de la estacionalidad tiene muchas aristas. En temporada baja aprovechamos para preparar el negocio para el verano, no solo en abastecimiento sino también en infraestructura, rediseño de layouts y reasignación de recursos. Es un trabajo integral que incluye capacitación del personal, porque cuando llega la temporada alta necesitamos un equipo listo para triplicar la operación sin perder eficiencia ni calidad de servicio. Cada año ajustamos los procesos en función de los aprendizajes de la temporada anterior.

"En temporada baja preparamos el
"En temporada baja preparamos el escenario para esos tres meses intensos, asegurando stock, capacidad operativa y evitando quiebres que puedan afectar ventas", señala Manuel (Foto: Shutterstock)

En 2022 lideraste un proyecto de implementación de un software de gestión de almacenes. ¿Qué aporta un WMS a la operación?

Un WMS (Warehouse Management System) es un sistema que brinda soporte tecnológico a todas las actividades del centro de distribución: recepción, almacenamiento y despacho. Nos permite tener información en tiempo real para la toma de decisiones y mostrar al área comercial la disponibilidad real de productos.

Antes pasaba que se vendían productos sin stock o con defectos de empaque, porque la información no estaba sistematizada. Con el WMS podemos asignar características a cada producto, lograr trazabilidad total y ganar en eficiencia. Además, el sistema da exactitud de inventario y robustez operativa, lo que impacta directamente en los costos. En tiempos donde la eficiencia es prioridad, estas herramientas tecnológicas son fundamentales.

¿Qué aspectos considerás claves para lograr eficiencia dentro de un centro de distribución?

El proceso de preparación de pedidos es el corazón del centro de distribución. El WMS nos brinda herramientas para optimizarlo: indica dónde está cada producto, qué cantidad necesitamos y cuál es la ruta más eficiente dentro del depósito. Esto reduce tiempos, recorridos y costos.

También es clave en la capacitación de nuevos operarios. En temporada alta incorporamos personal temporario y el WMS reduce los tiempos de entrenamiento: alguien sin experiencia puede armar pedidos con la misma precisión que un operario con años de trabajo. Además, el acceso a datos en tiempo real cambió nuestra forma de decidir. Hoy podemos diseñar tableros de comando e indicadores de gestión que antes ni imaginábamos. Eso nos da un control total de la operación.

¿Qué importancia tiene la coordinación con otras áreas para cumplir los plazos de entrega?

Es fundamental. La logística ya no puede pensarse aislada: funciona como un eje transversal que conecta a todas las áreas. Una cadena de suministro bien gestionada le da competitividad a toda la compañía.

La sinergia con sectores como Comercial o Marketing es clave, especialmente cuando se lanzan promociones en temporada baja y eso genera impactos operativos. Entender esa dinámica y trabajar coordinadamente evita tensiones y mejora el resultado global.

¿Qué tendencias tecnológicas observás que están marcando el futuro del sector?

Hay varias tecnologías que están transformando la logística: Internet of Things, Blockchain e Inteligencia Artificial ya forman parte de la conversación diaria. Pero lo más fuerte es el análisis de datos. Poder interpretar información en tiempo real nos da una ventaja enorme para la toma de decisiones. Antes había muchas variables invisibles; hoy podemos detectarlas y anticiparnos. Creo que el futuro pasa por los datos, y por cómo las empresas sepan usarlos para ser más ágiles y competitivas.

Desde tu experiencia, ¿qué implica ser responsable de logística en una industria como la de las piscinas?

Es un desafío constante por la estacionalidad. Cada año nos obliga a adaptarnos, capacitarnos y anticiparnos a los cambios del mercado. Pero también es una oportunidad para formar equipos sólidos y desarrollar habilidades blandas, no solo técnicas. Como líder, mi rol es formar líderes aguas abajo para que acompañen los procesos de cambio.

El mercado es muy dinámico, los proyectos cambian rápido y eso genera resistencia natural. Trabajamos para reducir esa resistencia y mantener una cultura de innovación continua. Es un lindo desafío, porque te obliga a repensarte todo el tiempo y buscar nuevas formas de hacer las cosas.