
El Foro Económico Mundial presentó su último análisis sobre la economía global, donde las cadenas de suministro y la logística internacional ocupan un lugar central. Más allá de los riesgos geopolíticos, el informe destaca tres ejes que marcarán el futuro del comercio exterior: la transición verde, la digitalización acelerada y las diferencias crecientes entre economías desarrolladas y emergentes.
El informe advierte que el transporte marítimo, aéreo y terrestre deberá acelerar la adopción de energías limpias y modelos más eficientes. La presión regulatoria en mercados clave, como la Unión Europea y Norteamérica, obliga a los exportadores de todo el mundo a adaptarse si quieren sostener su acceso.
El cambio climático y las regulaciones ambientales están imponiendo nuevas exigencias al transporte y al comercio. Las cadenas de suministro, responsables de una parte significativa de las emisiones globales, enfrentan el desafío de descarbonizar sus operaciones.
Para el Foro, la logística verde no es solo una cuestión ambiental, sino también un factor de competitividad: las empresas que no reduzcan su huella de carbono corren el riesgo de quedar relegadas frente a competidores más sostenibles.
Tecnología y digitalización: de tendencia a necesidad
Otro de los hallazgos centrales es el papel de la innovación tecnológica en la resiliencia de las cadenas globales. Herramientas como la inteligencia artificial, el big data y el blockchain ya están transformando la forma de planificar y ejecutar operaciones logísticas.
Estas tecnologías permiten anticipar disrupciones, optimizar rutas, prever cuellos de botella y garantizar mayor trazabilidad. La digitalización, según el informe, se está convirtiendo en una condición obligatoria para sostener la competitividad en un comercio exterior cada vez más dinámico.
El Foro resalta que, tras la pandemia y las tensiones geopolíticas, la capacidad de contar con datos en tiempo real y de ajustar operaciones con agilidad se volvió crítica. Para las empresas, invertir en estas herramientas ya no es opcional, sino parte de la estrategia central de negocios.

Brechas crecientes en la infraestructura logística
Aunque los avances tecnológicos y la transición verde ofrecen oportunidades, el informe también subraya que no todos los países están en igualdad de condiciones para aprovecharlos.
Las economías emergentes y en desarrollo enfrentan limitaciones estructurales: menor infraestructura logística, acceso restringido a financiamiento y dependencia de pocos socios comerciales. Estas carencias las vuelven más vulnerables a interrupciones en puertos, fronteras y redes de transporte.
Mientras que las naciones avanzadas pueden acelerar la digitalización y la transición hacia cadenas de valor sostenibles, los países con menos recursos corren el riesgo de quedar rezagados y perder participación en el comercio global.
Cooperación y políticas públicas como respuesta
El Foro Económico Mundial plantea que para reducir estas brechas será necesario un mayor esfuerzo de cooperación público-privada. Invertir en infraestructura crítica, diversificar proveedores y mercados, y facilitar el acceso a tecnologías predictivas son pasos fundamentales.
También recomienda políticas que promuevan financiamiento accesible para proyectos logísticos en países emergentes, así como incentivos para la adopción de soluciones digitales y sostenibles.
Un escenario en transformación
El diagnóstico es claro: la logística y las cadenas de suministro ya no se definen solo por la eficiencia de costos o la rapidez en la entrega. La agenda actual se construye sobre tres pilares inseparables: sostenibilidad, digitalización e inclusión global.
Las empresas que inviertan en reducir emisiones, que incorporen inteligencia artificial en la gestión de sus operaciones y que diversifiquen sus mercados estarán mejor preparadas para enfrentar un comercio exterior cada vez más volátil.
A la vez, el desafío para la comunidad internacional será evitar que las brechas entre países desarrollados y emergentes se profundicen, dejando a muchos fuera de los principales flujos comerciales.
Un futuro de oportunidades y desafíos
La conclusión del Foro es que la logística global se encuentra en una encrucijada. La transición verde y la digitalización ofrecen oportunidades para mejorar la resiliencia y la competitividad. Sin embargo, sin políticas que reduzcan las desigualdades estructurales, la transformación puede ampliar las distancias entre quienes avanzan rápido y quienes quedan atrás.
Para los sectores vinculados al comercio exterior, el mensaje es contundente: la planificación logística ya no puede pensarse sin integrar sostenibilidad, tecnología y estrategias de resiliencia frente a un escenario desigual.
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