El depósito como termómetro de la empresa: eficiencia, trazabilidad y control

Juan Manuel Abad, jefe de logística, depósito y expedición en una empresa de consumo masivo, destaca la disciplina operativa, el impacto de la tecnología y la coordinación entre áreas

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Juan Manuel Abad es jefe
Juan Manuel Abad es jefe de logística, depósito y expedición en una empresa de consumo masivo (Foto: Movant Connection)

“El depósito es el corazón de la logística: ahí se guarda todo el capital de la empresa”, sostiene Juan Manuel. En esta entrevista, recorre los principales indicadores de gestión, la importancia de la trazabilidad y la coordinación con otras áreas para sostener la cadena.

¿Cuáles son los principales indicadores para evaluar la eficiencia operativa?

Los principales indicadores que se usan en el depósito tienen que ver con el inventario, en particular la rotación. También se mide la productividad del equipo en el armado de pedidos.

En la expedición se trabaja con indicadores de “lead time”, eficiencia en la entrega y nivel de rechazo. Esto último es clave porque la logística inversa implica un costo altísimo. Para que un indicador sea realmente útil, el sistema tiene que estar bien aceitado y con información certera. El objetivo no es medir por medir, sino obtener datos que permitan tomar acciones correctivas y mejorar procesos.

Para quienes no conocen la dinámica interna, ¿cómo explicarías el rol de un jefe de depósito y expedición?

Como jefe de depósito lo primero es abrir y organizar la jornada: llegar temprano, planificar repartos, diagramar qué se arma, en qué unidades y coordinar al equipo. Algunos hacen “picking”, otros manejan unidades o camiones, y hay que tener todo bajo control. También está la responsabilidad de los inventarios: rotativos, mensuales y el control de la correcta rotación de productos.

En rubros como alimentos o medicamentos, los lotes y fechas de vencimiento son fundamentales. En definitiva, el jefe de depósito coordina tareas, asegura que el inventario esté bien y que la mercadería esté lista para salir en tiempo y forma.

¿Qué estrategias considerás efectivas para optimizar el uso del espacio sin comprometer la operación?

Lo primero es tener un flujo bien diagramado, desde el ingreso hasta la salida de la mercadería. Me tocó diseñar un depósito desde cero y es clave definir dónde van los pallets, dónde la mercadería de descarte y cómo se mueven los productos.

También ayuda mucho la tecnología: racks penetrables, carruseles o sistemas de almacenamiento inteligentes que permiten aprovechar mejor el espacio. En Argentina venimos atrasados, pero con ingenio y herramientas se puede mejorar bastante.

¿Qué rol tiene la logística inversa en el depósito y en el rediseño de procesos?

Depende mucho de la empresa y el rubro. Más allá de tener más o menos rechazos, la logística inversa sigue siendo costosa y compleja. Implica revisar pedidos devueltos, controlar condiciones, rearmar inventarios y asumir el costo de todo ese retrabajo.

En e-commerce, por ejemplo, los rechazos pueden deberse a que no había nadie en el domicilio, mientras que en consumo masivo intervienen otros factores: desde lo monetario hasta cuestiones climáticas. Cada rubro presenta un nivel distinto de logística inversa, pero en todos los casos es un dolor de cabeza.

¿Qué desafíos implica mantener la trazabilidad y el control de stock en un contexto de alta rotación de productos?

Cuando trabajás con alimentos o medicamentos, los lotes y vencimientos hacen que la trazabilidad sea crítica. Hay que aplicar un “FIFO” (first in, first out) claro: lo primero que entra es lo primero que sale. También es clave registrar cada etapa, desde que ingresa la mercadería hasta que se arma el pedido y se despacha. Esa trazabilidad asegura que al cliente le llegue el producto correcto y en buen estado. Mantener ese control en un contexto de alta rotación exige mucha disciplina y sistemas de apoyo.

Para Juan Manuel, "los principales
Para Juan Manuel, "los principales indicadores que se usan en el depósito tienen que ver con el inventario, en particular la rotación. También se mide la productividad del equipo en el armado de pedidos" (Foto: Shutterstock)

¿Qué rol juega la tecnología en la gestión de stock y trazabilidad?

La tecnología avanza mucho y ayuda a ganar eficiencia. Hoy existen cámaras y sistemas que reducen los tiempos de inventario y mejoran la precisión. Incluso hay desarrollos que permiten detectar cuando una góndola queda vacía y envían al repositor de inmediato.

En el armado de pedidos también se sumaron herramientas que garantizan trazabilidad y seguridad en la carga. Ni hablar de lo que se viene con inteligencia artificial y depósitos inteligentes, que van a optimizar todavía más los procesos. A mí me encanta la tecnología aplicada a la logística, siempre suma.

En este escenario de automatización creciente, ¿cómo ves el rol de las personas dentro del depósito?

El rol de la gente siempre va a estar. Podés tener depósitos inteligentes o sistemas conectados, pero alguien tiene que supervisar, cargar datos y controlar que todo funcione. Las máquinas ayudan, pero la mirada humana sigue siendo clave. El trabajador pasa a ser más un supervisor y controlador de procesos automatizados.

¿Qué tan importante es la coordinación?

Es fundamental. Hoy la figura del supply chain conecta todo: compras, marketing, ventas y depósito. Si no hay coordinación, aparecen problemas. Me pasó ver desarrollos de productos con dimensiones que no encajaban en el depósito porque nadie lo previó antes. Eso genera retrabajos, cambios en la disposición del espacio y pérdida de eficiencia. Cuando todas las áreas interactúan bien, se evitan sorpresas y cada sector trabaja más ordenado.

Para cerrar, ¿qué mensaje te gustaría dejar sobre el rol del depósito en la logística?

El depósito es el corazón de la logística. Ahí se guarda todo el capital de la empresa, sea materia prima o producto terminado. Es como un termómetro: refleja el estado de la organización. Si lo que se vende se prepara y se compra en tiempo y forma, el depósito responde y mantiene a toda la cadena en movimiento.

Además, la logística no se detiene: es un sector que trabaja 24/7, todos los días del año, con miles de personas detrás que aseguran que cada paquete llegue a destino. Dar visibilidad a ese esfuerzo es muy valioso.