Gestión logística en la industria de electrodomésticos: producción, stock y distribución

Pablo Ludueña, coordinador de logística en una empresa de electrodomésticos, reflexiona sobre los desafíos de producir, la importancia de planificar y las claves para llegar a todo el país con eficiencia

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Pablo Ludueña es coordinador de
Pablo Ludueña es coordinador de logística en una empresa de electrodomésticos (Foto: Movant Connection)

“La logística es una profesión hermosa, porque todo gira en torno a ella”, asegura al repasar su recorrido desde el inventario hasta la gestión de abastecimiento. En esta entrevista, analiza la realidad de la industria nacional de electrodomésticos, la importancia de planificar el stock y las complejidades de distribuir en un país tan extenso como Argentina.

¿Qué representa la logística para vos?

Soy un apasionado de la logística. Quería ser abogado, estudié ingeniería mecánica, pero cuando entré a trabajar en una empresa industrial y conocí lo que era la logística, descubrí mi vocación.

En aquel momento, nadie sabía bien qué era. Decías que estudiabas logística y te hablaban de camiones. Pero descubrí que era mucho más: es entender cómo cada decisión, cada proceso y cada movimiento impacta en toda la cadena.

La logística es 24/7. Es estar pendiente de si llegó el camión, si se liberó de aduana, si se atrasó el barco. Es anticiparse y resolver. Y también es fundamental para todo: desde que llega un insumo a un hospital hasta que un electrodoméstico llega al hogar de una familia.

A las pymes, sobre todo del interior, les diría que inviertan en profesionales del área. Que entiendan que la logística no es un gasto, sino una herramienta clave para crecer. Cuando se gestiona bien toda la cadena —desde las compras hasta la entrega final— los resultados llegan.

¿Qué panorama observás en cuanto al abastecimiento de insumos en la industria de los electrodomésticos?

Hay empresas que fabrican casi todos sus componentes porque no hay proveedores nacionales especializados. Esto pasa también en la industria agroindustrial: muchas veces se terminan produciendo internamente las piezas. Solo algunos componentes difíciles de fabricar o que no se consiguen en Argentina —como los electrónicos— se importan.

¿Qué diferencias ves entre distintos modelos de producción dentro del sector?

Hay empresas que fabrican casi todo y otras que importan el 70% u 80% de los componentes y solo ensamblan en el país. Eso depende de la política de compras de cada una.

Hoy muchas compañías traen productos completos desde China, les colocan su marca y los venden como propios. Eso genera una competencia fuerte con los que fabricamos acá, porque los costos son muy distintos. Un electrodoméstico importado, con los costos de Aduana y transporte incluidos, a veces sigue siendo más barato que uno nacional.

Las pymes que producimos en el país tenemos costos de materia prima, mano de obra, logística interna, fabricación y más. Es difícil competir con productos que vienen prácticamente listos. Por eso creo que es clave pensar estratégicamente la cadena de abastecimiento y revisar continuamente qué conviene fabricar y qué conviene importar.

¿Cómo es tu rol dentro del área de stock y abastecimiento?

Toda empresa debe tener una política de inventario clara, pensada según su realidad. No se trata de copiar modelos, sino de adaptarlos. A veces un modelo de la industria automotriz puede aplicarse en una empresa más chica si se ajusta bien.

Hoy muchas organizaciones están entendiendo la importancia de los inventarios. Empecé trabajando en una automotriz como inventarista, contando piezas, y terminé como jefe de inventario. Ahí aprendí a planificar políticas de stock: definir si se hace inventario cíclico, anual, qué criterios usar —ABC, rotación, valor monetario— y cómo analizar las diferencias.

También es fundamental evaluar la calidad del stock. Tenés que saber cuántas piezas tenés, pero también en qué estado están: si son útiles, si están obsoletas, si se pueden recuperar. Muchas veces se termina pagando por destruir piezas que podrían subastarse o reutilizarse.

La gestión de stock no se trata solo de contar bien: es tener información confiable para no frenar la producción ni perder oportunidades comerciales.

Un buen sistema de gestión, un WMS confiable, hace la diferencia. También contar con un buen layout, aplicar 5S, trabajar en la limpieza, el orden y la rotulación.

La radiofrecuencia ayudó muchísimo a mejorar los inventarios. Pero nada de eso sirve si no hay capacitación y conciencia en el equipo. La calidad del stock tiene que revisarse todos los meses, porque las ventas cambian, los clientes rotan e ingresan nuevos productos. Todo eso impacta.

Hay que tomar decisiones sobre lo que no rota, lo que está discontinuado, lo que ocupa espacio sin sentido. Y eso se hace con políticas claras y seguimiento constante.

Para Pablo, "toda empresa debe
Para Pablo, "toda empresa debe tener una política de inventario clara, pensada según su realidad. No se trata de copiar modelos, sino de adaptarlos" (Foto: Shutterstock)

¿Qué desafíos logísticos implica distribuir electrodomésticos a nivel nacional?

Argentina es un país muy largo. En el centro del país —Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe— hay más infraestructura y población. Pero cuando salís de esa zona, se vuelve más complejo.

Se trabaja con proveedores que hacen la última milla en regiones como el NOA o Cuyo. El objetivo es llegar tanto al consumidor final como a pequeños comercios en localidades más alejadas.

La clave es trabajar en conjunto con los transportistas. No se trata de delegar y esperar. Hay que estar al lado del proveedor logístico, entender sus problemas, evaluar por qué no se entregó un pedido, y buscar mejoras continuas.

También se exigen ciertos estándares de calidad en la entrega. Una vez que el transportista firma, la mercadería está bajo su responsabilidad. Si algo llega en mal estado al cliente, eso hay que poder rastrearlo y solucionarlo.

¿Qué aspectos considerás clave para mejorar la logística en las empresas?

Es fundamental medir y controlar todo el proceso. Saber dónde está cada producto, si se entregó bien, si hay devoluciones, si se cumplieron los tiempos. Eso permite ajustar y mejorar.

Hoy hay empresas muy grandes en el país que hacen muy bien ese trabajo. Pero también hay muchas pymes que, por falta de recursos o estructura, no logran tener una logística eficaz. Y eso es un freno para su crecimiento.

Con una buena gestión de stock, políticas claras de compras y abastecimiento, y una logística bien planificada, se pueden lograr muchísimos beneficios. No digo que se compita de igual a igual con una multinacional, pero se puede mejorar mucho.