Abejas reinas argentinas hacia el mundo: logística precisa para exportar genética viva

Argentina exportó más de 34 mil abejas reinas en solo cinco meses y se posiciona como un referente mundial en apicultura de calidad y genética seleccionada

Guardar
Los principales compradores de abejas
Los principales compradores de abejas reinas argentinas son países con sistemas apícolas tecnificados, como Italia, Francia, España y Dinamarca, además de Líbano y Uruguay (Ilustración: Movant Connection)

Exportar abejas reinas no es solo una cuestión de volumen: es una tarea logística de altísima complejidad. Cada unidad es un organismo vivo, frágil, y debe llegar a destino en condiciones óptimas. En los primeros cinco meses de 2025, Argentina logró exportar 34.218 abejas reinas, estableciendo un récord histórico y desafiando todos los límites del sector apícola.

Estos envíos —que superan en un 54 % al mismo período de 2024 y en un 49 % al total del año pasado— implicaron una coordinación quirúrgica entre criadores, autoridades sanitarias, sistemas de transporte especializados y clientes en mercados de gran exigencia como Europa y Medio Oriente.

Logística de precisión para un producto delicado

A diferencia de otros bienes agroindustriales, las abejas reinas no pueden embalarse, demorarse ni exponerse a cambios bruscos. Se trasladan en contenedores especialmente diseñados, acompañadas por abejas nodrizas, con control de temperatura, humedad y ventilación. Cada envío requiere cumplir estrictos protocolos sanitarios y respetar tiempos ajustados.

Esto implica una logística sensible, monitoreada en cada tramo, con vuelos coordinados, transporte terrestre cuidadoso y supervisión veterinaria constante. Un desvío en la ruta o una demora en aduana puede poner en riesgo toda la carga.

En 2025, más de 34.000 ejemplares recorrieron miles de kilómetros hacia destinos como Italia, Francia, España, Dinamarca, Líbano y Uruguay. Cada traslado fue una operación de precisión, desde la cabaña apícola hasta el apicultor que las recibe.

Una recuperación que se volvió récord

Entre 2019 y 2023, las exportaciones de abejas reinas cayeron de más de 25.000 a apenas 18.000 unidades. En 2024, comenzaron a recuperarse con una suba interanual del 27 %. Pero el salto definitivo llegó este año.

En cifras:

  • Enero-mayo 2023: 17.748 unidades
  • Enero-mayo 2024: 22.288 unidades (+26 %)
  • Enero-mayo 2025: 34.218 unidades (+54 %)

La cantidad exportada en los primeros cinco meses de 2025 supera todo lo exportado durante 2024 completo y casi duplica las cifras de 2023. Detrás de ese crecimiento hay trabajo técnico, esfuerzo productivo y una red logística preparada para responder.

A diferencia de otros bienes
A diferencia de otros bienes agroindustriales, las abejas reinas no pueden embalarse, demorarse ni exponerse a cambios bruscos (Foto: Shutterstock)

¿Qué hace que una abeja reina sea exportable?

Una reina no es solo una abeja más: es el centro vital de la colmena. Su genética determina la productividad, la mansedumbre, la sanidad y la capacidad reproductiva del enjambre. Por eso, los apicultores del mundo buscan reinas jóvenes, seleccionadas y libres de enfermedades.

En Argentina, 44 cabañas apícolas habilitadas por SENASA se dedican a la cría y selección de líneas genéticas de alta calidad. Allí se combinan técnicas tradicionales con biotecnología, trazabilidad sanitaria y controles veterinarios rigurosos. El resultado: abejas adaptables, de bajo requerimiento farmacológico y con excelente desempeño en climas diversos.

Estas características son clave para acceder a mercados internacionales, que exigen inocuidad, trazabilidad y excelencia genética.

Destinos exigentes y distancias largas

Los principales compradores de abejas reinas argentinas son países con sistemas apícolas tecnificados, como Italia, Francia, España y Dinamarca, además de Líbano y Uruguay. Muchos de ellos utilizan las reinas en programas de mejora genética regional o para abastecer colmenares vinculados a industrias orgánicas.

Esto supone una logística internacional compleja. Los envíos combinan transporte terrestre, aéreo y cumplimiento de normativas específicas en cada país. La documentación sanitaria, los tiempos de tránsito y la adaptación del embalaje son parte fundamental del proceso.

Las reinas deben llegar activas, sin estrés ni exposición a temperaturas extremas. Por eso, se planifican los trayectos con rigurosidad y se recurre a operadores logísticos especializados en carga viva.

Más que exportación: impacto ambiental y estratégico

Además del valor económico, la exportación de abejas reinas tiene un impacto ambiental positivo. Una buena reina mejora la polinización, aumenta la productividad de los cultivos y reduce la necesidad de tratamientos químicos en las colmenas.

Este tipo de producción también se alinea con las tendencias globales en sustentabilidad. La genética seleccionada permite obtener miel y productos de la colmena más limpios, trazables y sin residuos, lo que facilita el acceso a mercados orgánicos y de alta demanda ecológica.

En un mundo donde las poblaciones de polinizadores están en riesgo, contar con un modelo exportador que prioriza la calidad biológica y el transporte responsable es una ventaja competitiva indiscutible.

Un récord que refleja la capacidad exportadora

El crecimiento de la exportación de abejas reinas no solo expresa el dinamismo de la apicultura argentina, sino que también refleja una demanda internacional creciente por modelos productivos más sustentables y tecnificados.

Cada abeja reina que cruza fronteras lleva consigo una historia de selección genética, trabajo coordinado y visión a largo plazo. En un mundo que necesita polinizadores saludables y producción responsable, las reinas argentinas no solo lideran colmenas: también abren camino a una economía más diversa, eficiente y conectada con los desafíos globales.