En Argentina, el Mercosur cierra tratado con EFTA y abre nueva etapa para el comercio y la logística

En 2024, Argentina alcanzó un récord de ventas al bloque integrado por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein, vínculo que ahora se fortalece con un nuevo acuerdo comercial

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El acuerdo Mercosur–EFTA se presenta
El acuerdo Mercosur–EFTA se presenta no solo como una oportunidad comercial, sino como un factor determinante para transformar la logística argentina en un sistema más eficiente, sostenible y competitivo a escala internacional (Fuente: Mercosur)

En el marco de la Cumbre del Mercosur celebrada el 2 y 3 de julio en Buenos Aires, los Estados miembros del bloque sudamericano y los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) anunciaron la conclusión de las negociaciones para la firma de un Tratado de Libre Comercio. El entendimiento, que abarca comercio de bienes, servicios, inversiones, normas sanitarias, acumulación de origen, compras públicas y sostenibilidad, fue definido como una propuesta “integral y de base amplia”, y podría ser rubricado oficialmente en los próximos meses.

El acuerdo prevé mejoras de acceso a mercados para más del 97% de las exportaciones de ambos bloques, lo que abre oportunidades logísticas y comerciales especialmente relevantes para sectores agroindustriales y mineros. En total, se conformará un área de libre comercio de casi 300 millones de personas con un PBI conjunto superior a los 4,3 billones de dólares.

Récord exportador y logística en expansión

El anuncio llega en un momento de fuerte crecimiento en el intercambio comercial argentino con el bloque europeo. En 2024, las exportaciones nacionales al EFTA alcanzaron los 1.660 millones de dólares, el valor más alto desde que se tiene registro. El saldo comercial fue nuevamente superavitario y alcanzó los 1.029 millones de dólares, consolidando una tendencia de más de una década. Suiza, principal comprador de oro argentino, fue el destino dominante, seguido por Noruega e Islandia.

El volumen de comercio creció impulsado por el aumento en las exportaciones mineras, en especial de oro y plata provenientes de las provincias de Santa Cruz y San Juan. Suiza concentró cerca del 37% de todas las exportaciones mineras argentinas, mientras que Noruega e Islandia incrementaron sus compras de productos como mariscos, pescados, moluscos, manzanas, jugos, carne y miel.

Este flujo constante de productos con alto valor agregado demanda una cadena logística sólida y especializada. El nuevo acuerdo contribuirá a optimizar tiempos y costos operativos en cada eslabón: desde el origen productivo hasta los puertos de salida, pasando por servicios de transporte, acondicionamiento y certificación sanitaria. Además, la previsibilidad jurídica que otorga el tratado permitirá una planificación logística de mediano y largo plazo, reduciendo los riesgos de operaciones internacionales.

Un tratado que incluye cuestiones logísticas clave

A diferencia de acuerdos comerciales centrados exclusivamente en aranceles, el nuevo tratado Mercosur–EFTA contempla cláusulas que afectan directamente la operatoria logística. Entre ellas, se destacan los capítulos sobre facilitación del comercio, acumulación de origen, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio y solución de controversias. Esto representa una oportunidad para fortalecer estándares, agilizar trámites aduaneros y fomentar servicios logísticos de mayor calidad.

El comercio agroindustrial también podría verse beneficiado por nuevas condiciones de acceso. Aunque el EFTA posee una estructura agrícola altamente protegida —incluso más que la Unión Europea según el BID—, ya en 2019 el borrador de acuerdo contemplaba cupos arancelarios para carnes, miel, frutas, vinos, lácteos, trigo, maíz y aceites. Muchos de estos productos ya se exportan sin acuerdo, pero el tratado consolidará y podría ampliar ese acceso, generando cambios claves vinculados a la trazabilidad, el transporte refrigerado y la integración modal.

Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein
Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein integran el EFTA, un bloque con fuerte presencia inversora en Argentina (Imagen: Shutterstock)

Inversión extranjera y potencial logístico

Además del comercio, el bloque EFTA es un actor relevante en términos de inversión extranjera directa (IED). En 2024, las inversiones acumuladas superaron los 8.600 millones de dólares, posicionándolo como el quinto inversor extranjero en Argentina. Suiza explica el 94% de ese total, con presencia en sectores como alimentos, energía, farmacia, industria y servicios de alto valor.

La consolidación de este acuerdo no solo puede facilitar el ingreso de nuevos capitales, sino también generar nuevas demandas de infraestructura logística: centros de distribución, nodos multimodales, cámaras frigoríficas, corredores bioceánicos y servicios aduaneros más integrados. También se presenta una posibilidad para las empresas logísticas argentinas que quieran posicionarse como aliadas estratégicas en la internacionalización de pymes.

Un nuevo panorama para una logística más competitiva

Desde el inicio del diálogo exploratorio en 2015 hasta el cierre reciente de las negociaciones, el entendimiento transitó 14 rondas y tres instancias presenciales intensivas este año. En paralelo, el EFTA avanzó en negociaciones con Tailandia, Vietnam y otros países, lo que indica un interés creciente en estrechar lazos con regiones estratégicas.

El tratado con el Mercosur, al igual que el recientemente reimpulsado acuerdo con la Unión Europea, forma parte de una agenda de integración global que demanda repensar la infraestructura logística regional. En este contexto, el acuerdo Mercosur–EFTA se presenta no solo como una oportunidad comercial, sino como un factor determinante para transformar la logística argentina en un sistema más eficiente, sostenible y competitivo a escala internacional.