El aumento de impuestos al gasoil encarece el transporte de cargas desde julio

El Decreto 441/2025 establece subas en el impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono que impactarán directamente en los costos del transporte, con especial incidencia en agroindustria y consumo masivo

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El decreto también establece que
El decreto también establece que a partir del 1° de agosto de 2025 se sumarán los incrementos pendientes correspondientes al segundo, tercer y cuarto trimestre de 2024 y al primer trimestre de 2025 (Foto: Shutterstock)

A partir del 1° de julio de 2025 comenzará a regir una nueva actualización parcial en los impuestos aplicados al gasoil, principal insumo del transporte terrestre en la Argentina. Así lo establece el Decreto 441/2025, publicado este lunes en el Boletín Oficial, que modifica el cronograma anterior de incrementos dispuesto en 2024 y extiende el esquema de subas escalonadas al menos hasta agosto.

La normativa fija un aumento de $5,346 por litro en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), junto a una suba de $0,609 en el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). Además, para las regiones que gozan de un tratamiento impositivo diferencial –como la Patagonia, el sur de Mendoza y el Partido de Patagones en Buenos Aires– se agrega un incremento adicional de $2,895 por litro de gasoil, lo que también modifica las condiciones fiscales para las operaciones logísticas que se desarrollan en esas zonas.

Este nuevo ajuste se aplicará durante todo el mes de julio. Sin embargo, el decreto también establece que a partir del 1° de agosto de 2025 se sumarán los incrementos pendientes correspondientes al segundo, tercer y cuarto trimestre de 2024 y al primer trimestre de 2025, lo que configurará una suba acumulada aún más significativa.

Subas con impacto directo en la logística

Para el sector logístico, que ya enfrenta presiones por el encarecimiento del flete internacional y la inflación local en costos operativos, esta medida implica un nuevo golpe a la estructura de precios del transporte de cargas. El gasoil representa uno de los principales componentes del costo operativo para los transportistas, tanto en el ámbito interurbano como en la distribución urbana de última milla.

La medida afectará de manera transversal a todas las ramas del transporte terrestre, desde los servicios de larga distancia vinculados a las economías regionales y el agro, hasta las redes de abastecimiento de alimentos, insumos industriales y bienes de consumo que operan en los grandes centros urbanos.

En este contexto, se prevé que muchas empresas revisen sus tarifas de distribución y logística, mientras que otras, especialmente pymes y transportistas independientes, podrían enfrentar serias dificultades para absorber los aumentos sin trasladarlos al precio final del servicio.

Las decisiones logísticas de corto
Las decisiones logísticas de corto plazo deberán contemplar estos nuevos costos impositivos, que se suman a un escenario regional e internacional ya marcado por la incertidumbre y la necesidad de eficiencia operativa (Imagen: Shutterstock)

El agro, entre los más expuestos

El impacto será especialmente sensible en la logística agroindustrial, que entre julio y agosto suele movilizar grandes volúmenes de producción post cosecha gruesa. Tanto el traslado de granos a los puertos como el abastecimiento de insumos –como fertilizantes y agroquímicos– sufrirán un encarecimiento inmediato de la logística terrestre, que podría alterar los márgenes de rentabilidad del sector.

Además, en un año donde los costos logísticos internacionales se mantienen elevados y se registran demoras en los puertos por conflictos globales, la eficiencia del transporte interno cobra aún más relevancia para la competitividad exportadora argentina.

Zonas diferenciales: Patagonia y regiones alejadas

Aunque las regiones patagónicas cuentan con un régimen impositivo diferencial para el gasoil, el incremento fijado por el decreto también afecta esas zonas, donde las distancias son mayores, la conectividad más limitada y los costos logísticos más altos. El aumento adicional de $2,895 por litro en concepto de ICL específico para estas regiones repercutirá en toda la cadena de suministros del sur argentino.

Una cadena bajo presión

En suma, el Decreto 441/2025 introduce una nueva variable de presión para el ecosistema logístico argentino. La suba escalonada de impuestos al combustible implica costos adicionales en cada eslabón del transporte, desde la producción hasta el consumo. Si bien el gobierno mantiene la estrategia de aumentos parciales y progresivos, el impacto será inmediato y tangible para las empresas que operan con flotas propias o tercerizadas.

Las decisiones logísticas de corto plazo deberán contemplar estos nuevos costos impositivos, que se suman a un escenario regional e internacional ya marcado por la incertidumbre y la necesidad de eficiencia operativa.