CAF impulsa el acuerdo UE-Mercosur y destaca sus beneficios para las cadenas logísticas

Mientras CAF y España promueven la ratificación del acuerdo, Francia refuerza su oposición al tratado. La incertidumbre genera expectativa en el sector logístico por su impacto en flujos y normas

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El titular de CAF, Sergio
El titular de CAF, Sergio Díaz-Granados, sostuvo que el acuerdo contribuirá a la seguridad europea en materias primas y alimentos, lo que indirectamente posiciona a los operadores logísticos como actores clave en una cadena de suministro más robusta y diversificada (Foto: CEAPI)

En el marco del VIII Congreso de la Alianza Empresarial Iberoamericana CEAPI, celebrado en Sevilla, el presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Sergio Díaz-Granados, expresó su confianza en que el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur sea finalmente aprobado este año. A su juicio, la entrada en vigor de este tratado consolidaría el área de libre comercio más grande del mundo, con más de 1.100 millones de personas, y abriría oportunidades de crecimiento económico tanto para grandes como para pequeñas empresas.

Desde la perspectiva logística, el acuerdo representa un potencial punto de inflexión: la reducción de barreras arancelarias y la armonización de normas podrían acelerar los flujos comerciales transatlánticos, promover inversiones en infraestructura y multiplicar la demanda de servicios de transporte, almacenaje y distribución entre ambos bloques. El propio Díaz-Granados sostuvo que el acuerdo contribuirá a la seguridad europea en materias primas y alimentos, lo que indirectamente posiciona a los operadores logísticos como actores clave en una cadena de suministro más robusta y diversificada.

Europa y América Latina: entre puentes y barreras

En un contexto global donde las tensiones geopolíticas y comerciales marcan la agenda, el presidente de CAF señaló que el mundo ha pasado de “reglas multilaterales a reglas propias”, subrayando que este es el momento para reforzar la conexión entre Europa y América Latina. En esa misma línea, Nuria Vilanova, presidenta de CEAPI, remarcó que España quiere desempeñar un rol central como puente entre ambas regiones.

No obstante, el camino hacia la ratificación del acuerdo no está exento de obstáculos. Francia se mantiene firme en su oposición, principalmente por razones vinculadas a estándares medioambientales y al impacto que la apertura comercial podría tener sobre su agricultura. El presidente Emmanuel Macron reafirmará esta postura en su próximo encuentro con el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, dejando claro que el acuerdo “no es aceptable tal como está”.

A pesar de estas diferencias, España busca mediar y destrabar las negociaciones. La secretaria de Estado de Comercio, Amparo López Senovilla, viajó a París con el objetivo de “acercar posturas” y persuadir a Francia de que el acuerdo con el Mercosur —cerrado técnicamente en diciembre de 2024— es equilibrado y clave para el modelo de economía abierta que defiende Europa. Según López Senovilla, los temores en torno a la “inundación” de productos como carne vacuna o azúcar de caña son infundados, ya que los controles fronterizos de la UE garantizan el cumplimiento de estándares sanitarios y fitosanitarios.

Francia se mantiene firme en
Francia se mantiene firme en su oposición al acuerdo, principalmente por razones vinculadas a estándares medioambientales y al impacto que la apertura comercial podría tener sobre su agricultura (Foto: Shutterstock)

El impacto potencial en la logística regional

La posible aprobación del tratado plantea grandes desafíos —y oportunidades— para el ecosistema logístico del Mercosur. Una integración comercial más profunda con Europa podría:

· Impulsar nuevas rutas logísticas y corredores bioceánicos, ante el incremento del comercio bilateral. Esto exigiría inversiones en infraestructura vial, ferroviaria y portuaria.

· Aumentar la demanda de servicios logísticos integrales, especialmente para pequeñas y medianas empresas que tendrían acceso más competitivo al mercado europeo.

· Acelerar procesos de digitalización y trazabilidad, ya que los operadores logísticos deberán adaptarse a las exigencias regulatorias europeas en términos de documentación, sostenibilidad y seguridad.

· Reforzar alianzas público-privadas para modernizar sistemas aduaneros, reducir tiempos de tránsito y promover una logística más verde y eficiente.

Por otra parte, el acuerdo podría tener efectos indirectos si la guerra comercial desatada por Estados Unidos lleva a una redirección de flujos comerciales globales. Europa podría convertirse en un destino alternativo para exportadores latinoamericanos desplazados del mercado estadounidense, reforzando aún más el rol de los nodos logísticos en la región.

Una ratificación con reloj en cuenta regresiva

Aunque las partes técnicas del tratado han sido cerradas, la ratificación política sigue siendo el gran escollo. Francia lidera el intento de conformar una minoría de bloqueo dentro de la UE, lo que podría frustrar su implementación. No obstante, desde España insisten en que existe una mayoría posible a favor del acuerdo y se muestran optimistas frente a los cambios del contexto internacional.

Mientras los mandatarios de ambos lados del Atlántico discuten, el sector logístico mira con atención. La aprobación del acuerdo UE-Mercosur podría reconfigurar rutas, modelos de negocios y alianzas estratégicas, consolidando a la región como un socio comercial de peso en un mundo cada vez más interdependiente.