Planificación y tecnología, pilares para un abastecimiento efectivo en la industria energética

Darío López Moreno, jefe de logística en una empresa de la industria del oil & gas, detalla las complejidades del sector y las claves para abordarlas con eficiencia

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Darío López Moreno es jefe
Darío López Moreno es jefe de logística en una empresa de la industria del oil & gas (Foto: Movant Connection)

“La logística en energía no solo necesita planificación detallada, sino también la capacidad de adaptarse rápido a imprevistos”, sostiene Darío. También destaca el valor de integrar tecnologías y tener una mirada integral de la logística para afrontar los desafíos.

¿Qué particularidades presenta la logística en el sector energético?

La logística en el sector energético tiene características muy específicas. Estamos hablando de obras de gran escala, que requieren equipos pesados, insumos especializados y una coordinación constante entre distintos actores. Muchas veces se trata de zonas alejadas de los centros urbanos, con accesos complejos y condiciones climáticas que influyen directamente en los tiempos y la planificación.

Además, se trabaja con cargas sobredimensionadas, que exigen permisos de vialidad, rutas alternativas por la altura de los equipos, y controles técnicos rigurosos antes de cada movimiento. Por eso, la logística en energía no solo necesita planificación detallada, sino también la capacidad de adaptarse rápido a imprevistos. Es un rubro exigente, pero también muy dinámico y estratégico para el desarrollo del país.

¿Qué rol cumple la planificación en los proyectos logísticos de gran escala?

La planificación dentro de los proyectos tiene un rol fundamental. En logística damos un servicio al resto de la compañía, y siempre somos el último eslabón. Eso implica que manejamos muchas veces la urgencia de las obras. Cuanto más planificada esté la logística, más rápido se entrega la mercadería o los equipos necesarios para esa obra.

Esa planificación abarca desde las rutas y los permisos, hasta el mantenimiento de los equipos. El clima también es un factor a tener en cuenta, especialmente en regiones como Neuquén, donde los vientos pueden impedir maniobras de carga y descarga. Todo debe estar contemplado con anticipación para evitar imprevistos.

¿Qué obstáculos suelen surgir al momento de coordinar este tipo de operaciones?

Uno de los principales desafíos son los tiempos de entrega de los proveedores. Si no se recibe el material a tiempo, se pierde margen para hacer una buena entrega. Otro punto importante es la documentación: los permisos de vialidad para circular con equipos pesados pueden demorar entre 48 y 72 horas, por lo que hay que gestionarlos con bastante anticipación.

También es clave que los equipos estén en óptimas condiciones. El mantenimiento preventivo del camión y del semi es imprescindible para evitar fallas durante el traslado. A eso se suma la verificación visual previa que debe hacer el conductor antes de salir a la ruta. Todo esto forma parte del plan logístico.

¿Qué particularidades tiene la elección de rutas cuando se transportan cargas sobredimensionadas?

Cuando trabajamos con equipos sobredimensionados, es necesario estudiar muy bien las rutas. La altura de la carga puede impedir el paso por determinados puentes. Cuando se transportan equipos que superan los cuatro o cinco metros de altura, hay que buscar rutas alternativas. Es fundamental tener esa información clara para evitar accidentes y optimizar los tiempos de entrega.

Para Darío, "la logística en
Para Darío, "la logística en el sector energético tiene características muy específicas. Estamos hablando de obras que requieren equipos pesados, insumos especializados y una coordinación constante entre distintos actores" (Foto: Shutterstock)

¿Qué herramientas tecnológicas se utilizan para mejorar la planificación?

Hoy la innovación viene muy de la mano con las herramientas digitales. Los TMS (Transport Management Systems), por ejemplo, permiten armar rutas que ya se han usado anteriormente, identificando cuáles son viables según las dimensiones del equipo. Eso reduce el margen de error y facilita la repetición de rutas seguras.

Además, ayudan a evaluar costos logísticos, definir si un camión puede viajar completo o si conviene coordinar un viaje de ida y vuelta para aprovechar recursos. Antes muchas de estas decisiones se tomaban por teléfono o mail, sin trazabilidad. Hoy sumar tecnología en esta etapa es clave.

¿Qué diferencia hay entre tercerizar el transporte o contar con equipos propios?

En el rubro logístico es habitual combinar flota propia con servicios tercerizados, según las características del traslado. La flota propia suele utilizarse para recorridos locales o de última milla, donde la urgencia y la necesidad de contar con todos los permisos operativos habilitantes juegan un papel clave. Estos traslados, al requerir mayor inmediatez, se benefician de la disponibilidad constante que puede ofrecer un equipo propio.

En cambio, para distancias más largas, es común optar por servicios de terceros. Esto permite optimizar recursos, especialmente cuando se trata de movimientos planificados con más tiempo. La diferencia entre ambos modelos radica principalmente en los tiempos de respuesta y en la flexibilidad operativa. Por eso, muchas empresas eligen una estrategia mixta que les permita adaptarse a las distintas demandas logísticas de cada operación.

¿Qué expectativas tenés para el futuro del sector?

Creo que el panorama logístico es muy prometedor. Se va a ver un crecimiento importante, con más movimiento de importaciones y, espero, también de exportaciones. Eso va a generar más demanda de transporte, más planificación y más desarrollo.

En ese contexto, pensar la logística como un proceso integral -desde una compra internacional hasta la entrega final en una obra- va a ser cada vez más necesario. Adoptar esta mirada va a permitir optimizar tiempos, reducir errores, mejorar la trazabilidad y responder con mayor agilidad a un comercio internacional que no para de complejizarse.