El BID propone un modelo para anticipar fallas viales ante amenazas climáticas en América Latina

La iniciativa se centra en mejorar el diseño, mantenimiento y operación de caminos y puentes ante eventos extremos, con participación de expertos técnicos, actores locales y equipos de emergencia

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La guía del BID identifica
La guía del BID identifica puntos críticos en rutas y sugiere mejoras para evitar interrupciones en el transporte. (Foto: Shutterstock)

Con el aumento de eventos climáticos extremos y la urgencia de mejorar la resiliencia de las rutas de América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó un nuevo catálogo técnico para identificar los modos de fallo más comunes en infraestructuras viales. Este modelo busca anticiparse a situaciones que pueden dejar comunidades aisladas, cortar cadenas logísticas o generar pérdidas humanas y materiales.

El documento, titulado “Catálogo para Infraestructuras Viales”, acompaña a la Guía Metodológica para la realización de Talleres de Identificación de Modos de Fallo. Su objetivo es servir como herramienta práctica para gobiernos, ingenieros y tomadores de decisión que gestionan proyectos de caminos, puentes y redes viales en contextos expuestos a amenazas naturales.

Riesgos múltiples, una misma preocupación

Entre los principales modos de fallo descritos se incluyen inundaciones que superan el nivel de las rutas, erosión por escorrentía, fallas estructurales por sismos, colapsos de puentes, deslizamientos de taludes y colmatación de sistemas de drenaje. El BID clasifica estos riesgos en tres grandes categorías: hidrológicos, estructurales/sísmicos y otros factores sociales o climáticos.

El enfoque no solo contempla el deterioro físico de las infraestructuras, sino también la pérdida de funcionalidad, es decir, el corte de la circulación, el aislamiento de poblaciones o el impacto logístico para el transporte de mercancías, alimentos o servicios esenciales.

Cambio climático y vulnerabilidad vial

Uno de los puntos centrales del informe es el rol del cambio climático. El aumento de la intensidad de las precipitaciones, la frecuencia de eventos extremos y la erosión asociada a la deforestación agravan la fragilidad de las infraestructuras existentes. La guía propone incorporar estos factores en todas las fases del proyecto: desde la planificación y el diseño hasta la operación y el mantenimiento.

Por ejemplo, se sugiere evaluar cómo podrían impactar las lluvias intensas en zonas montañosas con drenaje deficiente, o cómo podría fallar un puente si se incrementan las crecidas fluviales por encima de lo previsto.

Una metodología participativa

El modelo del BID se basa en talleres técnicos con especialistas en diseño vial, hidrología, geotecnia, sismos y cambio climático. También propone incluir actores locales y personal de mantenimiento o emergencias. La clave está en lograr una visión integral y anticiparse a fallos críticos que muchas veces no son evidentes en los planos.

El documento también detalla la importancia de realizar visitas técnicas presenciales o con drones, de contar con información meteorológica confiable y de no modificar diseños sin reevaluar su impacto hidráulico. Además, destaca la necesidad de contar con planes de emergencia, sistemas de alerta temprana y manuales de mantenimiento actualizados.

El Banco Interamericano de Desarrollo
El Banco Interamericano de Desarrollo presentó un nuevo catálogo técnico para identificar los modos de fallo más comunes en infraestructuras viales (Foto: Shutterstock)

Infraestructura estratégica y logística segura

El BID recuerda que más del 70% del transporte terrestre en la región depende de rutas viales. Por eso, cualquier interrupción afecta no solo a los habitantes locales sino también a las cadenas de suministro nacionales e internacionales.

En un contexto donde la conectividad física es esencial para el comercio, el turismo, la salud y la educación, el nuevo enfoque del organismo apunta a asegurar que las infraestructuras viales no se conviertan en puntos vulnerables ante cada tormenta o sismo.

El documento completo está disponible de forma pública y busca ser adoptado por los países miembros del BID como parte de sus estrategias de inversión resiliente. También se ofrece un curso online para capacitar equipos técnicos en la aplicación del modelo.

Una hoja de ruta para prevenir antes que reparar

Lejos de centrarse solo en lo técnico, el enfoque del BID pone el foco en la planificación estratégica con perspectiva de riesgo. Anticiparse al fallo, sostienen sus autores, es más barato, más eficiente y más humano que tener que reconstruir una ruta colapsada o lamentar vidas perdidas por una infraestructura mal diseñada.

Con este catálogo, el BID da un paso más en su línea de acción climática y de fortalecimiento institucional, proponiendo herramientas concretas para reducir la vulnerabilidad vial en América Latina y el Caribe.