Internacionalización y logística: oportunidades y liderazgo en un sector en transformación continua

Guillermo Tassello, socio de un grupo empresarial enfocado en logística y comercio internacional, analiza el contexto local, los cambios globales y el valor de tomar decisiones con visión de futuro

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Guillermo Tassello es socio de
Guillermo Tassello es socio de un grupo empresarial enfocado en logística y comercio internacional (Foto: Movant Connection)

“La suerte es cuando la preparación se encuentra con la oportunidad”, reflexiona Guillermo, al describir cómo enfrenta los desafíos logísticos que presentan el país y el mundo. En esta entrevista comparte claves para innovar en comercio exterior y su visión sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la gestión logística.

¿Qué obstáculos afectan hoy la competitividad de la logística argentina?

Los desafíos del sector logístico a nivel global son múltiples y muy complejos, pero especialmente en Argentina se suman particularidades propias. Uno de los principales problemas hasta hace muy poco tiempo era la dificultad para remitir pagos al exterior, lo que con la reciente salida del cepo comenzará a normalizarse.

Sin embargo, otra problemática que persiste es la inestabilidad cambiaria. La economía argentina atraviesa períodos de retraso en el tipo de cambio, seguidos por devaluaciones que trastocan la planificación. La falta de previsibilidad desalienta inversiones. Además, existen desafíos globales que aparecen de forma disruptiva, como lo fue la pandemia o, recientemente, la suba de aranceles comerciales por parte de potencias internacionales, que afecta directamente al flujo logístico global.

¿Qué indicadores de gestión utilizás para guiar tus decisiones?

En Argentina, el contexto condiciona los resultados. Muchas veces podés estar haciendo todo bien y sin embargo los resultados no llegan por factores externos. Por eso, el principal indicador que sigo es la forma de trabajar. Me enfoco en que todo el equipo haga las cosas de manera correcta, con compromiso, ética y profesionalismo.

No me sirve mirar el minuto a minuto, me importa que cada minuto esté bien hecho. Cuando las condiciones se alinean, los resultados aparecen. Como dice Séneca: la suerte es cuando la preparación se encuentra con la oportunidad. Trabajamos para estar preparados.

"Desde el inicio nos destacamos
"Desde el inicio nos destacamos por ofrecer propuestas diferentes. Cuando nos pedían una fruta, respondíamos con tres ideas. Eso fue muy bien recibido en un mercado acostumbrado a seguir procedimientos estándar", destaca Guillermo (Imagen: Shutterstock)

Iniciaste un proyecto de comercio exterior que mutó en una producción local en Estados Unidos, ¿cómo fue ese proceso de transformación?

El proyecto comenzó como una operación de exportación de alimentos desde Argentina. Ante la inestabilidad local y la dificultad para proyectar a largo plazo, decidimos diversificar. Observamos que los alimentos congelados tenían potencial y comenzamos a producir frutos berries, como frutillas, arándanos y cerezas. Con el tiempo sumamos yogures helados y frutas con doble baño de chocolate. La experiencia fue muy enriquecedora.

Al ver el potencial, decidimos llevar el proyecto a Estados Unidos. Instalamos una planta en Florida y presentamos nuestros productos, que no tenían equivalente en ese mercado. Nos pidieron certificaciones y adecuaciones, que implementamos con un equipo de compatriotas que aportó frescura e ideas diferentes. La respuesta fue excelente. Nos asociamos con una empresa de chocolates y un retailer de primera línea y, si bien tuvimos que dejar de lado nuestra marca para poder abastecer toda la demanda, ya triplicamos la capacidad productiva y seguimos creciendo.

¿Qué rol tuvo la creatividad en ese proceso de internacionalización?

Desde el inicio nos destacamos por ofrecer propuestas diferentes. Cuando nos pedían una fruta, respondíamos con tres ideas. Eso fue muy bien recibido en un mercado acostumbrado a seguir procedimientos estándar. Incorporamos frutas como la banana, que no teníamos previsto trabajar, y fue un éxito total.

Esa capacidad de pensar fuera de la caja, que creo que tiene que ver con nuestra impronta argentina, hizo la diferencia. El mercado valoró la calidad del producto, la inversión en tecnología y el compromiso de los equipos. Pero también valoró esa actitud disruptiva que supimos trasladar a cada propuesta.

¿Cómo impacta el avance del e-commerce en el modelo logístico tradicional?

El e-commerce está generando una transformación profunda. Antes, para llegar al consumidor, un producto debía pasar por varios intermediarios: trader, comercializadora, importador, distribuidor, comercio. Hoy una fábrica en China puede vender directamente en marketplaces y entregar en destino. Esto implica nuevos desafíos logísticos.

Además, el consumidor actual no quiere esperar. Compra online y pretende recibir el producto el mismo día o al siguiente. En ese sentido, estamos trabajando para reducir los tiempos y los costos en toda la cadena, tanto local como internacionalmente. Ya no alcanza con tener un buen producto: hay que tener una logística a la altura.

¿Qué creés que se necesita para crecer en el sector logístico y de comercio exterior?

La clave para crecer en este rubro es tener una visión integral, estar dispuesto a aprender y evolucionar con rapidez. La logística y el comercio internacional son sectores profundamente dinámicos. Quienes logren interpretar las nuevas tendencias, adaptarse al entorno y ofrecer soluciones ágiles, estarán mejor posicionados para liderar los cambios que se avecinan.

También es fundamental invertir en tecnología, desarrollar equipos comprometidos y mantenerse abiertos a modelos colaborativos. No alcanza con reaccionar: hay que anticiparse, innovar y entender que la transformación es permanente. Además, en un mercado tan competitivo, entender todo el recorrido, desde el barco de 60.000 toneladas hasta la caja que llega a la puerta de un hogar, permite tomar decisiones con visión de futuro.