Innovación en logística y comercio exterior: tecnología, gamificación y gestión del talento

En un contexto de transformación digital, la gamificación y la inteligencia artificial están revolucionando la gestión del talento en sectores estratégicos. “Podés conocer mucho más de una persona en una hora de juego que en un año de conversación”, señala Horacio, resaltando el potencial de este tipo de herramientas para impulsar el autoconocimiento y optimizar la toma de decisiones en ambientes laborales diversos.

Hay muchos miedos en relación a esa relación y se escucha que, como en su momento nuestros abuelos temieron a la revolución industrial, la gente dice que las máquinas van a reemplazar a los humanos. Hoy, la inteligencia artificial optimiza procesos, pero siempre poniendo a la persona en el centro. La tecnología, la ciencia de datos y la automatización nos liberan de tareas repetitivas y permiten replantear la captación del talento.

Nos dimos cuenta de que la forma tradicional de encontrar talento era obsoleta y demasiado subjetiva. Basándonos en la idea de que podés conocer mucho más de una persona en una hora de juego que en un año de conversación, se desarrolló un videojuego con ciencia de datos e inteligencia artificial predictiva que, en 15 minutos, permite predecir con un 91% de asertividad cómo se comportará una persona en cualquier contexto laboral.

El desarrollo de la herramienta tomó un año y ocho meses, requiriendo una inversión significativa y la colaboración de un equipo interdisciplinario conformado por guionistas, programadores, psicometristas, psicólogos y expertos en conducta. Desde el inicio se propuso crear una solución lúdica y precisa que integrara el autoconocimiento y el análisis predictivo de cada individuo.

Una vez lanzada la primera versión, la solución se enriqueció con información directa de diversas organizaciones, lo que permitió que el algoritmo aprendiera y se ajustara continuamente a las necesidades específicas de cada sector. De esta forma, la evaluación se volvió cada vez más precisa y personalizada, adaptándose a distintos entornos laborales.

En el ámbito de la logística se trabajó con una organización de gran envergadura a nivel regional que buscaba evaluar a sus mandos medios y detectar áreas de desarrollo. Durante la pandemia, a pesar del escepticismo inicial se comprobó que prestar atención personalizada mediante esta solución mejoraba tanto el compromiso como la comunicación interna.

Los datos recolectados permitieron armar planes de desarrollo individualizados, traduciéndose en mejoras palpables en el rendimiento y en la toma de decisiones estratégicas. Este enfoque también se ha extendido al comercio exterior, donde la detección de tendencias y perfiles ha abierto nuevas posibilidades en la gestión del talento.

Al principio, muchas organizaciones, incluso las más tradicionales, dudaban de que una herramienta lúdica pudiera ofrecer resultados serios. Sin embargo, hoy se cuenta con el respaldo de certificaciones científicas y estudios que avalan la eficacia del método, evidenciado en que el 94% de las personas que han participado se sienten altamente identificadas con los resultados obtenidos.

Además, cerca del 36% de los usuarios descubrió habilidades y competencias que desconocían, lo que refuerza la idea de que la solución no solo evalúa, sino que también fomenta el autoconocimiento. Este feedback ha impulsado una mayor aceptación y ha mejorado la conexión entre el talento y las necesidades de las organizaciones.

La experiencia personal me ha llevado a valorar el tiempo de manera diferente. La pandemia dejó en claro que, a menudo, se vive trabajando en lugar de vivir realmente. En ese sentido, la inteligencia artificial permite automatizar tareas que antes consumían minutos valiosos, abriendo espacio para concentrarse en lo esencial.

Esta optimización del tiempo beneficia tanto a las personas como a las organizaciones, ya que reduce procesos innecesarios y potencia el autoconocimiento. En un mundo en constante cambio, aprovechar la tecnología para dedicar el tiempo a lo que verdaderamente importa se convierte en una ventaja competitiva y personal.