Logística espacial: cuando la entrega termina fuera de la atmósfera

El transporte y suministro espacial ha evolucionado significativamente, convirtiéndose en un pilar esencial para la exploración y utilización del espacio exterior

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Una vez que la nave
Una vez que la nave de aprovisionamiento llega a la órbita de la estación, realiza un proceso de acoplamiento automatizado o guiado por los astronautas a bordo (Ilustración: Movant Connection)

Desde el abastecimiento de la Estación Espacial Internacional (EEI) hasta el lanzamiento de satélites, la complejidad de estas operaciones requiere una coordinación meticulosa y tecnologías avanzadas, representando verdaderos desafíos logísticos de alto vuelo.

Abastecimiento de la Estación Espacial Internacional

La EEI es abastecida aproximadamente cada tres meses, dependiendo de las necesidades de los experimentos y la tripulación, que actualmente está compuesta por seis astronautas. Este reabastecimiento incluye entre tres y seis toneladas de suministros como alimentos, agua, ropa, equipos de investigación y repuestos para mantener las operaciones. Estas provisiones son transportadas regularmente mediante naves de carga que se acoplan a la estación. Por ejemplo, en agosto de 2024, una nave de carga rusa no tripulada entregó suministros a la EEI, destacando la cooperación internacional en estas misiones.

Una vez que la nave llega a la órbita de la estación, realiza un proceso de acoplamiento automatizado o guiado por los astronautas a bordo. En este proceso, la cápsula se conecta a un puerto específico de la estación, lo que permite la transferencia de suministros.

Después de que la cápsula se acopla, los astronautas descargan los suministros y los distribuyen dentro de la EEI, asegurándose de que cada recurso se guarde adecuadamente en el espacio disponible. Las operaciones de descarga y clasificación son cruciales para mantener la organización dentro de la estación.

Una vez vacías, algunas cápsulas regresan a la Tierra con experimentos científicos completados y equipos que ya no son necesarios. Estas cápsulas se desploman hacia la atmósfera, realizando un aterrizaje controlado o amerizaje

Lanzamiento de satélites: un desafío logístico

El despliegue de satélites es otro aspecto crítico de la logística espacial. Argentina ha sido protagonista en este ámbito con el lanzamiento de satélites como el SAOCOM 1A, lanzado en 2018, y el SAOCOM 1B, en 2020, los cuales fueron transportados a Estados Unidos para su lanzamiento, implicando una logística internacional que abarcó el traslado terrestre y aéreo, así como la coordinación con agencias espaciales y empresas de lanzamiento.

Estos satélites, desarrollados por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), forman parte de una constelación destinada a la observación terrestre, contribuyendo a la gestión de emergencias y al sector agrícola.

Actualmente, se estima que hay
Actualmente, se estima que hay más de 5.000 satélites artificiales activos orbitando la Tierra (Ilustración: Movant Connection)

Cooperación internacional y logística espacial

Solo seis países en el mundo cuentan con capacidad completa de lanzamiento, es decir, el poder de diseñar, fabricar y operar sus propios satélites y cohetes: Estados Unidos, Rusia, China, India, Japón y Francia, en representación de Europa.

Es por esto que la colaboración entre países es fundamental en la logística espacial, donde misiones conjuntas y acuerdos internacionales facilitan el intercambio de recursos y conocimientos, optimizando las operaciones logísticas. Por ejemplo, el Sistema Ítalo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE) es una iniciativa conjunta que demuestra cómo la cooperación internacional puede potenciar las capacidades espaciales de las naciones involucradas.

Actualmente, se estima que hay más de 5.000 satélites artificiales activos orbitando la Tierra, y si bien los satélites son operados principalmente por unas pocas potencias espaciales, más de 80 países tienen al menos un satélite en órbita, ya sea propio o mediante acuerdos con operadores comerciales.

Esta distribución refleja un crecimiento en el uso comercial del espacio, democratizando su acceso y ampliando las posibilidades para países en desarrollo mediante colaboraciones y proyectos compartidos.

Desafíos y perspectivas futuras

La logística espacial enfrenta desafíos como la gestión de costos, la seguridad de las misiones y la sostenibilidad. La innovación tecnológica y la automatización son esenciales para superar estos obstáculos. Además, la creciente participación de empresas privadas en el sector espacial está redefiniendo las dinámicas logísticas, introduciendo nuevos modelos de negocio y fomentando la competitividad.

A medida que la exploración espacial avanza, la logística continuará adaptándose para satisfacer las demandas de este entorno en constante evolución.