
En diálogo con Movant Connection, Ezequiel describe cómo las nuevas exigencias de los usuarios y las continuas innovaciones tecnológicas están transformando la logística de última milla, donde la visibilidad de los procesos de envío y la rapidez en las entregas se han vuelto fundamentales.
¿Cómo describirías el cambio que ha experimentado la logística urbana en estos últimos años y cómo afecta a la vida de las personas?
La logística ha cambiado radicalmente en los últimos diez o quince años, especialmente en el enfoque hacia el cliente. Hoy en día, toda la cadena logística está centrada en brindar visibilidad y control al usuario sobre cada paso del proceso de entrega. Hasta hace poco, el cliente simplemente recibía su paquete en una ventana de tiempo incierta mientras que, actualmente, gracias a la tecnología el usuario puede rastrear su pedido en tiempo real y conocer hasta el momento exacto de la entrega.
Este enfoque responde principalmente a las exigencias que tienen los consumidores en la actualidad, quienes ya no toleran la falta de información. La logística urbana moderna se ha convertido en una pieza fundamental de la vida cotidiana, impactando no solo a nivel empresarial, sino también a cada persona que realiza compras online.
¿Cómo ha influido la tecnología en este sector y qué cambios ha generado en relación a la logística tradicional?
El vínculo entre logística y tecnología se ha vuelto fundamental para satisfacer las demandas del cliente actual. Cuando comencé en este rubro, las tareas eran bastante operativas y los sistemas eran estáticos, mientras que hoy la tecnología permite cambios continuos en función de las necesidades del cliente.
Las plataformas modernas interactúan activamente con desarrolladores y gerentes de producto para ajustar los sistemas todo el tiempo, adaptándose a demandas de entregas más rápidas y eficientes. Esto marca un gran contraste con las logísticas tradicionales, que operan con estructuras rígidas y menos adaptadas a la personalización.
Las empresas modernas tienen una gran ventaja en términos de flexibilidad, permitiendo a los clientes realizar incluso pedidos complejos que antes no eran viables. Al final del día, esta flexibilidad se traduce en una experiencia de usuario mucho más adaptada y en sintonía con el consumidor.
¿Cómo se gestiona la captación de conductores en las nuevas plataformas logísticas?
La captación de conductores depende fundamentalmente de dos factores: la sectorización de los envíos y la tarifa por entrega. Un aspecto importante es que los conductores buscan optimizar sus tiempos y costos, por lo que prefieren tener muchos pedidos en un área reducida para minimizar los desplazamientos. Además, la tarifa por envío juega un rol decisivo. Si el pago no es competitivo, rápidamente buscan otras opciones.
El grado de fidelidad de los conductores es bajo, sobre todo en aplicaciones de última milla, donde los conductores suelen estar activos en varias plataformas a la vez y eligen la que ofrece el mejor pago en cada momento. Desde el lado de las empresas, estos sistemas les dan la posibilidad de ajustar tarifas según la demanda.

En términos de almacenamiento y distribución, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrentan?
Existen dos enfoques posibles. Por un lado, está el modelo de “punto a punto”, donde los pedidos se entregan de inmediato desde el origen al destino, como cuando se pide comida o un paquete urgente. Por otra parte, cuando se trata de entregas que no necesitan ser inmediatas y cubren distancias mayores, es más eficiente consolidar varios pedidos en un depósito para reducir costos. Este sistema permite agrupar envíos y optimizar el uso de vehículos, lo cual es esencial, por ejemplo, en el e-commerce, donde el nivel de servicio es crucial.
El consumidor online es mucho más exigente, y un retraso o inconveniente puede llevar a la cancelación de la compra. La logística debe, por tanto, adaptarse y dar visibilidad del proceso en cada etapa, asegurando que el cliente esté al tanto del avance de su pedido y de cualquier eventualidad. Esto es muy distinto de la logística para el comercio tradicional, donde el proceso de compra termina al salir del local.
¿Hacia dónde se dirige la logística urbana?
La logística está evolucionando hacia una mayor democratización del comercio. Hoy, una persona en un pequeño pueblo puede acceder a productos de cualquier parte del mundo con la misma facilidad que alguien en una gran ciudad. Esto representa un cambio profundo, ya que antes era impensado que una persona en una localidad pequeña tuviera acceso a las últimas tendencias en productos o tecnología.
Además, la rapidez en las entregas seguirá siendo clave, ya que el consumidor se vuelve cada vez más exigente y busca recibir sus productos lo antes posible. Creo que el gran desafío para la logística moderna es responder a la creciente demanda sin sacrificar la eficiencia operativa y brindando visibilidad.
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