¿Cuál es el estadio en que se grabó el capítulo final de Chespirito: Sin querer queriendo?

La nostalgia se apoderó de los fanáticos con el capítulo final de Chespirito: Sin querer queriendo, mismo en el que se recrearon escenas icónicas de la película El Chanfle (1979). Sin embargo, uno de los detalles que resaltó entre los fanáticos que también comparten gusto por el futbol, fue el hecho de que los momentos que tienen lugar en el mítico Estadio Azteca, fueron recreados en otro inmueble.

Esta cinta, escrita, dirigida y protagonizada por Roberto Gómez Bolaños, es considerada un clásico del cine mexicano, ya que marcó el debut de su elenco televisivo en la pantalla grande.

En la película original, el personaje de El Chanfle, un humilde utilero del Club América, vive sus aventuras en escenarios ligados al futbol, con partidos, entrenamientos y vestidores filmados en el majestuoso Estadio Azteca. Este recinto, inaugurado en 1966, no solo es un ícono del futbol mundial, sino que también se convirtió en parte de la historia cinematográfica de Chespirito.

Para el episodio final de la bioserie, que debía recrear las escenas originales de El Chanfle, la producción enfrentó un obstáculo, pues el ‘Coloso de Santa Úrsula’ se encuentra en remodelación rumbo a la Copa del Mundo 2026. Ante esta situación, el equipo de grabación buscó una alternativa que mantuviera la esencia del lugar.

La solución llegó en Querétaro, donde el Estadio Corregidora se convirtió en el escenario ideal. Este recinto, hogar de los Gallos Blancos, es conocido por su similitud arquitectónica con el Azteca, siendo considerado por muchos como una “versión en miniatura” del Coloso de Santa Úrsula.

Dicho inmueble fue inaugurado en 1985 previo al Mundial de 1986. La capacidad del diseño original del estadio fue de 32,130 espectadores, sin embargo poco después de su inauguración su capacidad se incrementó a 35,575 personas.

En el capítulo, algunos espectadores lograron identificar pistas en las butacas y señalamientos que delataban que no era el Azteca, pero la atmósfera lograda por la producción fue tan fiel que cumplió con transportar a los fans a la época de El Chanfle.

La elección del Estadio Corregidora no solo resolvió un problema logístico, sino que también rindió homenaje a otro estadio emblemático del futbol mexicano. Gracias a este detalle, el capítulo final de la popular bioserie cumplió con su objetivo de emular las escenas de la película.