Qué es el mieloma múltiple, el tipo de cáncer que venció el boxeador mexicano Ricardo ‘El Finito’ López

Durante su emotiva inducción al Salón de la Fama del Boxeo en California, el legendario Ricardo ‘Finito’ López sorprendió al público al presentarse en silla de ruedas. La imagen causó inquietud entre los asistentes, pero fue el propio excampeón mundial quien explicó la razón: recientemente venció al cáncer.

En su discurso, el invicto pugilista mexicano abrió su corazón y compartió el proceso de salud que enfrentó desde febrero de este año. “Por poco no estoy aquí”, confesó, en alusión al grave diagnóstico que recibió y al duro tratamiento al que se sometió.

“Estaba haciendo lagartijas y sentí un dolor muy fuerte en la espalda y los brazos. Me hice estudios y me diagnosticaron mieloma múltiple. Gracias a Dios y a base de esfuerzo, ya gané también esta batalla”, declaró López, lo que provocó una ovación inmediata por parte de los presentes.

El mieloma múltiple es un tipo de cáncer que afecta las células plasmáticas de la médula ósea, encargadas de producir anticuerpos para combatir infecciones. Según la Sociedad Americana del Cáncer, esta enfermedad puede causar anemia, debilidad, fracturas óseas y dificultad para luchar contra infecciones. A menudo, su diagnóstico es tardío debido a que puede desarrollarse sin síntomas durante años.

Ricardo López, nacido en Cuernavaca, Morelos, en 1966, es considerado uno de los mejores boxeadores mexicanos de la historia. Terminó su carrera profesional invicto con un récord de 51 victorias, 38 de ellas por nocaut, y un empate. Fue campeón mundial en peso mínimo y minimosca, y defendió sus títulos en 21 ocasiones.

Su estilo técnico y su disciplina lo convirtieron en un ícono del boxeo a nivel mundial. A diferencia de muchos campeones, López se retiró sin derrotas, dejando un legado de perfección deportiva. Ahora, con su reciente testimonio, también es símbolo de lucha y superación fuera del cuadrilátero.

“Ya gané también esta batalla”, repitió el excampeón, visiblemente emocionado. Su presencia en el Salón de la Fama no solo celebró su legado deportivo, sino también su entereza ante la adversidad. La ovación que recibió fue un reconocimiento no solo a sus logros en el ring, sino a la batalla personal que enfrentó con la misma valentía que lo caracterizó como peleador.

El caso de López ha generado un amplio respaldo entre aficionados, medios y colegas del boxeo, quienes lo ven ahora como un doble campeón: en el deporte y en la vida.