¿Reloj de arena o triángulo invertido? Estas son las enfermedades que puedes desarrollar, según la forma de tu cuerpo

Es importante conocer qué factores podrían incrementar ciertas afectaciones

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La acumulación de grasa en
La acumulación de grasa en determinadas zonas puede revelar ciertas patologías. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La acumulación de grasa en distintas partes del cuerpo está asociada con diferentes riesgos para la salud, según la localización y la cantidad.

Incluso existen algunas enfermedades relacionadas con patrones específicos de distribución de grasa corporal.

Grasa en el abdomen (forma de manzana)

  • Enfermedad hepática grasa no alcohólica: El exceso de grasa abdominal puede favorecer la acumulación de grasa en el hígado, lo que provoca inflamación y daño hepático.
  • Síndrome metabólico: Frecuente en personas con obesidad abdominal, incluye una combinación de presión arterial elevada, alteraciones en la glucosa y lípidos, y un mayor riesgo cardiovascular.
  • Apnea del sueño: El aumento de tejido graso en la región del cuello y el abdomen puede favorecer episodios de apnea durante el sueño.
(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Grasa en las caderas y muslos (forma de pera)

  • Artrosis de cadera y rodilla: El peso extra sobre estas articulaciones aumenta el desgaste y puede acelerar el desarrollo de artrosis.
  • Insuficiencia venosa: La acumulación de grasa en piernas favorece problemas circulatorios, como insuficiencia venosa o várices.

Grasa en brazos o parte superior del cuerpo

  • Síndrome de Cushing: Algunas personas presentan acumulación atípica de grasa en la parte superior del cuerpo, incluyendo la cara y el cuello. Esta condición puede deberse a alteraciones hormonales, como ocurre en el síndrome de Cushing.

Grasa subcutánea en general

  • Lipedema: Se caracteriza por una acumulación anormal de grasa principalmente en piernas y, a veces, brazos. Causa dolor, hinchazón y problemas de movilidad.

Los riesgos asociados a la distribución de grasa no solo se relacionan con la cantidad, sino también con el tipo de tejido graso y factores individuales como la genética y el estilo de vida.

 (Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Por qué se produce la grasa focalizada

  • Factores genéticos: La herencia influye en la predisposición a acumular grasa en zonas específicas como abdomen, caderas o muslos.
  • Hormonas: Alteraciones hormonales, como los cambios en los niveles de estrógenos, insulina y cortisol, modifican la distribución de la grasa.
  • Edad: Con el envejecimiento, el metabolismo se vuelve más lento y la grasa tiende a acumularse más en el abdomen.
  • Estilo de vida: Dietas ricas en azúcares y grasas, junto con el sedentarismo, favorecen el aumento de grasa corporal.
  • Estrés crónico: Aumenta los niveles de cortisol, lo que puede estimular la acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal.
  • Enfermedades o medicamentos: Algunas patologías endocrinas y medicamentos pueden alterar el metabolismo y favorecer la acumulación de grasa.

Cómo evitar la acumulación de grasa localizada

Así se ve la grasa
Así se ve la grasa visceral (Imagen ilustrativa Infobae)
  • Mantener una alimentación equilibrada, baja en azúcares simples y grasas saturadas.
  • Realizar actividad física de forma regular, combinando ejercicios aeróbicos y de fuerza.
  • Dormir las horas recomendadas para el organismo.
  • Reducir el estrés con técnicas de relajación y manejo emocional.
  • Consultar periódicamente con profesionales de la salud para el control metabólico y hormonal.
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco.