Ganaderos se quejan por las nuevas medidas contra el gusano barrenador

Según la organización, estas medidas han provocado un aumento en los costos operativo y un alza en los precios al consumidor

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México atraviesa una crisis por
México atraviesa una crisis por esta plaga. FOTO: Archivo

La Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino (AMEG) alertó que la reciente “sobrerregulación sin precedentes” impuesta por el Gobierno mexicano, tras la declaratoria de emergencia nacional por la plaga del gusano barrenador, está generando efectos críticos en la cadena de suministro de carne.

Según la organización, estas medidas han provocado un aumento en los costos operativos, complicaciones logísticas, afectaciones al bienestar animal y un alza en los precios al consumidor, mientras el sector enfrenta además una suspensión parcial de exportaciones a Estados Unidos y un recorte proyectado en el presupuesto federal para sanidad e inocuidad en 2026.

La AMEG advirtió que, lejos de contener la plaga, el endurecimiento de los controles podría incluso favorecer su propagación.

“El gusano barrenador se transmite por moscas y afecta a cualquier animal de sangre caliente, no por el movimiento regulado de ganado sano”, señaló la asociación a través de un comunicado.

El impacto de la sobrerregulación en la ganadería mexicana ante la emergencia sanitaria

Además, la organización denunció que la multiplicación de retenes federales y estatales, junto con nuevos requisitos derivados de la emergencia, ha paralizado el flujo habitual de ganado, generando cuellos de botella logísticos y desabasto regional.

Gusano Barrenador en el ganado
Gusano Barrenador en el ganado mexicano. (X@Agricultura_mex)

Entre los principales problemas identificados, la AMEG detalló que el traslado de ganado desde los estados del sur hacia los centros de engorda del norte ha visto incrementados sus tiempos de 20 a 32 horas, con esperas superiores a dieciocho horas en puntos de inspección para cumplir los plazos posteriores a la aplicación obligatoria de antiparasitarios.

A esto se suman retenes estatales adicionales que duplican las inspecciones federales, lo que obliga a múltiples maniobras de carga y descarga.

Esta situación, según la asociación, afecta el bienestar animal, eleva el riesgo de heridas susceptibles de infestación y expone al ganado a periodos prolongados sin agua, alimento o sombra, en contradicción con las políticas federales de bienestar animal.

La AMEG subrayó que las demoras han derivado en un aumento de la mortalidad durante el transporte.

El sector ganadero mexicano enfrenta así un “doble desafío”: por un lado, las restricciones internas que frenan la movilización indispensable para el abasto nacional y, por otro, la suspensión parcial de exportaciones a Estados Unidos, lo que ha generado pérdidas millonarias.

Las importaciones de ganado mexicano son relevantes para el mercado estadounidense, ya que promedian más de un millón de cabezas anuales, representando aproximadamente el 60 % de las importaciones de ganado vivo y cerca del 3 % de la cabaña nacional de ese país.

La AMEG propuso una serie de medidas para enfrentar la emergencia sanitaria sin afectar el flujo productivo ni al consumidor.

Entre sus planteamientos destacan: acelerar y ampliar el programa de mosca estéril con financiamiento garantizado; fortalecer la vigilancia sanitaria bajo criterios técnicos uniformes; sustituir la sobrerregulación por un protocolo de movilización basado en trazabilidad y buenas prácticas; armonizar la normatividad federal y estatal para eliminar duplicidades, e instalar una mesa permanente de trabajo entre autoridades, estados y productores.

El pasado 3 de diciembre, el Gobierno de México anunció la ampliación de las medidas para contener la plaga del gusano barrenador, que afecta principalmente al ganado bovino, pero también a especies domésticas, silvestres y a los humanos.