Dormir poco: los riesgos para tu salud que quizás no conocías

Especialistas advierten que la falta de sueño puede detonar enfermedades graves si no se atiende a tiempo

Guardar
Especialistas advierten que la falta
Especialistas advierten que la falta de sueño puede detonar enfermedades graves si no se atiende a tiempo

Dormir menos de lo necesario no solo provoca cansancio o mal humor; también puede detonar una serie de problemas de salud que, a largo plazo, incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y neurológicas.

Especialistas coinciden en que la privación de sueño altera funciones esenciales del organismo y acelera procesos inflamatorios que favorecen el deterioro físico y mental.

Dormir poco debilita el sistema inmune y aumenta infecciones

La primera consecuencia evidente de no dormir bien es la caída en las defensas. Durante el sueño profundo, el organismo produce citoquinas y anticuerpos que ayudan a combatir virus y bacterias. Sin este proceso, el cuerpo queda más expuesto a enfermedades respiratorias como resfriados, gripes y otras infecciones.

Además, quienes duermen menos de 6 horas diarias suelen presentar recuperación más lenta ante enfermedades y mayor susceptibilidad a cuadros recurrentes.

Dormir menos de lo necesario
Dormir menos de lo necesario altera funciones esenciales del organismo y puede detonar problemas cardiovasculares, metabólicos y neurológicos, según especialistas en salud

Riesgos cardiovasculares: hipertensión, colesterol y arritmias

La privación crónica de sueño tiene un impacto directo sobre el sistema cardiovascular. Dormir poco activa de forma prolongada el sistema nervioso simpático, lo que eleva la presión arterial y favorece la hipertensión.

Este efecto, combinado con estrés, puede aumentar el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos, dañando la salud del corazón. A largo plazo, se asocia a:

  • Problemas de circulación
  • Arritmias
  • Mayor riesgo de infartos
  • Enfermedad coronaria

Por esta razón, los especialistas en cardiología incluyen la higiene del sueño dentro de las estrategias clave para prevenir enfermedades del corazón.

Impacto neurológico: deterioro cognitivo, Alzheimer y migrañas

La falta de sueño también afecta directamente al cerebro. Durante la noche, especialmente en la fase de sueño profundo, el sistema glinfático elimina toxinas y proteínas asociadas con enfermedades neurodegenerativas.

Cuando este proceso se interrumpe de manera constante, aumenta el riesgo de:

  • Deterioro cognitivo
  • Problemas de memoria
  • Reducción en la concentración
  • Mayor riesgo de Alzheimer y demencia
  • Agravamiento de migrañas

Aunque dormir poco no “causa” enfermedades como Parkinson o epilepsia, sí se sabe que empeora los síntomas y puede aumentar la frecuencia de crisis epilépticas.

Dormir menos de lo necesario
Dormir menos de lo necesario altera funciones esenciales del organismo y puede detonar problemas cardiovasculares, metabólicos y neurológicos, según especialistas en salud

Efectos en la salud mental: ansiedad y depresión

El sueño regula neurotransmisores como serotonina y dopamina, fundamentales para la estabilidad emocional. Por eso, quienes duermen mal experimentan con mayor frecuencia:

  • Ansiedad
  • Irritabilidad
  • Estados depresivos
  • Mayor sensibilidad al estrés

Si existe predisposición genética o un contexto emocional adverso, la falta de sueño puede ser el detonante de un episodio depresivo.

Consecuencias metabólicas: obesidad y riesgo de diabetes

Dormir menos altera hormonas como la leptina y la grelina, responsables de regular el apetito. Esto provoca:

  • Mayor deseo de azúcares y carbohidratos
  • Aumento de peso
  • Resistencia a la insulina
  • Mayor riesgo de diabetes tipo 2

En niños y adolescentes, el efecto es aún más marcado.

Otros problemas asociados

Además de los riesgos ya mencionados, dormir poco también puede provocar:

  • Envejecimiento prematuro de la piel
  • Problemas hormonales
  • Disminución de la libido
  • Dolor crónico
  • Mayor probabilidad de accidentes por somnolencia

Dormir bien también es salud

Expertos en cardiología y neurología coinciden: una buena higiene del sueño es tan importante como una alimentación equilibrada o realizar ejercicio. Mantener horarios regulares, evitar pantallas antes de dormir, reducir la cafeína y crear un ambiente adecuado para descansar son pasos esenciales para proteger la salud a largo plazo.