Teotihuacan, Monte Albán y Calakmul: Las joyas arqueológicas que buscan un nuevo plan de protección

La actualización de los planes de gestión debe integrar dimensiones sociales, ambientales y económicas

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People raise their hands in
People raise their hands in front of the Pyramid of the Sun, to celebrate the spring equinox, in the pre-hispanic city of Teotihuacan, on the outskirts of Mexico City, Mexico March 21, 2025 REUTERS/Raquel Cunha

México cuenta con más de dos mil zonas arqueológicas registradas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aunque solo una fracción de ellas está abierta al público.

Entre estas, varios sitios han recibido reconocimiento internacional de la UNESCO como Patrimonio Mundial debido a su valor cultural y universal.

Por ello, el Museo de las Culturas de Oaxaca llevó a cabo el Taller para la Actualización y Capacitación de los Planes de Gestión, Conservación, Sostenibilidad y Salvaguardia de las Zonas Arqueológicas Mexicanas del Patrimonio Mundial.

La iniciativa, impulsada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Unesco, busca fortalecer la planificación y el manejo de los sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial.

En 1932 se dio un
En 1932 se dio un hallazgo sin precedentes luego de que investigadores analizaran el territorio de Monte Albán. Crédito: Wikimedia/Adrian Hernandez

Durante dos jornadas, los responsables de zonas arqueológicas como Teotihuacan, Monte Albán, Calakmul y Xochicalco, junto a expertos en gestión y conservación, analizarán los retos que enfrentan estos espacios, entre los que destacan el turismo masivo, los efectos del cambio climático, la vinculación con las comunidades y la necesidad de una coordinación interinstitucional eficaz.

El objetivo central es reforzar la protección y la sostenibilidad de estos sitios, integrando las dimensiones social, ambiental y económica en sus planes de gestión.

En la apertura del taller, Joel Omar Vázquez Herrera, director general del INAH, enfatizó la importancia de construir estrategias conjuntas y de alinear los esfuerzos de todos los actores involucrados.

Cuál es el reto para preservar los sitios arqueológicos

Subrayó que el mayor reto consiste en que el Patrimonio Mundial adquiera un significado concreto para las comunidades que lo resguardan.

“La gestión debe traducirse en beneficios sociales, culturales y económicos para quienes conviven diariamente con estos espacios”, señaló.

Por su parte, Andrés Morales, representante de la Unesco en México, resaltó el carácter inédito de la reunión, al señalar que es la primera vez en dos años que se congregan directores y gestores de sitios Patrimonio Mundial.

Morales propuso que este tipo de encuentros se consoliden como espacios permanentes de intercambio y aprendizaje, y planteó que los planes de gestión deben ser “documentos vivos, útiles y adaptados al contexto, integrando las dimensiones social, ambiental y económica del desarrollo”, según expresó.

El secretario técnico del INAH, José Luis Perea González, coincidió en la necesidad de situar el patrimonio en el centro de las políticas públicas, vinculando los derechos culturales con el bienestar colectivo. Consideró fundamental “actualizar los planes de gestión de las zonas arqueológicas para enfrentar los desafíos actuales y próximos, con una visión de sostenibilidad, equidad y pertenencia cultural”, según manifestó a Unesco.

La inauguración contó también con la presencia de Sildia Mecott Gómez, directora general del Instituto del Patrimonio Cultural de Oaxaca; José Manuel Bañuelos Ledesma, titular del Centro INAH Oaxaca; y también de Francisco Vidargas Acosta, director de Patrimonio Mundial del INAH.