Cómo preparar un cheesecake de queso crema con moras o fresas saludable, con pocos ingredientes y sin horno

La propuesta permite disfrutar de una textura cremosa y un sabor equilibrado, adecuado para quienes desean una opción ligera y nutritiva en reuniones familiares

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La búsqueda de postres sencillos y frescos transforma el menú durante los días de altas temperaturas. Ante esa necesidad, gana terreno una receta práctica: el cheesecake de queso crema con moras y fresas saludable, preparado sin horno y con pocos ingredientes.

La propuesta permite disfrutar de una textura cremosa y un sabor equilibrado, adecuado para quienes desean una opción ligera y nutritiva en reuniones familiares o como colación cotidiana.

Preparar esta receta con un perfil nutricional mejorado exige seleccionar ingredientes de bajo contenido calórico. La base puede lograrse con galletas integrales bajas en azúcar y mantequilla reducida en grasa o, en su defecto, aceite de coco en pequeña cantidad. Para el relleno, se sugiere el uso de queso crema light o tipo ricotta, endulzante de mesa sin calorías o miel pura en cantidades moderadas, y yogur natural descremado, que reduce el aporte de grasas saturadas.

Moras y fresas frescas complementan la preparación, aportando vitaminas y minerales. El jugo de un limón y su ralladura intensifican el aroma sin necesidad de añadir saborizantes artificiales.

Cheesecake Brownie cubierto con frambuesas
Cheesecake Brownie cubierto con frambuesas frescas, combinando la suavidad del queso crema con el intenso sabor a chocolate. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Utilizar frutas frescas y un endulzante natural realza el sabor y convierte este postre en una opción compatible con distintas dietas.

Proceso de preparación paso a paso: cheesecake de queso crema

El procedimiento comienza triturando las galletas integrales y mezclándolas cuidadosamente con mantequilla derretida. Esta base se distribuye en un molde desmontable y se compacta con una cuchara. Luego, la mezcla de queso crema light, yogur descremado, edulcorante y jugo de limón se bate hasta obtener una textura homogénea. Este relleno se extiende sobre la base y se cubre con moras y fresas frescas, cortadas en láminas.

El refrigerado es clave: la mezcla requiere al menos 3 horas y 45 minutos en frío para lograr la consistencia adecuada. Una vez fría, la torta se sirve en porciones y puede mantenerse en la heladera cinco días, siempre cubierta, para conservar su frescura y evitar la absorción de olores.

Con las proporciones mencionadas, el cheesecake saludable rinde hasta ocho porciones. Cada porción contiene aproximadamente 180 kilocalorías si se opta por versiones bajas en grasa y se priorizan ingredientes naturales. Reuters advierte que los valores pueden variar de acuerdo con la calidad y cantidad de cada componente utilizado.

Cheesecake Brownie cubierto con frambuesas
Cheesecake Brownie cubierto con frambuesas frescas, combinando la suavidad del queso crema con el intenso sabor a chocolate. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Se recomienda este postre tanto para ocasiones festivas como para el consumo regular, dado su perfil nutricional equilibrado y su facilidad de conservación.

Dato cultural: cuál es el origen del cheesecake

El cheesecake tiene raíces en la antigua Grecia, donde se preparaba para ceremonias especiales. Su transformación hasta la actualidad responde al desarrollo de la repostería en Nueva York a comienzos del siglo XX, donde surgió la versión con base de galleta y relleno suave. La tendencia a evitar el uso del horno impulsa versiones frías, adaptadas con ingredientes frescos y menos azúcar.

La preparación sin horneado se consolida como favorita en hogares modernos gracias a su practicidad. Según datos recopilados por El País, la inclusión de moras y fresas aporta color y nutrientes, mientras la sustitución de azúcares y materias grasas tradicionales por alternativas más ligeras convierte el postre en una opción apta para distintos estilos de vida.