México, tercer lugar mundial en crimen organizado, detrás de Myanmar y Colombia

El Índice Global de Crimen Organizado 2025 ubica a México en el tercer lugar mundial, con una calificación de 7.68 sobre 10 en criminalidad y baja resiliencia institucional

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México, tercer lugar en el
México, tercer lugar en el índice global de criminalidad. Imagen: Infobae México

México figura como el tercer país con mayor presencia y severidad de crimen organizado a nivel internacional, de acuerdo con el Índice Global de Crimen Organizado 2025 elaborado por la Global Initiative Against Transnational Organized Crime (GIATOC).

El estudio ubica a México solo por detrás de Myanmar y Colombia, y subraya la consolidación de una compleja diversificación de mercados ilícitos, redes criminales y debilidad institucional en el país. La nación alcanzó una calificación de 7.68 puntos sobre 10 en términos de criminalidad, superando su propio registro anterior, de 2023, cuando obtuvo 7.57 de calificación.

Mercados ilícitos: narcotráfico y crimen diversificado

Índice Global de Criminalidad 2025
Índice Global de Criminalidad 2025 (Captura de pantalla)

De acuerdo con el informe, publicado el pasado 10 de noviembre, México encabeza la medición internacional en mercados criminales, con una calificación de 8.27.

El tráfico de drogas sintéticas, la extorsión y el tráfico de armas concentran los puntajes más altos, cada uno con 9 puntos. Las autoridades han reconocido que los principales grupos criminales, como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), han ampliado su influencia hacia nuevos delitos, como la trata de personas, la explotación sexual, el robo de combustibles o huachicol, los delitos ambientales y el cibercrimen.

La trata y el tráfico de personas afectan principalmente a regiones del sur, incluyendo Chiapas, Oaxaca y Guerrero, donde poblaciones indígenas son las víctimas principales. También señala que la migración y las condiciones socioeconómicas adversas han incrementado la presencia de organizaciones delictivas en rutas hacia Estados Unidos.

Otro sectores, como la agricultura, el comercio y la pesca también sufren extorsión, con énfasis en la industria del aguacate y la pesca ribereña.

Línea del tiempo donde muestra
Línea del tiempo donde muestra la fragmentación de los cárteles en México en los últimos 25 años. (FOTO: X: @victorsanval)

La expansión de bienes falsificados contribuye a la economía criminal, abarcando el comercio de tabaco, alcohol, medicamentos y ropa. Zonas como Tepito en Ciudad de México y mercados de estados del norte se mantienen como puntos neurálgicos para la distribución de productos ilícitos.

El tráfico de armas, con un estimado de más de 13 millones de unidades no registradas en el país, fortalece la capacidad de fuego de las organizaciones criminales, se lee en el informe.

Los delitos ambientales adquieren cada vez mayor peso en el espectro delictivo mexicano. Redes criminales con poder territorial operan la tala ilegal, el tráfico de especies como jaguares y reptiles hacia Asia y el control de la minería y el robo de combustibles.

Corrupción institucional

El Índice Global de Crimen Organizado 2025 asignó a México una resiliencia institucional de 4.50 puntos sobre 10, lo que lo ubica en el puesto 111 de 193 países analizados. Este indicador refleja los límites de la capacidad estatal para contener el avance de las redes criminales.

En el informe se señala que el sistema judicial enfrenta corrupción, falta de recursos y presión política, mientras que la militarización de la seguridad pública, con la centralidad de la Guardia Nacional, no ha revertido la percepción de inseguridad.

El informe subraya la influencia de organizaciones delictivas en estructuras de gobierno de todos los niveles. El control de prisiones por parte de cárteles y los “sobornos sistemáticos” en el sistema penitenciario representan un gran desafío para el Estado.

Rankings generales

Hernán Bermúdez contaba con una
Hernán Bermúdez contaba con una ficha de búsqueda de la Interpol, se le acusa de liderar La Barredora.

Los hallazgos del informe ofrecen una radiografía cuantitativa sin precedentes del crimen organizado en México:

  • Criminalidad total: México se ubica como el tercer país con mayor crimen organizado de los 193 evaluados, solo detrás de Myanmar y Colombia.
  • Corrupción estatal: Ocupa el top 5 mundial en penetración criminal dentro de gobierno y fuerzas del Estado, en niveles comparables a África Subsahariana y el Sudeste Asiático.
  • Violencia y homicidios ligados al crimen: México figura entre los cinco peores países del mundo en este rubro, con tasas superiores a las de países en guerra como Sudán y Nigeria.
  • Tráfico de drogas: Forma parte del top 3 mundial en capacidad, volumen y sofisticación de redes, especialmente en drogas sintéticas y fentanilo.
  • Sistema judicial y cárceles: Se encuentra entre los 25 peores sistemas penitenciarios del planeta. El informe lo sitúa entre los lugares 170 y 190 debido a la baja independencia judicial y la alta captura criminal.
  • Lavado de dinero: México figura entre los 30 países más vulnerables, ocupando posiciones arriba del 160 en la evaluación global.
  • Cooperación internacional: El país se encuentra en el tercio inferior mundial (alrededor del puesto 130 a 193) en materia de coordinación e implementación de estrategias conjuntas contra el crimen.

Una amenaza adaptable a nivel mundial

Índice Global de Crimen Organizado
Índice Global de Crimen Organizado 2025. (Captura de pantalla)

El informe destaca que el crimen organizado no solo se expande en mercados tradicionales sino que también crea formas de violencia y delitos cada vez más interconectadas, adaptables y difíciles de combatir, especialmente frente a Estados más cooptados por actores criminales.

Al igual que la hidra de múltiples cabezas, los grupos criminales se adaptan rápidamente, aprovechando los conflictos emergentes o cada vez más profundos y alineándose con los avances digitales”, se lee en el estudio de la GIATOC.

Los resultados muestran que el problema global del crimen organizado avanza más rápido de lo que los Estados logran fortalecer su capacidad de respuesta: de 57 países con alta criminalidad y baja resiliencia en 2023 se pasó a 66 en 2025.