Yamileth, una de las novias de Alex Marín, revela el pequeño pago que recibía del productor de cine para adultos

Pese a que él tenía ganancias de hasta 6 cifras, a sus actrices no les iba tan bien en cuestión económica

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La actriz afirmó que las
La actriz afirmó que las ganancias eran más altas de lo que decía el exproductor. (Alex Marín)

Tras hacerse pública la detención de su expareja, Yamileth Rodríguez habló sobre las condiciones económicas y personales que vivió junto a Alex Marín, productor de contenido para adultos actualmente detenido, ha puesto en el centro del debate las prácticas laborales dentro de este sector.

Rodríguez, quien colaboró durante años con Marín, denunció que recibía apenas cinco mil pesos por cada video grabado, mientras que Marín y su equipo obtenían ingresos que superaban los cien mil pesos por producción. Esta marcada disparidad en los pagos, sumada al control que Marín ejercía sobre los ingresos, generó cuestionamientos sobre la transparencia y equidad en el reparto de ganancias en la industria.

En su testimonio, Rodríguez detalló que, a pesar de formar parte de un proyecto que generaba sumas millonarias, nunca tuvo acceso directo al dinero producido por su trabajo. Explicó que el dinero “nunca pasaba por sus manos y menos se vio reflejado en sus estados de cuenta”, ya que era Marín, en su doble rol de pareja y representante, quien administraba todos los ingresos derivados de las colaboraciones del grupo. Al referirse a las cantidades que se manejaban por grabación, Rodríguez afirmó que Marín obtenía “de cien mil para arriba”, mientras que ella solo recibía una fracción mínima de esa suma.

El realizador de contenido para
El realizador de contenido para adultos se casó con Mía Marín en 2011; después se unieron Giselle y Yamileth (Foto: Instagram)

Una relación tóxica

La relación entre ambos, según describió Rodríguez, estuvo marcada por un ambiente “turbio y controlador”. Más allá de la cuestión económica, la creadora de contenido denunció que fue objeto de presiones y situaciones en las que se vio obligada a realizar acciones en contra de su voluntad. Estas declaraciones, que coinciden con las de otras actrices como Mía y Giselle, apuntan a un contexto de abuso laboral y personal, donde el control sobre los ingresos se extendía también a la esfera privada y emocional.

La reciente detención de Marín ha arrojado nueva luz sobre las experiencias relatadas por Rodríguez, quien señaló que su paso por esta relación representó una de las etapas más difíciles de su vida. Las denuncias de control económico y presunto abuso han reavivado el debate sobre los derechos y la protección de quienes trabajan en la industria del entretenimiento para adultos, especialmente en situaciones donde las relaciones laborales y personales se entrelazan.

Para Rodríguez, el periodo junto a Marín no solo significó una desigualdad económica, sino también una vivencia marcada por el sometimiento y la falta de autonomía, lo que ha dejado una huella profunda en su trayectoria personal y profesional.