El Juicio de Fuego, una actividad que promete alterar el equilibrio entre los participantes y poner a prueba no solo sus estrategias, sino también sus relaciones personales. Este desafío, anunciado por el Pentágono durante el tradicional Martes de Duelo, se aleja de las pruebas físicas habituales y se centra en la percepción social y las tensiones acumuladas entre los granjeros.

A diferencia de los retos anteriores, El Juicio de Fuego no busca medir la fuerza ni las habilidades en el campo, sino que se convierte en un ejercicio de reflexión colectiva. Cada concursante debe acudir al Entrevistadero y escribir en una papeleta el nombre de aquel compañero que, a su juicio, merece enfrentar este nuevo juicio. El proceso es completamente anónimo: los votos se depositan en una caja especial, sin discursos ni explicaciones, lo que incrementa la tensión y la expectativa entre los participantes.




