Dónde está la panadería antigua de la CDMX que Pedro Infante solía frecuentar

El legado de Pedro Infante en la Ciudad de México no solo se percibe en la memoria colectiva y en las calles que frecuentó, sino también en los rincones donde solía disfrutar de los placeres cotidianos.

Aunque el célebre actor nació en Mazatlán, Sinaloa, su vida estuvo marcada por estancias en distintas ciudades del país, especialmente en la capital.

En la Ciudad de México, Infante tuvo dos residencias: una conocida como Ciudad Infante, situada en la alcaldía de Cuajimalpa, y otra en la colonia Narvarte, que aún hoy atrae a curiosos interesados en conocer el entorno donde vivió el artista.

Y es por eso que durante su estacia en la capital solía frecuentar ciertos lugares poco conocidos, como es el caso de una pequeña y antigua panadería ubicada en el corazón del centro de la ciudad.

Se trata de la Panadería Huasteca la cual se ha consolidado como un punto de referencia no solo por su historia, sino también por la calidad de su pan artesanal.

Además de ser un lugar frecuentado por el cantante, debido a la calidad y gran sabor de sus panes, también Cristina Pacheco, reconocida cronista, visitó el establecimiento para realizar un reportaje por ser un lugar icónico de la capital chilanga.

La Panadería Huasteca, donde se dice Pedro Infante, ícono del Cine de Oro Mexicano solía llegar a bordo de su Cadillac blanco, se encuentra en el centro de la ciudad, especificamente en la calle de Mixcalco número 15, Colonia Centro, entre las calles Leona Vicario y Manuel Doblado.

Sus puertas están abiertas de lunes a sábado, desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde y ofrece a los visitantes una amplia variedad de productos elaborados de manera artesanal.

Entre las especialidades destacan las empanadas, conchas, cuernitos y rieles, que forman parte de la oferta que ha cautivado tanto a locales como a turistas.

La historia de la Panadería Huasteca y su vínculo con Pedro Infante continúan atrayendo a quienes buscan revivir una época dorada a través de los sabores tradicionales y el ambiente familiar que caracteriza a este establecimiento del Centro Histórico de la Ciudad de México.