¿Por qué le decían a Carlos Manzo “el Bukele mexicano”?

La firmeza y estrategias de seguridad implementadas por el presidente municipal de Uruapan generaron comparaciones con el presidente salvadoreño

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Carlos Manzo, conocido como 'el
Carlos Manzo, conocido como 'el Bukele mexicano', impulsó políticas de seguridad contundentes en Uruapan, Michoacán. (Fb: Carlos Manzo)

El apodo de “el Bukele mexicano” se fue consolidando en torno a la figura de Carlos Manzo durante su mandato como alcalde de Uruapan, Michoacán, por la firmeza de su discurso y la contundencia de sus políticas contra la criminalidad.

Dicho sobrenombre, evocando al presidente de El Salvador Nayib Bukele, surgió a partir de los paralelismos entre él y Carlos Manzo en su forma de afrontar los desafíos de la seguridad pública, así como por la presencia constante y visible del Estado en las calles.

Desde su llegada al cargo como candidato independiente, Carlos Manzo optó por una gestión marcada por la autonomía respecto de los partidos y una estrategia directa ante la inseguridad que afectaba a su municipio. De acuerdo con El Informador, parte de la ciudadanía y la prensa comenzaron a hacer comparaciones con Bukele debido a la actitud férrea del edil ante los embates del crimen organizado.

El asesinato de Carlos Manzo
El asesinato de Carlos Manzo ocurrió durante la inauguración del Festival de Velas en el Centro Histórico de Uruapan. Crédito: REUTERS.

Uno de los principales elementos que fortaleció la comparación fue su decisión de destinar recursos considerables para el fortalecimiento institucional. En su administración, Carlos Manzo asignó más de 50 millones de pesos para la compra de patrullas, vehículos blindados e incentivos laborales dirigidos a los policías municipales. Con esta inversión, buscó dotar a la corporación de materiales, en línea con lo implementado por Bukele en El Salvador.

A lo largo de su gestión, el alcalde reiteró la necesidad de aplicar acciones contundentes frente a la delincuencia. Su narrativa en temas de seguridad fue caracterizada por la ausencia de matices y un lenguaje orientado a la acción directa, lo cual reforzó la percepción de que estaba dispuesto a tomar decisiones drásticas con tal de garantizar la paz en Uruapan.

Aunque los medios y ciertos sectores sociales lo denominaban “el Bukele mexicano” por su estilo y por sus logros en materia de seguridad, Carlos Manzo manifestó en entrevistas su deseo de mantener su identidad local y rechazó esta comparación, prefiriendo ser reconocido por su arraigo y compromiso con la sociedad michoacana. Esta posición no impidió que su figura adquiriera singularidad en el panorama político, precisamente por actuar con independencia y determinación.

El apodo de 'el Bukele
El apodo de 'el Bukele mexicano' surgió por los paralelismos entre Carlos Manzo y Nayib Bukele en la lucha contra la criminalidad. PRESIDENCIA DE EL SALVADOR

El contexto en el que creció este apodo se enmarca en la percepción pública de un liderazgo capaz de enfrentar a la delincuencia organizada con un aparato municipal fortalecido y con mensajes claros contra los posibles transgresores. Para muchos en, su estilo recordaba al enfoque de Bukele para recuperar espacios públicos y restablecer la autoridad en zonas marcadas por el miedo y la violencia.

La vida y la gestión de Carlos Manzo, sin embargo, se vieron trágicamente interrumpidas por su asesinato la noche del pasado 1 de noviembre durante la inauguración del Festival de Velas, como consignó la Fiscalía General del Estado de Michoacán.

El ataque ocurrió mientras el Manzo, acompañado de su familia y de asistentes al evento en la plaza principal, caminaba por el Centro Histórico. En ese momento, recibió 3 disparos por la espalda.

De inmediato, Manzo fue trasladado al Hospital Fray Juan de San Miguel, donde los médicos intentaron reanimarlo durante cerca de cuarenta minutos, sin éxito. Tras el crimen, habitantes de Uruapan encendieron veladoras en la plaza y exigieron justicia, mientras que autoridades suspendieron todas las actividades culturales programadas en señal de duelo.