Videovigilancia para las y los vivos

En la CDMX, donde habitan más de nueve millones de personas, la memoria no se improvisa, se organiza, por lo que la vigilancia del C5 acompañará a miles de familia en esta conmemoración

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Salvador Guerrero Chiprés es Presidente
Salvador Guerrero Chiprés es Presidente del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México

La Ciudad de México honra a sus muertos y protege a sus vivos. Esa es la síntesis política, técnica y simbólica de un operativo anual de acompañamiento a miles de familias en los panteones capitalinos durante el Día de Muertos.

Se trata de preservar una tradición y asegurar su continuidad en condiciones de paz, orden y respeto. El ritual más íntimo de la cultura mexicana —el reencuentro con los ausentes— se sostiene también sobre una red de videovigilancia, coordinación y confianza pública.

El duelo colectivo transformado en fiesta exige equilibrio entre lo sagrado y lo civil. En una ciudad de más de nueve millones de habitantes, la memoria no se improvisa: se organiza. Ahí, el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) cumple una función decisiva.

La red de videovigilancia que cubre la capital —la más robusta de América— acompaña discretamente el tránsito de quienes llegan con flores, veladoras o fotografías a los panteones de la metrópoli. De los 113 cementerios públicos, 108 cuentan con monitoreo ininterrumpido. Son 510 cámaras —339 en exteriores y 171 en interiores— que no irrumpen en la tradición, la protegen.

La cultura del cuidado, tan arraigada en la celebración del Día de Muertos, adquiere así un significado político contemporáneo: cuidar también es vigilar con empatía. El acompañamiento tecnológico no sustituye la presencia humana, la complementa.

Mientras las familias recuerdan a sus difuntos, las cámaras del C5, las y los operadores del 9-1-1 y los cuerpos de seguridad actúan como guardianes del orden ciudadano.

Los resultados lo confirman. Durante 2025, desde el C5 hemos procesado 354 reportes vinculados con estos espacios, el 89 por ciento a través de la línea de emergencias.

Esa cifra no solo demuestra la eficacia tecnológica, sino también la confianza social en los canales institucionales. El año pasado, durante los días correspondientes a la conmemoración de muertos atendimos 40 llamadas, principalmente por personas lesionadas en caídas o accidentes vehiculares sin lesionados.

El operativo especial desplegado por instrucciones de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, refuerza esta visión integral. Más de diez mil elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana resguardan los accesos y vialidades en torno a los cementerios, mientras el C5 y los C2 coordinan el monitoreo en tiempo real. El objetivo es prevenir delitos o incidentes.

Este acompañamiento es, en esencia, una forma de respeto hacia la vida de quienes honran la muerte.

Por eso, la ciudad invita a mantener la corresponsabilidad ciudadana: visitar los panteones en horarios de menor afluencia, cuidar a niñas, niños y adultos mayores, y ante cualquier emergencia, utilizar los más de 17 mil botones de auxilio o marcar al 9-1-1.

La muerte convoca, pero la vida organiza.

* El Dr. Salvador Guerrero Chiprés es el Coordinador General del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano.

@guerrerochipres