Donovan “N” es vinculado a proceso por el asesinato del abogado David Cohen

Tras la celebración de la audiencia de continuación de Donovan “N”, segundo implicado en el asesinato del abogado David Cohen, un juez de control decidió vincular a proceso al sujeto en una segunda ocasión por este crimen ocurrido en inmediaciones de las instalaciones del Poder Judicial de la CDMX el pasado lunes 13 de octubre de 2025.

Después de dos horas en comparecencia con el juzgador, las pruebas que se consideraron fueron 25 videos en formato DVD del ataque y la huida, lo cual fue suficiente para iniciar un proceso penal contra este segundo presunto responsable del asesinato del jurista en calles de la colonia Doctores.

Hasta el momento, el siguiente paso será, según las versiones oficiales, continuar con la investigación complementaria en dos meses. En tanto, Donovan “N” seguirá bajo la medida de prisión preventiva oficiosa en tanto sucede esto.

“El día de hoy se resolvió la situación jurídica de Donovan. En este sentido, se le vinculó a proceso por el lamentable homicidio del abogado David Cohen Sacal (...). Las medidas cautelares prevalecen... las que se le impusieron en la primera audiencia que es prisión preventiva de corte oficiosa (...)”, confirmó su abogado Enrique Mayen Zavala.

Donovan “N” tenía tan solo 20 años de edad cuando fue detenido en la alcaldía Iztapalapa. Portaba un arma de fuego y varias dosis de droga. No era su primera incursión en actividades delictivas, pero sí la más visible: está acusado de participar en el asesinato del abogado David Cohen, ocurrido el 13 de octubre frente al Poder Judicial de la Ciudad de México.

Sobre esa misma línea, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX) lo identificó como el segundo presunto autor material del crimen. Su captura no fue casual: agentes lo ubicaron tras una serie de operativos de inteligencia que rastrearon sus movimientos en zonas de alta actividad criminal. El perfil que emergió era el de un joven sicario, vinculado a una célula del crimen organizado que lo habría contratado para ejecutar el homicidio.

Pero tras el disparo, vino el silencio. Donovan y su cómplice, un joven detectado como Héctor “N”, esperaban el pago prometido, pero nunca llegó. El asesinato generó una atención mediática y judicial inesperada, y los autores intelectuales decidieron deslindarse del hecho.

Así pues, la operación, que debía ser rápida y sin ruido, se convirtió en una bomba pública. El grupo criminal optó por cortar lazos y dejar a sus ejecutores a la deriva.