¿Cuál es el origen de la flor de cempasúchil, elemento icónico del Día de Muertos?

Desde tiempos antiguos, esta especie ha sido esencial en homenajes a los difuntos

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El cempasúchil es mencionada en
El cempasúchil es mencionada en el Códice Florentino, que data del siglo XVI: Crédito: REUTERS/Henry Romero

La llegada de noviembre en México se acompaña siempre del aroma y color intenso del cempasúchil, una flor asociada de forma inseparable con el Día de Muertos.

Más allá de su papel en las ofrendas y celebraciones actuales, el cempasúchil cuenta con una historia profunda que inicia mucho antes de la época colonial. Su importancia en la cultura mexicana se conecta directamente con las prácticas, creencias y costumbres de los pueblos originarios, donde esta flor ocupó un lugar esencial en los rituales y homenajes a los difuntos.

Según la Representación de AGRICULTURA Puebla, el cempasúchil, cuyo origen se sitúa en la región de Mesoamérica, crecía de manera silvestre y era cultivado por las civilizaciones prehispánicas, como lo documenta el Códice Florentino. Ya en esos tiempos, los habitantes indígenas no solo conocían su belleza y fragancia, sino que entendían la flor como un símbolo vital para el ciclo de la vida y la muerte. No era extraño encontrar jardines o huertos repletos de estas plantas.

Desde tiempos prehispánicos, el cempasúchil
Desde tiempos prehispánicos, el cempasúchil ha sido parte esencial de los rituales funerarios y ofrendas. REUTERS/Henry Romero

Entre los mexicas, el cempasúchil era protagonista en los altares, ofrendas y ritos funerarios. La costumbre de adornar sepulcros y espacios dedicados a los fallecidos tiene raíces tan profundas como la preparación misma de los rituales. Estas tradiciones han trascendido hasta la actualidad, consolidándose con el reconocimiento de la UNESCO al Día de Muertos como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad”.

La diversidad de la flor era parte de su riqueza. En la época prehispánica, existían distintas variantes identificadas por los pueblos originarios. Las dobles y de gran tamaño se consideraban “hembras”, mientras que las más pequeñas recibían el nombre de “macho”. Había también variedades diminutas, muy amarillas y de aroma intenso, designadas como “cinco flores”.

México sigue siendo uno de los grandes territorios del cempasúchil. La flor permanece presente en los campos de diversos estados, desde Puebla hasta Yucatán y Zacatecas, en total se cultiva en 27 de las 32 entidades federativas de la república. Tan solo en 2023, la producción nacional superó las 21 mil 355 toneladas, es decir, dos millones de ejemplares.

Consejos para cuidar el cempasúchil en casa

El cuidado del cempasúchil en
El cuidado del cempasúchil en casa requiere luz solar directa, riego moderado y un suelo bien aireado para mantener su vitalidad. |Crédito: Cuartoscuro

Una vez que el cempasúchil llega al hogar, su cuidado es fundamental para disfrutar de su resistencia y belleza. Para que la flor luzca radiante en maceta, la luz solar es indispensable; se recomienda ubicar la planta en un sitio que reciba entre seis y ocho horas de sol al día, ya que la falta de luz debilita tanto el follaje como las flores.

En cuanto al riego, es importante mantener la tierra húmeda, sin caer en el exceso de agua. Antes de regar, lo ideal es introducir el dedo en la tierra y verificar si está seca unos dos centímetros bajo la superficie. El estancamiento puede ser perjudicial, así que es clave contar con una maceta que tenga buen drenaje.

El tipo de suelo influye considerablemente en la salud del cempasúchil. La universalidad de tierra con turba o perlita contribuye a la aireación de las raíces. Asimismo, es necesario retirar flores y hojas marchitas para estimular nuevos brotes y mantener el vigor de la planta.

Durante el periodo de floración, se puede aplicar un fertilizante líquido rico en potasio y fósforo. Ante la presencia de plagas como la araña roja o el pulgón, es útil revisar frecuentemente las hojas y, si es necesario, aplicar una solución de agua y jabón neutro.